La capilla de Nuestra Señora de los Dolores es uno de los más significativos exponentes del arte sacro tradicional de la ciudad. Debe su construcción al mandato del sacerdote don Luis Piña y Provenza y se inició como lo indica una viga bajo el coro, el sábado 24 de enero de 1733. Para el culto se bendijo el 24 de abril de1740.

 

Su humilde belleza patrimonial quedó como testigo de todo el esplendor del antiguo templo. Es un exponente fiel de la arquitectura colonial cubana. Sus pilastras adornadas en las cuatro caras triangulares con azulejos que representan pasajes de la Biblia fueron producidas en Delf, Holanda e

introducidas en Bayamo por el comercio de contrabando. Se trata de piezas únicas realizadas con notable maestría y belleza.

 

La primera Bayamesa se escuchó en la madrugada del 27 de marzo de 1851, en el ventanal de la Señorita Luz Vázquez, quien fue después combatiente mambisa. Se la dedicó en serenata su novio

Pancho Castillo y Moreno, coautor musical junto a Carlos Manuel de Céspedes.

 

De la letra se encargó el poeta José Fornaris y la interpretó el tenor Carlos Pérez, acompañado por los autores. Esta Bayamesa se convirtió en una de las primeras canciones románticas cubanas que perdura hasta nuestros días. Fue acogida por el pueblo rápidamente y se conoce hasta en Europa como la canción de los enamorados.

 

El museo Casa Natal de Carlos Manuel de Céspedes se ubica en el centro histórico urbano de la ciudad, justo frente a la Plaza de la Revolución (antigua Plaza de Armas). En esta casa vio la luz, el 18 de abril de

1819, Carlos Manuel Perfecto del Carmen de Céspedes y del Castillo, quien andando el tiempo se convertiría en Padre de la Patria. Los primeros propietarios de la casa fueron precisamente los padres de Céspedes, quienes la mantuvieron en su poder durante no menos de 40 años.

La construcción de los muros del primer nivel data de finales de siglo XVIII. Las características sustanciales descubiertas en la casa no responden a un estilo único dentro de la arquitectura colonial cubana. Esto se debe a que sus dos niveles fueron construidos en épocas diferentes y también a las transformaciones que ha sufrido a lo largo de los años. Sin embargo, se puede asociar de manera general al estilo mudéjar, que predominaba en la zona sur de España durante el siglo XV.

 

La melodía de la Bayamesa o Himno de Bayamo fue compuesta en agosto de 1867 por Pedro Figueredo y el arreglo para instrumento lo hizo el maestro Manuel Muñoz Cedeño. El nombre hacía referencia a la conocida marcha La Marsellesa emblema de la Revolución Francesa. Sus notas se oyeron por primera vez en público el jueves 11 de junio de 1868, en la Iglesia Mayor de Bayamo, durante un solemne Te Deum con motivo de las festividades del Corpus Christi, en presencia de altas personalidades del gobierno colonial español. El 10 de octubre de 1868 comenzó con el grito de Yara la Guerra de los Diez Años. El 18 sucedió la toma de Bayamo y el 20 se firmó la capitulación de las fuerzas españolas.

En honor a esta fecha, el 20 de octubre, se celebra en Cuba el día de la Cultura Nacional

 

Inicialmente Plaza de Armas, a raíz de la fundación de Bayamo, este espacio se denominó Plaza de la Constitución en 1836. En 1837, la población comenzó a llamarla Plaza de Isabel II. A partir de 1868 pasó a ser Plaza de la Revolución. En 1878, recibió el nombre de Cristóbal Colón, hasta abril de 1898 cuando la ciudad fue tomada por el Mayor General Calixto García y se le devolvió el nombre de Plaza de la Revolución.

 

A la entrada se conservan las Ruinas de la Iglesia de San Juan Evangelista erigida en 1702. La Plaza se extiende hasta el final de la calle del mismo nombre, hoy llamada José Martí.

El Cementerio fue el primero de su clase en Cuba e incluso en América según algunos historiadores y fue abierto cuando se hizo imposible continuar dando sepultura a las personas en los templos y conventos como era usual.