Cine cubano independiente
Mucho antes de que tuviera su estreno comercial en una sala de cine habanero, donde el público pudiera disfrutarla con el confort del aire acondicionado y en pantalla ancha, Melaza, el primer largometraje del joven cineasta Carlos Lechuga, formaba parte de los combos o colecciones de cinco películas copiadas en dvds piratas, que venden comerciantes ambulantes por dos cuc, en cualquier esquina de la ciudad.
Señal de los tiempos. Los elogiosos comentarios de los cinéfilos durante las jornadas del Festival Internacional del Nuevo Cine Latinoamericano, que cada diciembre se apodera de la capital cubana, avalaron el Premio de la Prensa Cinematográfica con el que se alzó en ese certamen. Y rápidamente pasó al mercado de oferta y demanda de los vendedores callejeros.
Aunque su estreno en una sala comercial de La Habana debió esperar hasta principios de octubre de 2013, desde diciembre de 2012 Melaza registró una cadena de éxitos que ha puesto a su director y guionista en la vanguardia de jóvenes creadores cubanos, que deben inventarse su propia maquinaria para materializar sus sueños.
Melaza es justamente una producción independiente coproducida por Producciones 5ta Avenida, Jaguar Films de Panamá y 13 Production / Promenades Films de Francia. También participa el canal ARTE, el programa Ibermedia, Sinergia y Hubert Bals; las ventas internacionales las lleva Latinofusión y Habanero Films.
El filme ha recibido importantes distinciones, entre ellas, el Premio a la mejor película latinoamericana en el 16 Festival de Málaga; Premio del jurado en el Vancouver Latin American Film Festival; Premio especial del jurado en la Muestra de Jóvenes Realizadores de Cuba. Además, tuvo su estreno internacional en el Festival de Rotterdam y el honor de ser la película de clausura del Festival de Toulouse.
La lista no termina ahí. Apenas iniciada una gira para cumplimentar invitaciones de 25 festivales, incluidos importantes concursos en ciudades de Estados Unidos, el primero en la lista distinguió a Melaza con el máximo galardón. El triunfo llegó en el Festival de Cine de Trinidad y Tobago, un evento
que desde su fundación en 2006 continúa evolucionado como uno de los principales acontecimientos culturales del Caribe.
Durante sus dos semanas, el evento organiza talleres, paneles, mesas redondas, seminarios, conferencias y oportunidades de networking, que lo convierten en uno de los promotores fundamentales del crecimiento de la industria cinematográfica en la región.
De ahí la trascendencia del Premio a la Mejor Película, concedido al joven Lechuga. Uno de los secretos del éxito del cine de este joven creador es su sólida formación profesional. Lechuga, de 30 años, cursó estudios de dirección en el Instituto Superior de Arte (ISA) y de guión en la Escuela Internacional de Cine y Televisión de San Antonio de los Baños.
Como guionista el joven creador tiene en su haber tres largometrajes: Club Habbana, ganador del Premio al Guión Inédito en el Festival Internacional del Cine Pobre; El edén perdido, ganador del Premio del Público en el 1er. Festival de Filmes para la Televisión de Málaga, España; y Penumbras, dirigida por Charlie Medina, entre otras.
Su trabajo como director incluye varios cortometrajes como Los bañistas y Cuca y el pollo. Los bañistas se alzó con el Hugo de Plata en el concurso de cortometrajes del Festival de Cine de Chicago, una primera mención en el Festival Latinoamericano de Amberes (Bélgica) y además el Coral de La Habana, con el reconocimiento de la Asociación de la Prensa Cinematográfica, que lo destacó como el mejor corto del año.
Melaza brilla con luz propia por sus propios valores artísticos. Según su autor, Melaza “es el nombre del pueblo donde ocurre todo. El tiempo y el ritmo de la película son pausados, calmados y a veces espesos. A medida que la trama se desarrolla, los personajes son como dos moscas que vuelan alrededor de una caldera de melaza, y aunque tratan de escapar, se quedan empotrados dando vueltas y volviendo al inicio sin poder escapar.”
La historia es aparentemente sencilla y los personajes Aldo (Armando Miguel Gómez) es un profesor integral que da clases de natación en una piscina vacía; y Mónica, su mujer, (Yuliet Cruz) es la única trabajadora y administradora de un central que está en espera para recomenzar.
Pero, según reflejó una publicación local, de los filmes cubanos recientes donde se pone en escena la dificultad del amor en circunstancias difíciles –Fábula (Lester Hamlet, 2010); Irremediablemente juntos (Jorge Luis Sánchez, 2012); Boleto al Paraíso (Gerardo Chijona, 2010)– es este el que mejor resuelve la ecuación que lo convierte en experiencia cinematográfica en vez de artefacto de la retórica literaria y teatral.
El staff de Producciones 5ta Avenida lo conforman Claudia Calviño e Inti Herrera —producción—, Ernesto Calzado y Luis Franco —dirección de fotografía—, Rubén Valdés —diseño sonoro—, Jesús Cruz — música original—, Alain Ortiz —dirección de arte—, Alicia Arteaga —diseño de vestuario—, Luis Ernesto Doñas —montaje—, entre otros.
A pesar de sus limitacines financieras, ya cosechan sus primeros éxitos internacionales, como la producción de Juan de los Muertos, de Alejandro Brugués, una película que recientemente obtuvo un Goya. En cuanto al futuro del cine cubano independiente, la productora Claudia Calviño cree “que es el momento para que avancen propuestas como esta y tengo todas mis esperanzas puestas en ello”. La joven integra además una de las comisiones de creadores que trabajan en el diseño de lo que será el cine en Cuba.
Respecto a los planes futuros de Lechuga, reveló que trabaja junto al veterano Eliseo Altunaga, en el guión de su próxima película: Santa y Delfín. “Es una historia de amor, entre un escritor homosexual y una guajira. Es una película con una temática social, al igual que Melaza, pero un poco más clásica que esta. El proyecto está en fase de desarrollo, buscando financiamiento”.