Copán la Atenas del mundo Maya
Localizado en el oeste de Honduras, en un valle pintoresco cerca de la frontera con Guatemala, floreció el antiguo Copán entre el 426 y 820 DC.
Durante un tiempo, plazas magníficas, canchas de pelota y templos fueron construidos y frecuentemente embellecidos con espléndidos diseños; increíbles avances fueron hechos tanto en el arte como en la astronomía, y la población alcanzó cerca de los 30 mil habitantes. Los logros de entonces aún están en exposición hoy en la forma de estelas ricamente esculpidas (monumentos tallados en piedra), elaboradas tumbas y una escalera tallada con jeroglíficos, uno de los atractivos más prominentes del lugar, con miles de glifos que documentan la historia de los antiguos mandatarios de la ciudad.
David Sedat es un reconocido arqueólogo y una de las principales autoridades en Copán. Él ha estudiado esta región maya desde principios de 1970 y ha vivido allí las últimas dos décadas. Trabajó como director de campo del Proyecto de Copán del museo de arqueología y antropología de la Universidad de Pensilvania, y fue parte del equipo que exhumó uno de los más fascinantes descubrimientos del sitio: tres tumbas reales, una de las cuales contiene los restos de Yax k´uk Mo´ (fundador dinástico de Copán) y otra que contenía los restos de la esposa de Yax K´uk Mo´, “la dama en rojo”. Nuestro equipo de la Universidad de Pensilvania tuvo el honor de descubrir las tres tumbas reales, recuerda David. Fue un hecho sin precedentes. Yo ayudé en la excavación de dos tumbas en particular: la tumba de Yax K´uk Mo´(fundador de Copán) y la tumba de una mujer que se cree fue su esposa, que era llamada “la dama en rojo”.
La tumba de ella fue particularmente fascinante. Localizada en la profundidad de la acrópolis, estaba acompañada de jade, arte cerámico, collares extremadamente valiosos de madre perla y vistiendo una falda hecha de mil lentejuelas de jade. Ella fue vestida para la vida después de la muerte como la diosa de la luna, por eso fue enterrada con herramientas para tejer y otros símbolos asociados con esa deidad. Ella era claramente venerada, una figura de culto. Después de su muerte, la tumba fue reentrada en repetidas ocasiones y sus huesos fueron cuidadosamente pintados con rojo cinabrio. Copán era como un lugar de nacimiento y renovación. Su descubrimiento sugirió que Copán fue un importante centro de peregrinaje para mujeres, exaltando el papel de la mujer en la sociedad.