Cuatro mundos, un paraíso
LA DIVERSIDAD SE IMPONE EN TIERRAS ECUATORIANAS. LA AMAZONÍA, LA COSTA, LA SIERRA Y LAS ISLAS GALÁPAGOS SON PRUEBA DE LA GRAN RIQUEZA NATURAL, QUE LE PERMITE AL VISITANTE CONOCER VARIOS ECOSISTEMAS DEL MUNDO SIN SALIR DEL PAÍS
Ecuador tiene muchas razones para presumir ante el mundo. Es un destino ideal. Debido a una múltiple combinación entre ubicación geográfica, características geológicas y topográficas, climáticas, de precipitación y temperatura, factores biológicos y evolutivos, ese país se ha configurado como el escenario perfecto para la concentración de la vida, por lo cual figura en la lista de los lugares con mayor biodiversidad a escala mundial. Sus tesoros naturales, culturales e históricos ubican a ese territorio en la preferencia de visitantes de todas las latitudes.
Allí se localizan las famosas Islas Galápagos que, al decir de la revista National Geographic, son una de las maravillas naturales del universo, poseedora de una fauna que no es posible contemplar en otra parte de la Tierra.
Conocidas también como las Islas Encantadas, están en el Océano Pacífico a 1 000 km de la costa ecuatoriana, y la integran aproximadamente una decena de islas grandes, seis medianas y otros muchos islotes de tamaño pequeño, además de promontorios rocosos de pocos metros cuadrados. Conjuntamente con el Archipiélago Malayo, son los únicos que tienen tierras tanto en el hemisferio norte como en el sur; y es, además, el segundo con mayor actividad volcánica.
Las Galápagos fueron declaradas Parque Nacional (1959) y Patrimonio de la Humanidad por la UNESCO (1978). La región es ampliamente reconocida por su exuberante vida animal. Es el hogar de especies como leones marinos, delfines, pinzones, tortugas, caballitos de mar, pelícanos, iguanas, tortugas marinas gigantes, piqueros de patas azules, fragatas, albatros… Fue el hábitat del Solitario George, el último representante de tortuga gigante de Pinta, extinta el 24 de junio de 2012.
Son precisamente esos enigmáticos reptiles los más emblemáticos. Se dice que la tortuga gigante de las Galápagos puede alcanzar los 1,5 m de largo en sus caparazones y los 300 kg de peso. Se cree que vive unos 100 años. En Isla Isabela, la mayor del conjunto, existe un centro de crianza, donde es posible observar algunas de esas especies que le dieron su nombre a esta región tan singular en el mundo.
No hay dudas de que se trata de un sitio muy especial, que sirvió de laboratorio a cielo abierto para el naturalista inglés Charles Darwin y un escenario inmejorable que lo inspiró en su Teoría de la Evolución por la selección natural. No obstante, Ecuador es mucho más que Islas Galápagos. Existen otros tres entornos de obligada visita. Estos son las planicies occidentales o Región Costa; en el centro la zona alto andina o Región Sierra; y la Región Amazónica al oriente.
MUCHOS MÁS ENCANTOS
La imponente cordillera de los Andes sesga en dos al país y separa la selva de la costa. En la sierra se encuentran innumerables volcanes activos, como el Cotopaxi (5 897 m). En sus faldas crecen pintorescos pueblos y fértiles paisajes. También pueden visitarse importantes ruinas, entre ellas el castillo de Ingapirca, el sitio arqueológico precolombino más importante del Ecuador. Allí se localiza la capital del país: Quito. Por esta ciudad pasa la línea equinoccial que divide al mundo en dos hemisferios. Junto a Cuenca, tiene el mérito de haber sido reconocida como Patrimonio Cultural de la Humanidad.
En la Región Amazónica habitan muchas especies protegidas porque están en peligro de extinción. Guacamayos, caimanes, manatíes y monos, entre otros, suelen ser protagonistas en las fotografías de los paseantes. Gracias a su clima húmedo-tropical durante todo el año, los turistas pueden disfrutar de exóticos parajes. Aquí hay muchos parques, lagunas, ríos y bosques para pasarla bien en familia.
Los de espíritu aventurero podrán hacer caminatas por el bosque, camping, kayak, rafting, visitar centros de rescate de animales o comunidades indígenas. En la Amazonía se halla el Parque Nacional Yasuní, el cual es una importante área protegida, designada por la UNESCO en 1989 como una Reserva de la Biosfera. En ese territorio viven los huaorani, un pueblo amerindio que apenas comenzó a tener contacto con el exterior en el siglo pasado.
Cinco provincias conforman esta franja costera ecuatoriana que abarca más de 2 000 km: Esmeraldas, Manabí, Guayas, Santa Elena y El Oro (Santo Domingo de los Tsáchilas y Los Ríos están dentro de la región pero no tienen salida al mar). Bosques, manglares, pintorescas villas de pescadores y hermosas playas realzan este otro «mundo» que exhibe una gran variedad de especies marinas.
Quien elija visitar el país entre los meses de junio y octubre, debe saber que tendrá la oportunidad, si así lo decide, de apreciar el espectáculo extraordinario que ofrecen cerca de 3 000 ballenas jorobadas, que migran de la Antártica para llegar cerca de la costa.
En esta zona se puede visitar Guayaquil, entre las ciudades más grandes de Ecuador. Además, los amantes de la brisa marina tienen en la ruta del sol, un camino seductor, pues comprende ir viajando por la zona playera.
Ya ve usted, en el momento de la creación Ecuador se llevó una gran parte de las bellezas de este mundo. Tiene atractivos como para nunca aburrirse. Descubrirlos es una aventura que no se debe perder. A fin de cuentas, ¡cuántas veces en la vida se pueden recorrer cuatro mundos en un solo paraíso!