BENDICIÓN DE LA BANDERA DE CARLOS MANUEL DE CÉSPEDES Mural de Julio Desangles
De la riqueza patrimonial que había en la iglesia dedicada al Santísimo Salvador de Bayamo solo queda en pie la capilla de Nuestra Señora de Los Dolores, que desde 1740 se levanta junto al templo que alberga ahora la Iglesia Parroquial Mayor. Ambas obras conforman un conjunto edilicio singular de arte sacro, se ubican en el entorno urbano de la Plaza del Himno Nacional y atesoran piezas de notable valor patrimonial que expresan ya, desde época tan temprana, las características del arte cubano.
El templo, hoy catedral del Santísimo Salvador de Bayamo y su capilla han sido sitios de encuentro privilegiado con la historia cubana, por ser testigos de las primeras inquietudes patrias. Aquí se interpretó, por primera vez, en la nave principal de la parroquial, la marcha que con posterioridad llegaría a ser el Himno Nacional cubano. Más tarde, en el año 1869, en el atrio del propio edificio y en presencia del gobierno en armas, se produjo la bendición de la bandera que enarbolaron los insurgentes cubanos en la llamada Guerra de los Diez Años. Este hecho fundacional fue perpetuado en un óleo de 8,5 metros de ancho por 4,5 metros de alto, pintado por el artista dominicano Julio Desangles siguiendo el estilo de la escuela de Sorolla. Este cuadro, expuesto en el arco formero de la nave principal, demoró cinco meses en su ejecución y es a su vez la única pintura de tema patriótico en un templo católico cubano.
En 1604, en la hacienda de Yara, es atrapado Fray Juan de las Cabezas Altamirano por el pirata Gilberto Girón. Los bayameses luchan por la liberación del Obispo, la captura y decapitación del contrabandista constituye el tema central de lo que se considera la primera obra literaria cubana, el poema épico Espejo de Paciencia, de Silvestre de Balboa.
La bahía de Nipe integraba los territorios de Bayamo desde que la isla de Cuba fue divida en dos departamentos en 1607, y era una vasta extensión de tierra con criaderos de ganado y terrenos fértiles para todo género de cultivo y junto a Manzanillo constituía la ruta más importante del comercio de contrabando y rescate de la jurisdicción. Por sus aguas surcaban barcos que transportaban mercancías y concurrían personas de diversas procedencias sociales y espacios geográficos. En 1612 los hermanos aborígenes Rodrigo y Juan de los Hoyos y el negro Juan Moreno se desplazaban en una canoa por la bahía de Nipe, al observar un objeto blanco, se acercan, es una imagen del santoral católico, y en una tablilla decía que era la virgen de la Caridad y tenía al niño Jesús en sus brazos.La figura fue trasladada al hato de Barajagua donde residían quienes la habían encontrado, y poco después al poblado de Santiago del Prado, donde estaban las minas del Cobre, en Santiago de Cuba.
Estos tres acontecimientos (caso Bayamo, captura del fraile y hallazgo de la virgen de la Caridad) generados por el comercio de rescate y contrabando no son los únicos acontecimientos que revelan la presencia de lo bayamés en lo cubano. Todos ocurrieron en espacios equidistantes de la jurisdicción y se manifestaron en esferas distintas, pero entre ellos hay conexión, tenían a Bayamo como centro y demostraban el surgimiento de la identidad de los nativos, de los hombres de tierra adentro.
En el siglo XVIII la villa vive un intenso desarrollo cultural. El 24 de abril de 1740 es inaugurada la Capilla de Nuestra Señora de Los Dolores, la cual se convierte en la obra arquitectónica más importante construida durante este período debido a sus tres elementos integrantes: cubierta, altar y boceto. La existencia de más de nueve iglesias favorece, además, el desarrollo de la música. Existen locales para ocho coros y cinco órganos.
Surge una historiografía que enaltece a la oligarquía y ve la luz el primer texto: Libro de las familias de Bayamo, por Pedro del Prado y Pardo, en 1778. Esa obra marca el nacimiento de la genealogía como corriente historiográfica en Cuba
En 1795, inspirado en las ideas de la Ilustración, el pardo Nicolás Morales, propietario de una pequeña finca rural, elabora e impulsa un proyecto revolucionario independentista. En 1810, Joaquín Infante redacta una constitución para la Isla.
En la primera mitad del siglo XIX, algunas figuras bayamesas participan de la transformación de las corrientes líricas dominantes: Juan Clemente Zenea es representante cimero de la segunda generación de románticos, que restaura el “buen gusto” en la poesía cubana; José Fornaris, fundador del siboneísmo, quien intenta rescatar a través de la poesía el legado aborigen para la cultura cubana. En 1851, Francisco Castillo Moreno en unión de Fornaris y Carlos Manuel de Céspedes componen La Bayamesa, considerada nuestra primera canción.
El 2 de agosto de 1867 comienza en Cuba la última conspiración independentista. Instigado por Francisco Vicente Aguilera, Francisco Maceo Osorio y Pedro Figueredo Cisneros, se funda el Comité Revolucionario de Bayamo que capta los hombres para la causa.
Ante la imagen del San Salvador con rostro aborigen ubicado en la Parroquial Mayor (aún hoy lo está), en junio de 1868, los bayameses dieron a conocer públicamente su pensamiento independentista a través de la instrumentación de La Bayamesa, himno patriótico cubano.
En 1513 se había iniciado la institucionalización del dominio colonial en Cuba, por Bayamo Velázquez recibió las provisiones de repartidor de aborígenes y tierras. En 1866, los descendientes de los colonizadores primigenios comienzan el proceso independentista. Una misma imagen representando caminos antagónicos.
El 10 de octubre de 1868, en el ingenio Demajagua, el bayamés Carlos Manuel de Céspedes proclama la independencia y da la libertad a sus esclavos, iniciando de esta manera la Revolución Cubana. El 17 de octubre comienza el asedio a Bayamo y el 19 aún se combate contra las tropas españolas cuando Céspedes establece el Gobierno Provisional,un poder representativo y democrático donde participan, junto a los criollos, españoles y mulatos. El 20 de octubre de 1868 la ciudad cae en manos de los independentistas y se le declara capital provisional de la Revolución. Pedro Figueredo da a conocer al pueblo congregado en la Plaza de la Parroquial Mayor, La Bayamesa, himno patriótico que deviene en Himno Nacional de los cubanos.
Se promulgan algunas leyes para mejorar el nivel de vida de los pobladores, entre ellas medidas higiénicas para evitar la afectación de la salubridad pública, y la apertura de escuelas obligatorias y gratuitas para todos los niños, sin distinción de raza.
Ante la embestida de las tropas colonialistas, se forman las Milicias Cívicas para la defensa de la ciudad. Circula sin restricciones El Cubano Libre, primer periódico independentista. El 27 de diciembre Céspedes firma el decreto de abolición condicionada de la esclavitud, que crea las condiciones para su abolición definitiva, y ordena el embargo de los negros que fueran propiedad de enemigos declarados de la Revolución. El Ejército Libertador acepta en sus filas a los esclavos liberados por sus dueños, a la vez que aumenta el monto de la indemnización a los propietarios decididos a concederles la libertad.
El 12 de enero de 1869, después de 82 días en poder de los independentistas y ante el arribo inminente de las tropas españolas, Bayamo es incendiada por sus pobladores. Los bayameses prefieren destruir la ciudad y trasladarse a los campos. Muchos van a morir como resultado del hambre, las enfermedades y la política represiva. El hecho se convierte en un símbolo de la decisión de todos los cubanos por conquistar su libertad.