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Las confecciones textiles de la Empresa Provincial de Industrias Locales DeModa-UNIL, han sabido renovarse con propuestas de diseño cada vez más modernas y atrevidas, sin perder el sello de lo criollo.

Ya sea en un guateque campesino o en una ceremonia protocolar, la guayabera siempre otorga un toque de distinción y elegancia a quien la porta.

Esta prenda –tan autóctona de Cuba como el Habano– es la única capaz de desplazar al tradicional traje de cuello y corbata, con sus amplios bolsillos y bandas de alforcitas o plisados.

Enraizada en lo más hondo de la cultura nacional, la singular camisa de tela ligera ha logrado sortear el tiempo y el olvido, renovándose con propuestas de diseño cada vez más modernas y atrevidas, sin perder el sello de lo criollo.

Así lo demuestran las confecciones de la Empresa Provincial de Industrias Locales DeModa-UNIL,  decoradas con las más tradicionales alforzas y bordados, pero con líneas y cortes muy contemporáneos.

De la calidad de sus producciones –elaboradas con tejidos de lienzo, lino, algodón y otros materiales– se nutren prestigiosas boutiques de Cuba y de países como Panamá e Italia. No obstante, DeModa-UNIL también presume de otras creaciones exclusivas para hoteles y empresas, como mantelería, ajuares, cortinas textiles y de PVC, alfombras, muebles, tapicería, e incluso uniformes de cocina.

Con un personal altamente calificado, DeModa-UNIL logra satisfacer cualquier capricho en materia de diseño y confecciones textiles. Sus propuestas, donde se funden lo tradicional y lo moderno, están pensadas para hombres y mujeres de todas las edades y gustos, incluso para los más pequeños.

El origen de la guayabera ha sido disputado por panameños, mexicanos, filipinos y cubanos. Pero la mayoría atribuye su creación a un inmigrante español que llegó a Cuba en 1709. Necesitado de un traje cómodo para trabajar, le encargó a su esposa la confección de una camisa amplia y fresca, con grandes bolsillos a cada lado, que le permitiera a la vez llevar consigo el gustado tabaco