Playa Guardalavaca.
Panorámica de Santa Lucía.
El Nicho, Cienfuegos
Iglesia de Trinidad.

EL PARLAMENTO CUBANO APROBÓ UNA NUEVA LEY DE INVERSIÓN EXTRANJERA QUE ESTIMULA LA INYECCIÓN DEL CAPITAL FORÁNEO PARA ASÍ LOGRAR EL DESPEGUE DEFINITIVO DE LA ECONOMÍA NACIONAL. EL TURISMO RESULTA UNA DE LAS ÁREAS DONDE MÁS OPORTUNIDADES APARECEN

 

Varadero y La Habana. Ahí se concentra la atención y el recuerdo de muchos que desean visitar Cuba, o ya han estado en la Isla. Sin embargo, la llamada Llave del Golfo es mucho más que eso. En sus largas costas guarda playas vírgenes, naturaleza inexplorada, historias de las ciudades que se conservan como en la época colonial, y mucho más. Por ello, la recién aprobada Ley de Inversión Extranjera supone un nuevo camino para el turismo en Cuba: el camino de la diversificación de las atracciones.

La flamante legislación genera muchísima expectativa, ya que supone la más amplia apertura a los mercados internacionales con los que se ha relacionado el país desde 1959; y el comienzo de negociaciones con otros nichos económicos, que podrán encontrar en la Mayor de las Antillas un escenario exótico para depositar dinero y obtener ganancias.

Facilidades tributarias y garantías para los inversores atraen a empresarios de todo el mundo que tienen a su favor un mercado prácticamente virgen. Si bien el turismo resulta una de las áreas con mayor participación del capital extranjero, ahora –ante el nuevo escenario– las posibilidades se multiplican.

Funcionarios del Ministerio de Turismo afirmaron que la estrategia se centra en territorios como Guardalavaca, al norte de Holguín (noreste de la Isla); en la costa sur central, Cienfuegos y Trinidad; también en Playa Santa Lucía, al norte de Camagüey; y en el polo turístico de Covarrubias, al norte de Las Tunas –donde yacen playas inexploradas e ideales para el turismo que busca el mar– una zona completamente virgen de explotación. La idea es alejarse de los polos tradicionales como Varadero y La Habana, y así aprovechar la riqueza natural de otros lugares del país.

Entre las actividades que el sector pretende potenciar se encuentran el turismo de naturaleza y de salud, el buceo, la náutica, el turismo de recorrido y de circuitos, aprovechando así las condiciones naturales y climatológicas del Caribe insular. En Cuba ya existe una amplia representación extranjera: operan 26 empresas mixtas y 67 contratos de administración firmados y en gestión con 17 cadenas hoteleras. Sin embargo, queda aún mucho terreno por delante, si tomamos en cuenta que las potencialidades turísticas del país siguen sub-explotadas.

Por ello, las nuevas disposiciones proponen 55 oportunidades, de ellas 20 para el desarrollo hotelero y dos dedicadas a construir proyectos inmobiliarios asociados a campos de golf. Se suman 33 contratos de administración y comercialización hotelera en instalaciones nuevas y existentes, lo cual significa una administración conjunta y la división de los ingresos obtenidos entre la entidad cubana y la extranjera.

Estas posibilidades de negocios fueron expuestas en la Feria Internacional de La Habana celebrado el pasado noviembre, donde también se evidenció la disposición del Gobierno cubano a abrirle las puertas al capital extranjero. De esta manera se pretenden alcanzar los índices de crecimiento necesarios para el despegue decisivo de la economía cubana.

 

¿Qué ofrece la Nueva Ley?

La nueva ley acelera los procesos de autorización de los permisos por parte de las instituciones. Actualmente los ministerios disponen de hasta 45 días para ofrecer una respuesta a un proyecto que no exceda los 5 millones de dólares. Si la propuesta rebasa ese monto de dinero, el Consejo de Ministros tendrá 60 días para aprobarla o no. Además, esta ley permite la inversión de hasta 5 millones de dólares en la propiedad privada, en caso de que esté organizada bajo el sistema de cooperativa.

En cuanto a las cuestiones tributarias también se ofrecen facilidades. Antes se exigía un 30% de impuestos sobre las utilidades y un 25% sobre la fuerza de trabajo. El nuevo documento legal disminuye a la mitad los impuestos sobre utilidades y elimina el impuesto sobre la fuerza de trabajo.

 

Un vecino ahora más cercano...

El pasado diciembre se conoció el restablecimiento de las relaciones diplomáticas entre Cuba y Estados Unidos. Si bien, el bloqueo impuesto por Washington hace más de 50 años sigue vigente, el presidente Obama ha tomado una serie de decisiones ejecutivas que pretenden acercar a ambos países.

Aunque los norteamericanos –por ley– no pueden viajar libremente a Cuba, sino que deben aplicar a una licencia especial otorgada por el Departamento del Tesoro y por el Departamento de Estado; ante este nuevo escenario se espera que un número mayor de estadounidenses visiten la Isla, debido a la ampliación de estas licencias.

Aunque más estadounidenses vengan a Cuba, impulsados por el hecho de que en breve podrán pagar con sus tarjetas de crédito en el país caribeño, las compañías hoteleras norteamericanas aún no pueden invertir o establecerse en el territorio nacional. Por ello, la industria turística de la Isla debe prepararse para recibir la visita de lo que se estima comience por unos miles y termine en millones de visitantes norteamericanos.

Se avizora un aumento del tráfico de visitantes, para lo que se hace necesario incrementar y optimizar la infraestructura hotelera, así como diversificar los productos turísticos, una oportunidad nada despreciable para quien quiera apostar por una inversión inteligente.

 

Cuba posee más de 400 playas naturales, más de 400 cayos e islotes, 10 sitios categorizados por la UNESCO Patrimonio de la Humanidad, condiciones climatológicas excepcionales y elevada seguridad social. Un escenario abierto a la creatividad de los inversionistas más sagaces