INCONFUNDIBLE ES LA HUELLA DE LOS PUEBLOS DEL CARIBE EN EL MUNDO. A PESAR DE SUS DIFERENCIAS, EXISTE UN PATRIMONIO CULTURAL INMATERIAL QUE LOS UNE FUERTEMENTE

Inconfundible es la huella de los pueblos del Caribe en el mundo. Una marca cultural conformada por sólidas tradiciones y las costumbres que los identifica y distingue. Es de raíz profunda ese patrimonio cultural inmaterial que los une fuertemente, a pesar de esa notable diversidad que los caracteriza, cuyas expresiones permanecen latentes, vivas, porque las salvaguardan y se transmiten de generación en generación, como sucede con la música y la danza, la religión, la gastronomía, fiestas…

RELIGIONES Y CREENCIAS
Responde a la herencia cultural y las costumbres implantadas por los países colonizadores. En los casos que fueron colonias españolas o eran islas holandesas, la religión católica es mayoritaria, en tanto las islas inglesas muestran mayor inclinación al protestantismo. El judaísmo también está presente en personas de ascendencia inglesa o europea, en tanto el hinduismo ha sido la creencia elegida por segmentos de inmigrantes indios.
No obstante, un fuerte sincretismo nacido de la mezcla de elementos de la tradición católica con otros de carácter aborigen y africano, parece ser la norma caribeña. Las prácticas de este tipo más conocidas son la santería o Regla de Osha-Ifá, especialmente fuerte en países como Colombia, Cuba, Puerto Rico, República Dominicana, Panamá y Venezuela; así como el vudú en Haití. En la Mayor de las Antillas también se encuentran la santería y el espiritismo, que tiene sus vertientes en Puerto Rico, como el movimiento rastafari se ha apoderado de Jamaica.

MÚSICAS Y BAILES
Realmente es muy diversa la música según la zona, pero mantiene como rasgo común la fusión de ritmos europeos, africanos y nativos. En el Caribe de habla hispana, los ritmos más famosos corresponden a la salsa, la bachata, la cumbia y el merengue, conocidos por sus alegres tonalidades y sensuales bailes. La bomba y la plena puertorriqueña son hijos de la tradición africana, mientras que la rumba, a través de sus corrientes (el guaguancó, la columbia y el yambú) es reflejo de la idiosincrasia cubana.
En el Caribe francés aparecen el Konpa dirèk, estilo bailable similar al merengue, en Haití y las Antillas francesas, pero sobre todo en las islas de Guadalupe y Martinica.
Dentro del Caribe angloparlante figuran estilos como el calipso de Trinidad y Tobago, o el reggae en Jamaica, impulsado a nivel internacional por la figura icónica del cantante jamaiquino Bob Marley.

GASTRONOMÍA
No es de extrañar que en una región bañada por el mar la especialidad sean los pescados y mariscos, lo mismo en guisos que a la parrilla o a la plancha. En general, los acompañamientos corresponden a productos típicos como el coco, la yuca, el ñame, los guisantes, el arroz y el plátano frito.
Otra de las especialidades son las preparaciones agridulces con frutas tropicales (mango, papaya, aguacate, guayaba, coco, lima, carambola). Lo picante no se descarta, obtenido a través de variedades de pimientos y ajíes.
En cuanto a las bebidas y alcohólicas, no tienen competencia los jugos naturales, el agua de coco ni los cocteles que tienen su base en el ron.
Platos típicos: el calalú es una sopa muy condimentada que se compone esencialmente de vegetales y se extiende por Trinidad y Tobago, Jamaica, Haití, Guadalupe; el quimbombó gusta mucho en partes de Brasil y en Cuba, donde se saborea con gusto el ajiaco y el congrí, como mismo sucede con el sancocho en República Dominicana y en Puerto Rico, islas donde adoran el arroz con habichuelas. En esta última nunca faltan los pasteles en tiempos de Navidad (igual ocurre en Trinidad y Tobago), como tampoco las hallacas en Venezuela.

GRANDES FIESTAS
Son muchas las fiestas que se celebran amparadas por las aguas del Mar Caribe. Entre ellas destacan: el desfile Junkanoo en las Bahamas, con los pobladores disfrazados y bailando al ritmo de la percusión; el Carnaval de Trinidad y Tobago –uno de gran renombre en el Caribe– conserva el significado que esa fiesta tuvo para aquellos africanos que bailaban sus ansias de libertad cuando sus prácticas y expresiones sociales quedaban prohibidas, previo a la emancipación de 1838.
También el carnaval constituye un suceso fundamental en todo el Caribe francés. Desfiles llenos de colorido, comparsas, músicas y danzas tradicionales llenan de ritmo este acontecimiento. Asimismo es un espectáculo sin igual la emblemática Vuelta de las Yolas en Martinica, donde la Navidad tiene tan alta significación, especialmente celebraciones como los Chantés Noël.
Y como fiesta que convoca a los países del área a converger para vivir y crear, no hay como la del Fuego, como el Festival del Caribe de Santiago de Cuba, que ya suma 38 ediciones.