Un segundo puerto para La Habana
Ofrece reabastecimiento de combustibles, agua potable y vituallas, asistencia técnica y auxilio, y una oportunidad muy cómoda e interesante de recalar en tierra, en un puerto que es más una miniciudad turística con todas las facilidades para descansar y conocer la capital cubana y Cuba. Alguien la ha comparado con una moderna Venecia americana con hoteles, bungalows y apartamentos amueblados al máximo confort, una aledaña red de restaurantes variados y cafeterías, y otras oportunidades comerciales.
Con su bello hotel El viejo y el mar, que lleva el título de la célebre novela cubana de Hemingway, esta marina de yatismo se extiende cual una cabeza de playa para acercarse a La Habana. La aludida narración refiere la desafiante resistencia de un pescador cubano ante la fuerza descomunal de un peje de pico (un castero gigante) que ha logrado anzuelar un empeñoso anciano en esta aguas.
En este litoral se efectúa anualmente el Torneo Internacional de la Pesca de la Aguja, con el nombre del escritor norteamericano, quien fue su fundador hace medio siglo. En el Papa´s, un restaurante que no existía en 1960 cuando el insigne hombre de letras hacía puerto aquí y exhibía sus capturas y las de otros aficionados participantes del concurso, tuvo lugar un inolvidable suceso el 15 de mayo de este año.
Por primera y única vez se encontraron y conversaron Fidel Castro y Ernest Hemingway, congeniando al instante, como muestran las fotos del viejo Osvaldo Salas, consumado artista cubano que por virtual casualidad se hallaba en ese desembarcadero. Las imágenes fotográficas de aquel día cuelgan hoy de las paredes del Papa´s, luego construido para el turismo internacional. Fidel y Hemingway eran amantes de esta pesca a curricán, que se da prolífera frente a la costa de La Habana, en lo que el americano bautizó como el gran río azul, que es la corriente marina del Golfo o Gulf Stream, que un poco más al oeste de la ciudad gana en latitud a buena velocidad y entibia los litorales nórdicos de Nueva Inglaterra y hasta de Europa.
Por la misma zona marítimo-pesquera se halla el Club Habana, que ofrece a diplomáticos y ejecutivos foráneos radicados aquí sus servicios de alta calidad en cenas, reuniones, cócteles y tranquilas oportunidades de descanso junto a sus playas.