- Cantor de pueblo
A RAFAEL HERNÁNDEZ, UN NOMBRE FUNDAMENTAL EN LA MÚSICA POPULAR PUERTORRIQUEÑA, SE LE DEDICARÁ UN HOMENAJE DENTRO DE LA FIESTA DEL FUEGO, QUE ESTARÁ A CARGO DEL SEPTETO SANTIAGUERO ECOS DEL TIVOLÍ
Al mencionar temas memorables como El cumbanchero, Campanitas de cristal, Lamento borincano y la notable Preciosa, hay que remitirse irremediablemente a un nombre, fundamental en la música popular puertorriqueña: Rafael Hernández Marín, también conocido como El Jibarito.
Nacido en Aguadilla, el 24 de octubre de 1892 , Hernández Marín fue mundialmente conocido por sus boleros y canciones, por esas melodías que nunca mueren porque están llenas de sentimiento y seducción.
Con poco más de 12 años comenzó sus estudios de música en San Juan, bajo la tutela de los profesores José Ruellan Lequenica y Jesús Figueroa. Sus aptitudes no se hicieron esperar, pues pronto demostró sus capacidades con variados instrumentos como el clarinete, la tuba, el violín, el piano y la guitarra.
En 1917, mientras se encontraba trabajando como músico en Carolina del Norte, Estados Unidos, fue reclutado junto con otros puertorriqueños para participar en la Primera Guerra Mundial, como parte de la Orquesta Europa, de los Harlem Hell Fighters del ejército estadounidense. Al finalizar la contienda, Hernández se mudó a la ciudad de Nueva York.
En 1920 viajó a Cuba, donde vivió hasta 1924. Ocho años después, El Jibarito se trasladó a México, donde dirigió una orquesta y se enroló en el Conservatorio Nacional de Música. En ese tiempo probó sus dotes como actor y creó muchas de las bandas sonoras de afamadas películas mexicanas de la llamada época dorada. Durante su estancia en tierra azteca, compuso la canción Qué chula es Puebla, considerada como el himno no oficial del estado.
Lamento borincano y Preciosa, dos de sus más reconocidas creaciones, nacieron en 1937. Para muchos estudiosos de su obra, la primera, que ha sido grabada por numerosos artistas, representa las luchas cotidianas del jíbaro puertorriqueño; un canto a la libertad y la identidad.
Una década después de esa explosión creativa regresó a Puerto Rico, donde se convirtió en el director de la Orquesta Sinfónica. Entre 1956 y 1959, fungió como Presidente Honorario de la Asociación de Compositores y Autores de Puerto Rico.
En 1965 fue distinguido con el doctorado Honoris Causa en Humanidades. Ese mismo año, el 11 de diciembre, pasó a la vida eterna a través de sus canciones. Sus restos están enterrados en el cementerio de Santa María Magdalena de Pazzis, en el viejo San Juan.
La historia de la música puertorriqueña no puede escribirse sin el nombre de Rafael Hernández. Su legado abarca prácticamente todos los géneros musicales. Cuenta con más de 2 000 composiciones, entre las que destacan otros títulos como Silencio, Ausencia, Perfume de gardenias y Desvelo de amor.
ECOS DEL TIVOLÍ CANTA A EL JIBARITO
El legado y trascendencia de Rafael Hernández será evocado por la agrupación Ecos del Tivolí durante las arduas jornadas de la Fiesta del Fuego, que se desarrollará en Santiago de Cuba. Las acciones de homenaje al reconocido cantor alcanzarán su máxima expresión con el fonograma Del Tivolí a Mi borinquen, donde el conjunto que conduce Jorge Félix Cambet Torres, retoma algunos de los más populares temas del compositor.
Ecos del Tívolí se define como estudioso de la obra del trío Matamoros, pues en su desempeño siempre buscaron descifrar esa típica sonoridad del emblemático trío, pero ahora, refieren sus integrantes, ha ensanchado su espectro y cuenta con sus propios autores, aunque el trío sigue siendo, afirman, la punta de lanza, la inspiración.
Durante más de 25 años Ecos del Tivolí ha atesorado un recorrido profesional envidiable. En ese tiempo ha dado a conocer temas que se han convertido en significativos éxitos y que se recogen en producciones como De Matamoros a Guillén, A Matamoros, Échale candela, Si de son se trata y De mi viejo Santiago.
Preciosa
De Rafael Hernádez
Yo sé lo que son los encantos
de mi borinquen hermosa
por eso la quiero yo tanto
por siempre la llamaré preciosa.
Isla del Caribe.
Isla del Caribe.
Borinquen
Preciosa te llaman las olas
del mar que te vayan.
Preciosa por ser un encanto
por ser un eden
y tienes la noble hidalguía
de la madre España
y el fiero cantío
del indio bravío
lo tienes también.
Preciosa te llaman lo bardos
que cantan tu historia
no importa el tirano te trate con negra maldad
preciosa serás sin banderas
sin lauros ni glorias
preciosa, preciosa te llaman los hijos
de la libertad.