Charanga de Oro Excelencia de la Música Cubana
La Charanga de Oro es una agrupación musical cuya formación estructural, desde el punto de vista instrumental, se basa en el formato clásico denominado charanga, que tiene su génesis en su antecesor conocido por charanga a la francesa. Este formato instrumental «surge en los primeros años del siglo xx, como derivación de la orquesta típica o de viento. Interpreta, principalmente, danzones, aunque a partir del cha cha chá (1951) es vehículo idóneo para este nuevo género. Originalmente estuvo formada por flauta, violín, piano, contrabajo, timbal o paila criolla y güiro; después se le ha incorporado la tumbadora, dos violines más y tres cantantes». Varias agrupaciones en distintas épocas añadieron otros instrumentos, con el fin de enriquecer la sonoridad orquestal sin alterar su estructura característica; por ejemplo: Fajardo y sus Estrellas, Aragón, América, Orquesta Antonio María Romeo y Los Van Van.
Ninguna de estas modificaciones han alterado el formato básico de la charanga, más bien lo han enriquecido.
La Charanga de Oro mantiene la estructura clásica y la amplía con el violoncello, una trompeta, guitarra, dos flautas y drums. Este formato le permite interpretar todos los géneros de la música popular cubana, desde los más antiguos hasta las expresiones más contemporáneas. El extenso repertorio de esta orquesta, que abarca cerca de 80 obras, es una demostración de la riqueza genérica que ofrece a los más exigentes amantes de la auténtica música cubana. Al mismo tiempo, esta orquesta nos muestra un especial estilo orquestal con arreglos novedosos, tanto en la música más tradicional como en las piezas musicales más modernas, por lo que goza de amplia aceptación entre todos los públicos y generaciones, en Cuba y en otros países.
En sus casi dos años de existencia, y en el marco de una iniciativa de la Unión de Escritores y Artistas de Cuba -UNEAC- la Charanga de Oro ha realizado exitosas presentaciones en diversos escenarios y en lugares de excelencia en Cuba, como son el Salón 1930 Compay Segundo In Memorian del Hotel Nacional de Cuba, Café Habana del Hotel Meliá Cohiba, Hotel Sevilla de La Habana, Hotel Meliá Varadero, Hotel Sol Cayo Guillermo, Hotel Royal Sandals de Varadero, Teatro Nacional de Cuba, Salón Rosado Benny Moré de la Cervecería La Tropical, el Ali Bar de La Habana, entre otros, y la habanera Casa de la Amistad de 17 y Paseo, El Vedado, donde se presenta cada lunes en la noche. En el extranjero, se destaca la gira realizada por cinco ciudades de la Toscana, Italia, que culminó con un brillante concierto en la Sala del Conservatorio Estatal “Luigi Cherubini” de la ciudad de Florencia. Han actuado en la República Dominicana (Festival del Bolero) y se disponen a viajar próximamente a Venezuela y Colombia. En Caracas tomarán parte en el Festival Eternos Boleros y en el Festival Internacional de la Salsa.
La Charanga de Oro participa en dos importantes eventos cubanos: el Festival Boleros de Oro y el Festival del Cha Cha Chá, y ha realizado actuaciones en estelares programas de la televisión cubana. También la orquesta se distingue por presentarse con renombrados cantantes cubanos y de otros países como artistas invitados: Teresa García Caturla, Mundito González, Emilia Morales, Cuarteto Los Zafiros, Rolando Montero, «El Muso», y músicos como Tata Güines, Pancho Terry y Basilio Márquez. Ha incursionado en trabajos muy experimentales, incorporando a cantantes líricos de la Ópera Nacional, como Manuel Riopedre, Lucy Provedo y Ulises Aquino.
A propósito de la aparición del primer CD de la Charanga de Oro, Goza Mi Charanga, que ha recibido grandes elogios de crítica y de público, el conocido musicólogo Helio Orovio escribió unas notas que bien pueden resultar válidas para valorar a la joven agrupación: «José Loyola Fernández, adolescente, militó en la tropa de Efraín Loyola –primer flautista de la Orquesta Aragón- donde tocó la flauta y entregó arreglos para esa y otras orquestas. Más tarde se fue a Polonia para ampliar su diapasón musical, compuso música de concierto y popular, y ha dejado su impronta como profesor. La música, en fin, ha llenado los días de José Loyola Fernández. Hoy ha organizado esta Charanga de Oro, que puede ofrecer tanto un concierto elaboradísimo, como mover los pies de los bailadores en una fiesta antillana, donde ha reunido excelentes instrumentistas de diversas generaciones y voces de calibre innegable. Escuchar este disco es un regalo para el oído. En fin, riqueza temática, rítmica, melódica, armónica y sonora. Madurez, atrevimiento a veces, y sabor musical siempre.»