El Biomuseo de Panamá exhibirá la fascinante historia del surgimiento del istmo durante los últimos 12 millones de años, mientras que lentamente separaba primero las profundas conexiones marinas, y  sucesivamente  otras más superficiales, hasta que el Atlántico fue completamente separado del Pacífico, lo que originó una modificación radical en los patrones de circulación oceánica, y a la vez generó  drásticos cambios en el clima mundial.

La obra, de 4 000 metros cuadrados y ocho galerías, ha sido concebida como un centro educativo para aprender de la biodiversidad que existe en el país, cómo entender, ver y conservar nuestro ambiente, mostrar el amplio laboratorio de estudio sobre la evolución de la vida del planeta que cohabita en  Panamá, debido a su compleja  historia y gran concentración de especies.

Diseñado por el arquitecto canadiense Frank Gehry, ha sido erigido en el área de Amador, a orillas del Pacífico, donde antiguamente operaba una base del Comando Sur de Estados Unidos, pero que revertió  Panamá por la firma de los Tratados Torrijos-  Carter en 1979.

Gehry, de 83 años, ha sido autor de imponentes proyectos como el Museo Guggenheim de Bilbao (España) y el Frederick Weisman de Minneapolis (Estados Unidos). Las ocho galerías de exhibición permanente con las que han sido dotado el edificio son una creación de Bruce Mau Design, una simbiosis entre espacio y contenido, que el visitante recorrerá secuencialmente, donde cada galería tendrá una enorme pieza que ha sido llamada “artefacto de asombro” como centro de atención. Además de los espacios principales, el museo incluye un atrio público, un espacio para exhibiciones temporales, tienda, cafetería y exhibiciones exteriores múltiples localizadas en un parque botánico diseñado por la paisajista Edwina von Gal.  Todo el contenido científico del Biomuseo ha sido desarrollado por el equipo de científicos del Instituto Smithsonian y la Uni- Biomuseo de versidad de Panamá. Los visitantes tendrán un papel activo en la búsqueda de respuestas que el propio museo les hace plantearse.

La concepción de arte y ciencia se propone tener un impacto profundo en el quehacer educativo de toda la población, particularmente en los temas de biodiversidad. El diseño también se pensó en la atención de los visitantes de dos tipos: el casual, que se interesa en las grandes letras, textos breves, dramáticos especímenes o poderosos gráficos y elementos interactivos que le transmitirán los puntos más  importantes de la exposición; y el más interesado, que recibirá información detallada en una narrativa más elaborada, gráficos y mapas explicativos, videos y tablas analíticas. La instalación, edificada a un costo de más de 90 millones de dólares, abrirá sus puertas al público el 1º de febrero de 2014 y se espera que la visiten anualmente unas 600 000 personas, según anunció Margot López, coordinadora de Comunicaciones del Museo.