Manantial de aguas termales para uso infantil.

EL BALNEARIO LA CUQUITA ESTÁ SITUADO EN EL LITORAL SANTIAGUERO, DONDE SE ENCUENTRAN LOS  PECIOS HUNDIDOS DE LA ARMADA ESPAÑOLA PARTICIPANTE EN EL COMBATE NAVAL DE LA GUERRA HISPANO-CUBANO-NORTEAMERICANA

En el litoral santiaguero, al sur de la Sierra Maestra y a unos 3 km de la localidad de El Uvero, segundo asentamiento de importancia en el municipio de Guamá, existen unos manantiales de aguas termales –saladas y amargas– a los que los habitantes denominaban desde antaño El Salao. Su ubicación se caracterizaba además por estar en una zona poblada de cocoteros, algarrobos, cedros y caobas, configurando un paisaje inigualable donde se sumaban el mar y las montañas.
Cuentan que los  viajeros pasaban por el lugar y llevaban consigo las aguas milagrosas –así le decían muchos– con fines curativos, planteando que era una bendición de Dios por la eficiencia demostrada en la cura de diferentes enfermedades.
Hoy este sitio de aguas termales se reconoce como La Cuquita,  nombre cuyo origen se atribuye a una hermosa fémina que residió en estos parajes y lo marcó para siempre. Inaugurado el 28 de mayo 1994, La Cuquita fue el primer balneario con fines terapéuticos construido en la región oriental de Cuba, donde los visitantes pueden acudir a disfrutar del turismo de salud y bienestar.
De acuerdo a sus propiedades, estas aguas se dividen en sódica cálcica, clorurada mixta, yodurada, bromurada y ligeramente magnesianas, y por su composición se clasifican como hipermineralizadas. Mantienen una temperatura estable de 35.5 °C y un PH ligeramente ácido.
Están confirmadas sus propiedades antisépticas, antiinflamatorias, y funcionan muy bien como relajantes y sedantes sobre el sistema nervioso. Son además cicatrizantes y ligeramente digestivas. Sus beneficios abarcan diversas patologías: afecciones reumáticas, ginecológicas, rinitis, laringitis; enfermedades crónicas de la piel; afecciones quirúrgicas terapéuticas; fracturas, esguinces, luxaciones, y contracciones musculares, entre otros.
Actualmente este centro forma parte de la Empresa de Alojamiento Santiago (Villa Trópico) y cuenta, además de los baños curativos, con servicios de fangoterapia, acupuntura y gimnasio, que los ofrece la Comercializadora de Servicios Médicos Cubanos S.A.
Una visita a este lugar permite apreciar la estrecha relación del sitio con el patrimonio histórico subacuático, ya que a lo largo de la carretera que conduce hasta allí desde la ciudad de Santiago de Cuba, se puede disfrutar del litoral y de una serie de pecios o barcos hundidos relacionados con un pasaje extraordinario de la historia de Cuba, España y los Estados Unidos.
El 3 de julio de 1898, producto del combate naval de la guerra hispano-cubano-norteamericana, la Armada Española perdió sus seis unidades navales, integrada por los cruceros acorazados Infanta María Teresa, el Oquendo, el Vizcaya y el Cristóbal Colón; y los torpederos Furor y Plutón. Estos buques quedaron desactivados, hundidos o abarrancados en el litoral sur oriental. Con el paso del tiempo, fueron transformando su fisonomía hasta llegar a convertirse en parte esencial de un ecosistema donde lo cultural y lo natural se integran de forma armónica y ya en nuestros días se reconoce como un parque arqueológico subacuático de alto interés histórico y turístico. La Comisión Nacional de Monumentos de Cuba lo declaró el 8 de julio de 2015 Parque Arqueológico del Patrimonio Cultural Subacuático Batalla Naval de Santiago de Cuba.
Las aguas termales de La Cuquita y el patrimonio sumergido forman parte de un territorio atractivo por sus bellezas naturales y sus amplios potenciales para el desarrollo del turismo cultural, de naturaleza y de salud. Visitar este rincón del Caribe insular le permitirá vivir unos días de encantos continuados ante una naturaleza pródiga, llena de historias y leyendas inolvidables.