Pero mucho más sorprendente es descubrir en pleno centro urbano del más antiguo y famoso destino turístico cubano, al franquear un portón de la calle principal, que al otro lado nos aguarda un parque campestre, donde predominan todos los matices de verdes: cuidados prados salpicados de árboles centenarios y floridos jardines, alrededor de un lago; trillos sombreados por la vegetación, ideales para caminatas; una gruta natural que acoge un pequeño restaurante sin par; una mansión señorial de madera y techo de tejas, al estilo colonial, y hasta un bar que evoca la atmósfera de un pub inglés, donde cobra vida la era prodigiosa de Los Beattles y aporta una agradable dosis  de nostalgia.

Eso y mucho más encierra el Parque Josone, sitio de ensueño, lugar encantado, escogido para cerrar con un broche de alegría, la Feria Internacional de Turismo de Cuba (FitCuba/2013).

Será una noche de fiesta tropical, que desde la entrada permitirá a los invitados armarse de una copa con uno de los variados cocteles cubanos y emprender la caminata a lo largo de la rústica vía que permite recorrer el parque, sus prados, sus puntos de parada para degustar un platillo típico nacional, tapas, bocadillos, saladitos, exquisiteces de la cocina tradicional, gourmet y contemporánea cubana. Será una velada artístico-cultural, nos explicó René Morales Rodríguez, el atento administrador del Parque Josone, cuando todavía se daban los toques finales al escenario de esa noche, en la que se conocerán  los premiados en el Festival Gastronómico, que exhibirá los avances de los servicios culinarios en el turismo cubano.

Morales conoce la historia de este peculiar sitio verde, pulmón de la ciudad, modesto competidor del neoyorquino Parque Central. Por supuesto, es totalmente diferente. Este refugio natural de casi ocho hectáreas, surgió del inspirado amor de una pareja –José y Onelia- que fusionaron las primeras sílabas de sus nombres para bautizar la resguardada casa señorial, a la cual se podía llegar en yate desde la costa sur de la península de Hicacos, donde está enclavada la playa de Varadero, a través de un canal particular, y de la que se podía caminar directo hasta la duna de la playa, en la orilla norte, mediante un túnel construido bajo la calle donde está la entrada principal.  

Eso no era todo. La mansión principal, edificada en la década de 1940, se fue rodeando de jardines, piscina, salas de fiestas, otras viviendas auxiliares o para visitas, el lago artificial, alimentado por la lluvia y un original sistema de almacenaje y renovación del agua.

Declarada Patrimonio Nacional y sitio de utilidad pública y para el disfrute del turismo local e internacional, el Parque Josone recibe unos 400 visitantes diarios, de 9:00 de la mañana a 9:00 de la noche, o sea, unos 150 000 anuales. Una flotilla de botes permite a grandes y chicos navegar por el lago y un pequeño tren, casi de juguete, hace el recorrido del parque para solaz de los niños. 

Este inimaginable lugar de ensueño natural en pleno centro de Varadero será el sitio del adiós de FitCuba/2013. “Queremos que el último recuerdo que se lleven sea una fiesta típica, donde se disfrute y respire cubanía”, nos dijo Morales.