Chocolates y Habanos
Sobremesa Gourmet
Confabulación de la naturaleza, arte y refinamiento, una larga evolución entre el ayer y el hoy, dos productos que para los habitantes originales del Nuevo Mundo, fueron común denominador de placer y adoración a los dioses. Una historia que ahora tiene nuevo vuelo con el maridaje entre los Chocolates Finos Artesanales Cubanos y los Habanos.
Como un regalo inestimable para los amantes de los grandes detalles y el placer gourmet, han sido acogidas las producciones de Chocolates Finos Artesanales de Cuba, desarrolladas en los últimos años bajo la marca Aurora, a partir del fino cacao aromático de Baracoa, dentro de un proyecto que ha liderado la Escuela Latinoamericana y del Caribe de Chocolatería, Pastelería y Confitería –adscrita al Instituto de Investigaciones para la Industria Alimentaria de Cuba–, que ya cuenta con 10 centros de elaboración en el país y varias boutiques para su comercialización. «Es todavía una proyecto joven, dice su directora María Cristina Jorge Cabrera, pero que reivindica la gran calidad del cacao trinitario de Baracoa –cultivado en el extremo oriente de Cuba–, de fuerte aroma y ecológico, cuyo licor y manteca son muy valorados en todo el mundo, con cotizaciones altas, si bien de todas maneras insignificantes, al compararse con el valor que adquiere esa materia prima, al convertirse en producto terminado de alto estándar.» Como parte de su Seminario Internacional, esta edición de la fiesta internacional que cada año reúne a detallistas, comercializadores y amantes de los mejores puros tipo Premium del mundo, ha programado una sesión de maridaje entre cuatro de los exquisitos bombones de Aurora –amargo, semi-amargo, con café Turquino y una exquisita trufa de ron Añejo 7 años de Havana Club–, y algunas marcas y vitolas del afamado tabaco de Cuba, como colofón de la conferencia Cacao cubano y Habanos, combinación perfecta para la sobremesa. «Consideramos el evento en este sentido como un espacio de gran importancia para la promoción de nuestros Chocolates Finos Artesanales», enfatizó María Cristina, al calificarlos como «alimento sensacional», que tiene su origen en los ricos cacaotales de los alrededores de la Ciudad Primada de Cuba, y que se hace producto comercial de élite como resultado del excelente beneficio de ese cacao, su cuidado procesamiento, la calidad superior de su licor y manteca y, finalmente, el trabajo artesanal en su elaboración, la fina presentación en estuches de diseño, con una gran creatividad y variedad de surtido tanto de tabletas, como de bombones sólidos, rellenos, bañados, trufas y rocas. «La proyección de futuro es llevar la chocolatería cubana a los más altos planos, con personal calificado y todos los requerimientos; y llegar con esta bombonería tan lejos, como han llegado nuestros Habanos y rones. Es un chocolate de sabor y aroma acentuados, alrededor del cual vemos grandes potencialidades por su calidad superior y el propio boom que ha tenido el alimento dados sus valores antioxidantes y nutritivos», destaca la directora de la Escuela Latinoamericana y del Caribe de Chocolatería, Pastelería y Confitería, situada en el Guatao, en la periferia habanera. La Escuela, inaugurada en marzo de 2001, con la colaboración de la Fundación para la Alimentación, la Nutrición y la Gastronomía Sostenible radicada en Cataluña, integra desde 2008 el proyecto regional La Ruta del Cacao, coordinado por la Oficina de la UNESCO para América Latina y el Caribe, regiones que aportan 14 % de la producción mundial de este renglón y entre las que sobresalen especialmente unas pocas zonas específicas que producen cacao orgánico legítimo, base para un chocolate ecológicamente puro, como el de Baracoa. Ese noble origen y su procesamiento sin ningún aditivo químico, refuerza en el chocolate de la Isla las múltiples propiedades para la salud de este alimento, como antioxidante, regulador de la hipertensión arterial, antinflamatorio y estimulante, además, debido a la presencia de triptófano, que genera en el organismo sensación de bienestar. La marca Aurora que identifica a los Chocolates Finos Artesanales de Cuba, tendrá su espacio propio en la Feria Comercial del Festival del Habano, presencia seductora y exquisita que delegados y participantes en el evento podrán disfrutar, en directo contacto con otro de los hijos pródigos de la naturaleza cubana.
La gran calidad del cacao trinitario de Baracoa –cultivado en el extremo oriente de Cuba–, de fino aroma y ecológico, lo sitúa entre los más valorados en todo el mundo
Maridajes Chocolate amargo Siglo VI de Cohiba, Partagás 8-9-8, Ramón Allones Chocolate semi-amargo La Gloria Cubana, Hoyo de Monterrey, Romeo y Julieta, H.Upmann Con trufa de Café Turquino Montecristo, Línea Clásica de Cohiba, Bolívar Con trufa de Havana Club 7 años Partagás Lusitania, Cohiba Lanceros, Montecristo