Del 24 al 26 de Junio de 2015 en Santiago de Cuba

 

LA CONSTITUCIÓN DEL CONSEJO REGULADOR DE LA DENOMINACIÓN DE ORIGEN PROTEGIDA “CUBA” PARA EL RON CUBANO, PROPICIARÁ UN MAYOR COMPROMISO DE LOS PRODUCTORES CON LA CALIDAD DE SUS PRODUCTOS Y AUMENTARÁ SU VALOR COMERCIAL

 

Para hablar de Cuba resulta obligatorio aludir a su gente amable y divertida, a sus playas paradisiacas, a su cultura rica y siempre viva, a su amplia gama de puros, a La Habana con su enigmático malecón, y a Santiago, a los carnavales. Pero también al ron. Pensar en esta Isla sin su ron es cercenar una parte insoslayable de su cultura, es borrar al “Papa” Hemingway de nuestra historia —ese era fanático al daiquirí y a las bebidas fuertes—, es restarle sabor a una de nuestras tradiciones más genuinas. Entonces, si hablamos de aguardiente y añejos de lujo, si decidimos darnos un trago y evocar el mejor destilado de la caña de azúcar, hay que brindar por la Corporación Cuba Ron S.A. y a lo grande, sobre todo porque cada vez es más universal, más auténtica y reconocida, pero también más cubana.

Por ello le fue otorgado el derecho al uso de la Denominación de Origen Protegida “Cuba” (DOP CUBA), distinción legal que aumenta el valor comercial de sus productos y contribuye al prestigio de la Corporación. No es un secreto que muchos países del Caribe presumen de contar con los mejores rones del mundo. Sin embargo, los que se producen en Cuba hacen gala de un “know how” único, a través de un antológico y bien guardado secreto, sustentado en la conservación de los más antiguos caldos (aguardientes y rones bases). Todo bajo el toque mágico y la sapiencia de consagrados Maestros Roneros.

Precisamente fue Cuba Ron la encargada de rescatar esta historia y tradición centenaria, para aunar bajo un mismo sello a la cultura ronera que prevalece en la industria nacional y que desde hace mucho engrandece en cada rincón del orbe el nombre de esta tierra de buen tomar. En ese afán fortaleció sus fábricas, con rúbricas doradas de la talla de Havana Club, Santiago de Cuba, Cubay, Caney y otros, productos que hoy satisfacen los más disímiles gustos y mercados, y que se caracterizan por su limpieza, transparencia, brillantez y exquisito sabor, garantizando siempre un valor sensorial libre de extractos, saborizantes y esencias artificiales.

Esa es la tarea del Consejo Regulador de la DOP CUBA para el ron cubano: garantizar su control, administración, comunicación y protección, para potenciar el compromiso de los productores con la calidad de los productos.

“Es algo que se merece el ron cubano desde hace mucho, pero al mismo tiempo es la manera de medir cuánto ha avanzado Cuba Ron en el respeto a la tradición de nuestro ron, en su fundamento cientí_ co técnico, en todo. Es el compromiso con una cultura, el amor a una cultura, la con_ rmación de la reivindicación ante el mundo del ron cubano de siempre”, afirmó José Pablo Navarro Campa, Primer Maestro Ronero.

Las Denominaciones de Origen son denominaciones geográficas de un país, una región o un lugar, que además de indicar el origen del producto, provocan que las características, reputación o calidad del mismo, se deban fundamentalmente a la influencia de los factores naturales y humanos de la zona en el proceso de extracción, elaboración y producción del producto. Además, son signos de titularidad del estado cubano y pertenecen al patrimonio nacional. En tanto, la Oficina Cubana de la Propiedad Industrial (OCPI) es la entidad encargada de declarar su registro y de conceder derechos de uso sobre estas.

“Esta es la verificación de la confianza depositada por los productores cubanos, por el Ministerio del Comercio Exterior y la Inversión Extranjera. Todo esto eleva nuestros compromisos, que están encaminados a aumentar las exportaciones del ron cubano, con su calidad y prestigio característicos”, acotó Juan González Escalona, presidente de la Corporación Cuba Ron S.A y del Consejo Regulador de la DOP CUBA.