- Turismo oportunidades y progreso
«PROMOVER EL CRECIMIENTO ECONÓMICO INCLUSIVO Y SOSTENIBLE, EL EMPLEO Y EL TRABAJO DECENTE PARA TODOS». LA INDUSTRIA SIN HUMO SE PRESENTA PERFECTA PARA PODER HACER REALIDAD UNO DE LOS 17 OBJETIVOS DEL DESARROLLO SOSTENIBLE, QUE PERFILAN LAS AMBICIOSAS METAS PARA 2030
Desde finales del siglo XX, el desarrollo sustentable se ha situado como uno de los ejes más importantes sobre el que se articulan las políticas públicas de la mayoría de los países. Claro, ello requiere de una profunda reorientación de los procesos económicos, sociales y políticos, para de ese modo transformar ese concepto tradicional que ha estado centrado, sobre todo, en el crecimiento de la producción y el consumo.
Sin dudas, las políticas públicas nacionales constituyen una herramienta para lograr el progreso constante de los pueblos, en especial el crecimiento económico, la inclusión social, la creación de empleo, la mitigación de la pobreza y la capacitación... En esas y muchas otras metas se concentran los 17 Objetivos del Desarrollo Sostenible acordados en el 2015 por los países miembros de la ONU, que regirán los diferentes programas durante los siguientes 15 años.
De entre esos objetivos, el número 8 ha sido muy relacionado con el sueño de un turismo sostenible que, por supuesto, propicie puestos de trabajo y potencie la cultura y los productos locales.
«Promover el crecimiento económico inclusivo y sostenible, el empleo y el trabajo decente para todos». Ese es el sentido del Objetivo No. 8 sobre «Trabajo decente y crecimiento económico».
Para nadie es un secreto que «alrededor de la mitad de la población mundial aún vive con el equivalente a 2 dólares al día. Con demasiada frecuencia, tener un empleo no garantiza la posibilidad de escapar de la pobreza. Una carencia persistente de oportunidades de trabajo decente, inversiones insuficientes y bajo consumo producen una erosión del contrato social que es el fundamento de las sociedades democráticas: el derecho de todos a compartir el progreso.
«Colocar la creación de empleos en el centro de la elaboración de las políticas económicas y de los planes de desarrollo, no solo permitirá crear oportunidades de trabajo decente, sino también un crecimiento más sólido e inclusivo que permitirá reducir las desigualdades. Es un círculo virtuoso que beneficia tanto a las economías como a la población, y es un motor del crecimiento sostenible».
La Agenda 2030 del Desarrollo Sostenible llegó para «sustituir» los Objetivos del Milenio, y persigue, entre otros fines, eliminar la pobreza, alcanzar un crecimiento económico continuo e inclusivo, lograr la protección del medioambiente y promover el consumo responsable.
POLÍTICA Y POLÍTICAS PÚBLICAS
La política y las políticas públicas son entidades diferentes. No obstante, ambas se influyen de manera recíproca, al tener que ver con el poder social. Mientras aquella es un concepto más amplio, relativo al poder en general, las otras ofrecen soluciones específicas de cómo manejar los asuntos de interés para la sociedad.
Es evidente que una mejor capacidad de respuesta se puede obtener a partir de propiciar la cercanía entre los hacedores de políticas y las comunidades. Ello otorga más transparencia al desarrollo territorial, así como un claro incentivo a la introducción de innovaciones a la gestión local y a la mayor responsabilidad de la población en la esfera política. La información es un antecedente indispensable de toda participación ciudadana. De este modo puede generarse opinión pública y no solo conformarla mediante encuestas o mensajes.
El acceso a la información puede favorecer una mayor participación social y, al mismo tiempo, mejorar la gestión pública de diversos modos.
PARA EL DESARROLLO TURÍSTICO
Como un conjunto de actuaciones y medidas emprendidas por las administraciones públicas relativas a la actividad turística en un determinado territorio se define la política turística.
Es también una responsabilidad del gobierno como conjunto de lineamientos que dirigen y pautan el desarrollo turístico nacional, que debe ser de naturaleza general para que pueda abarcar y cubrir a todos los actores económicos del sector.
La política pública del desarrollo deberá considerar al turismo como una actividad interrelacionada con los demás sectores de la economía y de la sociedad, que impacta y genera impactos en ellas, y que, por tanto, debe ser insertado en los planes integrales de desarrollo a escala local y nacional. Es por ello que las consideraciones de equidad en el crecimiento económico, la inclusión social, la creación de empleo y la preservación medioambiental y cultural, a la larga, son responsabilidad del gobierno y de las políticas públicas.
Toda política para el desarrollo turístico se elabora con un enfoque de promoción de la inversión turística sensiblemente ambiental, en observancia plena del ordenamiento ecológico, que se adapte a las condiciones del paisaje, minimice el impacto sobre el ecosistema y respete los patrones tradicionales de la cultura.
Corresponde a la política pública dictar las regulaciones para el desarrollo de las zonas de atracción y de facilidades turísticas que logre equilibrar la vocación turística de los inmuebles, procurando incorporar elementos de la arquitectura tradicional, las manifestaciones artísticas y artesanales de la localidad y respetar las condiciones ambientales locales. Debe considerar las condiciones urbanas y la estrategia de desarrollo urbano del lugar planteadas en los planes y/o programas de desarrollo urbano e incluir componentes que respeten la topografía, fauna, vegetación, clima y cualidades especiales.
Le corresponde a la política pública establecer estrategias que conciban la distribución equitativa de los beneficios económicos y sociales generados por el turismo.
La política pública del turismo provee de marco social y jurídico, así como de un conjunto de regulaciones e incentivos cuyas conclusiones permitan la identificación del potencial turístico de los destinos, así como sus capacidades de carga y las necesidades de equipamiento turístico proyectadas al corto, mediano y largo plazos, a fin de tener criterios puntuales para la ampliación y búsqueda de mercados, diseñar las atracciones turísticas y equiparar los productos turísticos a las normas internacionales de calidad sustentable, a precios competitivos y rentables.
Corresponde a las políticas públicas promover líneas de acción para los planes y/o programas de desarrollo urbano en sus distintos órdenes, que permitan diseñar estrategias acordes a los requerimientos de la población y su capital humano, al crecimiento de las ciudades y al adecuado ordenamiento del territorio y desarrollo urbano sustentable.
PARA EL BIENESTAR COMÚN
Como una herramienta para el desarrollo deberán diseñarse las políticas públicas nacionales de modo que puedan integrar los intereses económicos con los aspectos que incidan en este.
A los niveles de gobierno habrá que fomentar políticas públicas que incorporen a los sectores privado y social en la promoción y desarrollo del turismo con nuevos modelos alternativos y de administración de actividades turísticas sustentables, tales como el turismo cultural, de naturaleza y aventura; el ecoturismo, el histórico-patrimonial, así como todo tipo de productos turísticos y servicios de interés especial para los diferentes destinos o sitios. Ello posibilitará introducir incentivos económicos no necesariamente contemplados por el sector público.
Asimismo, la política pública nacional deberá proteger y promover el derecho de las comunidades locales a tener acceso y utilizar los lugares y recursos turísticos, para de ese modo fortalecer el sentido local de pertenencia con respecto a los atractivos valorados por los visitantes foráneos y contribuir a crear una actitud de custodia sobre los mismos.
Será entonces, la política pública turística un eslabón más de la política económica y social, dirigida a mejorar el bienestar de los ciudadanos de una comunidad.