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Cuba y Francia tienen muchos más vínculos históricos, culturales y humanos de lo que cualquiera puede imaginar a primera vista. En la cultura del café, por ejemplo, que colonos franceses extendieron desde Haití por toda la cuenca caribeña. Algunas huellas quedaron grabadas de forma imborrable. En la arquitectura de las plantaciones o en barrios citadinos, como ocurre en El Vedado, uno de los más elegantes de La Habana. En la  presente edición de Excelencias damos cuenta de algunos hitos poco conocidos de esa relación.
Desde el año pasado, se anunció que la Feria Turística Internacional  Cuba 2014 estaría dedicada a Francia, como país invitado de honor, en un gesto de reconocimiento a la importancia del mercado emisor francés. A menos de un mes  de la inauguración de esta cita, la visita a La Habana del ministro francés de Relaciones Exteriores, Laurent Fabius, -calificada de “histórica” por ser la primera de un funcionario de su rango en los últimos 30 años- reveló el interés de París en explorar oportunidades de negocios en los sectores económicos estratégicos, entre ellos el turismo.
La inauguración a principios de este año de un megapuerto para supercontenedores Pospanamax, construido con financiamiento de Brasil en la Zona Especial de Desarrollo de Mariel, 45 kilómetros al oeste de La Habana y en un céntrico punto de la geografía caribeña, puso de relieve otro aspecto de la competencia entre potencias emergentes y tradicionales para afincarse del modo más ventajoso posible en esta región de fuerte crecimiento económico, ruta de tránsito de cientos de cruceros y buques mercantes.
Rusia y China aprovecharon en la última década sus antiguos vínculos para utilizar la escala cubana en un fuerte expansión hacia el Caribe y Suramérica. A su vez, destinos turísticos centroamericanos y caribeños procuran atraer al mayor número de viajeros procedentes de Europa, en particular nuevos mercados emisores de alto poder adquisitivo como Rusia, o tradicionales como Alemania y Gran Bretaña, entre otros. Costa Rica y República Dominicana ilustran con exitosos resultados su gestión. Con esa finalidad levantan todas las trabas existentes hasta ahora, como el requerimiento de visa. Por otro lado, construyen, amplían o modernizan aeropuertos y estimulan el incremento de la conectividad aérea con Europa y Norteamérica. La expansión de Air France en Cuba, donde ya tiene 14 vuelos semanales, evidencia la fuerza de una estrategia atenta a cada oportunidad que se presente.
Francia, y con ella la Unión Europea, quieren ampliar sus lazos comerciales con América Latina y consideran a Cuba un actor regional importante. No nos sorprende. Por eso veníamos preparando una edición que se propuso contribuir a entender raíces y desarrollos de esta interesante evolución en el ámbito caribeño, al que dedicamos nuestra mayor  atención.