Tiempos de unidad y concertación
Aunque algunos estadistas prominentes y científicos sociales del planeta avizoraron -y alertaron- lo que se nos venía encima, a nivel mundial la megacrisis financiera en Estados Unidos irrumpió en el escenario internacional con toda su fuerza. Ahora amenaza, cual tsunami, con arrastrar en sus aguas procelosas a muchos países desarrollados de Europa y Asia, y sus efectos también se harán sentir, a corto, mediano o largo plazo, en cuanto rincón habitado de la tierra existe, por más que esté apartado de los grandes centros de poder y de las finanzas mundiales. Es la globalización de la crisis económica lo que tenemos delante.
El "efecto invernadero" socioeconómico. América Latina y el Caribe, por múltiples razones históricas, económicas y culturales, y en especial geopolíticas, ven con elevada preocupación lo que ocurre, y esbozan estrategias para hacerle frente a la crisis. Cadaquien da sus recetas, prescribiendo algunos fórmulas mágicas que lo curan todo.Pero no se trata de sacar remedios de la manga, ni tampoco de cruzarse de brazos. Pienso que el camino está esbozado, y un ejemplo de ello es el que hace algunos años transita el Caribe.
El CARICOM y otras entidades y organismos del área han ido logrando, sin alharacas ni estridencias, un amplio paquete de iniciativas, programas y proyectos, donde la unidad y la concertación son las palabras del día. De manera ordenada, teniendo en cuenta –y con el máximo respeto- la diversidad de sistemas, de culturas, de estructuras, creencias e identidades, vienen tejiendo una urdimbre, venciendo dificultades de todo tipo, incluyendo los desastres naturales, poniendo por encima de todo la aspiración de construir un Caribe mejor.
El intercambio comercial, turístico, cultural… la comunicación entre países e islas, pueden servir de ejemplos. Los planes concertados en materia de salud y educación avanzan. Crecen los contactos entre las autoridades nacionales, las entidades turísticas de la región, las destacadas personalidades de la cultura y el arte, y entrelos pueblos.
A las puertas de la XXVI edición de la Feria Internacional de La Habana, que goza del prestigio alcanzado en sus veinticinco ediciones anteriores, saludamos la celebración de este evento, como muestra significativa deunidad y concertación caribeñas, ahora más que nunca, y ante los tiempos difíciles que se nos avecinan.
JOSE CARLOS DE SANTIAGO