Clase y distinción
Nacida en 1844, la marca H.Upmann viste siempre nuevas galas, como continuidad de una tradición tabacalera de gran prestigio. Fundada por un banquero de origen alemán cuyo banco no prosperó, su creación y desarrollo confirman ese trascendente y prolijo mestizaje que caracteriza a todo lo cubano.
Cultura, tradiciones, familias, incluso algunos Habanos, son en Cuba fruto de largas y continuas mezclas. Españoles y africanos constituyen los primeros pilares de la nacionalidad cubana, pero a ese árbol fundamental le crecieron ramas debido a sucesivas migraciones de chinos, franceses, haitianos, judíos de todos los países de Europa, ingleses, alemanes, dominicanos, polacos… y hasta japoneses. Y es precisamente la procedencia teutona la que produjo una de las marcas más emblemáticas del tabaco cubano, gracias al ahínco y la perseverancia de su fundador alemán que decidió instalarse en la tórrida Habana de la primera mitad del siglo XIX. Orígenes y camino de oro Se afirma que el gusto por los Habanos, fue lo que más pesó en la decisión de Herman Hupmann de establecerse en la capital cubana en 1840. Fundaría un Banco de Comercio y una fábrica de Habanos en 1844, y con el tiempo se quedaría sólo con el segundo de los negocios, el cual ha persistido hasta la actualidad con sus emblemáticos productos, considerados una ineludible referencia dentro de los Habanos más refinados, de una fortaleza suave-media en su sabor. Vitolas como Sir Winston, el Upmann No.2 y la línea Magnum, han devenido hitos entre los amantes de un Habano que es todo un símbolo del buen gusto y el constante mimo, la tradición y el exquisito hacer de los tabaqueros cubanos, algo de lo que hablan las numerosas medallas de oro que adornan sus cajas, obtenidas esencialmente en ferias internacionales a lo largo del siglo XIX. Apenas una año después fundada, la marca se había consolidado y se ampliaron las producciones de su planta inicial con el nuevo taller Flor del Pacífico, en sociedad con el compatriota Enrique Claufsen. En 1891, H.Upmann mudó su antigua sede en el número 75 de la calle San Miguel y se instaló en un edificio que podía acoger hasta 200 empleados y generar importantes producciones, en la Avenida de Carlos III. A principios del siglo XX, la propiedad pasó a la compañía inglesa Frankau, S.A. en 1922, y ésta la arrendó, a su vez, a una sociedad integrada por los españoles José Salaún y Francisco Fernández; y al alemán Paolo Meller. Tras no pocos vaivenes, al cumplirse sus primeros 100 años en 1944, la marca trasladó su planta de producción por esa época al No. 407 de la calle Amistad. En 2003 la fábrica H.Upmann se trasladó a un edificio de cuatro plantas situado en 23 y 14, en el barrio habanero de El Vedado, bien preparado para sus exigentes funciones, espacioso y con una fachada que abarca casi toda la manzana. Es el lugar especial en el que sigue anidando una tradición que se prolonga casi 170 años, una marca que se regenera como predestinada a la eternidad y que se ha distinguido por su característica fortaleza de suave a media y el aromático sabor de sus vitolas elaboradas a partir de hojas procedentes de las famosas Vegas de Vuelta, en Pinar del Río, la más occidental provincia cubana, considerada la tierra del mejor tabaco negro del mundo, por la excepcional calidad de su suelo, su microclima y la sabiduría de sus vegueros. Para todas las generaciones y momentos Precisamente como una de las novedades del XIII Festival del Habano, H.Upmann presenta su nueva vitola Half Corona (cepo 44 x 90 mm), muy indicada por su pequeño tamaño para disfrutar de un Habano, en cualquier circunstancia. Con los clásicos atributos de la marca en una pauta de sabor aromático y equilibrado y una fortaleza de suave a media, H.Upmann Half Corona es un formato corto, a tono con las actuales condiciones en que se desenvuelven amantes y aficionados del Habano, con poco tiempo a disposición y escasos lugares donde fumarlo; además de que resulta una atractiva opción, incluso, para los que empiezan a interesarse por el Habano.
Famosas vitolas de H.Upmann Calibre grueso Sir Winston, Upmann No.2, Magnum 46, Magnum 50 Connossieur No.1 Calibre mediano Majestic, Petit Coronas, Regalías, Coronas Major, Coronas Minor Calibre fino Coronas Junior, Epicures
Algunas vitolas de H.Upmann han devenido hitos entre los amantes de un Habano que es todo un símbolo del buen gusto y el constante mimo, la tradición y el exquisito hacer de los tabaqueros cubanos, algo de lo que hablan las múltiples medallas de oro que adornan sus cajas, obtenidas en ferias internacionales, esencialmente a lo largo del siglo XIX