Amarse en el Caribe
No quiero ni puedo averiguar a quién, cuándo o cómo, se le ocurrió la brillante idea de organizar bodas en hoteles a orillas del mar. Lo importante es que tal idea se haya convertido en moda y encontrado su mejor destino en el Caribe. Ninguna otra región del mundo posee un clima que mantenga cálidas las guas durante todo el año, ni ofrece diversidad mayor de ambientes festivos -desde el color febril de la naturaleza hasta la intensidad de sus ritmos- que los más de 30 países bañados por ese mar de sonoro nombre masculino, que calienta los contornos internos de la femenina América. Sabiendo cuánto invitan al amor sus parajes costeros, las más prestigiosas cadenas hoteleras, han escogido al Caribe para levantar algunos de sus más famosos hospedajes de lujo y cabañas privadas a tono con la exótica naturaleza de cada lugar.
Amarse en el Caribe podría ser el letrero de bienvenida a cuanto hotel se levanta en las islas de la zona. Se dice de ellas que tienen corta vida con respecto a los continentes, por aquello de que el mar subirá a sus tierras un día que por ahora parece lejano. Quizás por eso, mirarlas y disfrutarlas sigue siendo lo más cercano a la idea del Edén que nos contaron de niños. Y engendrar vida allí una especie de canto a la salvación de la especie.
Y es que toda la humanidad está, de algún modo, representada en esas islas y países ribereños en los que se habla inglés, francés, español, holandés y hasta una extraordinaria mezcla de lenguas y dialectos como el papiamento.
Por sus cercanías transitan infinidad de cruceros que unen América con el resto del mundo. Al aproximarse y descender a tierra, sus pasajeros descubren una riqueza cultural autóctona, a la que se añade la múltiple influencia de más de medio siglo de presencia europea, africana y asiática, que han dejado huellas de tal riqueza que hoy forman parte del Patrimonio Cultural de la Humanidad.
Así es que nada como el Caribe para disfrutar de frescos días soleados y románticas noches a la luz de la luna; asistir a las coloridas fiestas locales, los más alegres carnavales y festivales musicales, danzarios o teatrales; aventurarse en ambientes de naturaleza virgen o practicar todo tipo de deportes náuticos, incluido el buceo en fondos marinos de extraordinaria belleza, donde no es raro descubrir los restos de naves de corsarios y piratas.
Todo el año, hay un sitio en el Caribe ideal para jurarse amor eterno. Esa es la promesa cumplida por sitios descollantes por el creciente flujo de parejas que llegan a casarse en los lujosos resorts de Cancún, en el Caribe mexicano, o en las famosas islas antillanas de Cuba, Jamaica y Santo Domingo, o tal vez un poco más al este, en el arco de la pasión formado por las islas de Barlovento y Sotavento, donde brillan Antigua y Santa Lucia, o en ese nudo de civilizaciones que es Panamá, donde a los encantos de la naturaleza se suma un paraíso para quienes adoran salir de compras, en busca de un obsequio único.
No es casual que Santa Lucía y Antigua figuren este año en la lista de los cinco principales destinos para viajes de bodas desde el mercado británico, según reveló un estudio de los especialistas en turismo de lujo de largo recorrido Hayes y Jarvis. Cuba, la mayor de las Antillas, que se confirma archipiélago más que isla en las decenas de cayos que la rodean, ofrece también lujosos y acogedores resorts cinco estrellas Todo Incluido en las cayería norte y sur de la isla grande, gerenciados por las más prestigiosas firmas hoteleras, especialmente de España.
La reconocida cadena Meliá ofrece servicios exclusivos de bodas y luna de miel en 20 hoteles distribuidos en los más refinados parajes de sol y playa o de ciudad. Uno de sus íconos es el hotel 5 estrellas Superior Todo Incluido Meliá Varadero, situado en una de las playas consideradas entre las mejores del mundo.
Bodas, lunas de miel o renovación de votos –un motivo para volver a vivir momentos inolvidables- reciben un trato diferenciado en esa cadena hotelera, que ofrece desde un coordinador para la ceremonia matrimonial hasta personal para organizar locaciones, decoración, regalos.
Cuba acaba de ser reconocida en el sitio de viajes británico love holidays. com como el más popular para 2014, con una cuota de 70 % de todas las reservas hacia la región, en tanto Jamaica –otro destino estelar para bodas- es el de más rápido crecimiento, con una progresión interanual de 50 % en las reservas.
Hablando de Jamaica, identificada como “uno de los destinos más románticos del mundo,” su oferta especializada para bodas y lunas de miel llega al punto de diferenciar destinos, según las cualidades y apetencias de las novias. Montego Bay, Negril, Ocho Rios, Port Antonio y la costa sur, entre otros destinos, ofrecen el ambiente ideal para la boda perfecta. Para facilitar los trámites, la Oficina de Turismo de Jamaica cuenta con un servicio de concierge en línea llamada “Wendy” para las parejas que estén planeando su boda soñada en la isla. México lo tiene todo, afirman sus promotores. Los hoteles de la Riviera Maya son el entorno perfecto para una boda exótica en la orilla del mar Caribe, ya sea una fiesta formal o una reunión más relajada; un entorno natural, rústico y exótico o bien uno elegante.
Según datos de la Secretaría de Turismo, las 32 000 bodas de visitantes foráneos que se realizan como promedio cada año en el país generan ingresos por casi 3 000 millones de dólares, y el destino recibe 25 por ciento del turismo de bodas para competir con Jamaica, Puerto Rico y República Dominicana.
“Si hay algo que me provoca envidia cada vez que visito una playa caribeña es ver a las parejas que deciden casarse frente al mar”, me comentó un amigo dominicano que ha decidido hacer votos más de una vez con tal de reunir amigos en un hotel de playa con el amor como motivo.
Quién podría negar que algo en la atmósfera se torna especial ante el encanto de una unión frente a las aguas cálidas del Caribe. Más especial aún, si se dispone de un hotel con un staff entrenado en armar eventos festivos y de amigos dispuestos a acompañar el momento más lindo de la vida de una pareja.
Los requisitos para casarse son diferentes en cada país caribeño. Revise los detalles en los sitios webs nacionales de turismo y aproveche las innumerables ofertas disponibles para convertir sus sueños de amor en una realidad inolvidable.