Tagua marfil vegetal
Los accesorios de tagua llaman la atención de las mujeres de cualquier latitud del planeta. En la etnia de los emberá en Panamá, se transmiten de una generación a otra las habilidades para hacer con esta semilla maravillosas finas artesanías. Confeccionan collares, pulseras, broches, llaveros, botones, mangos de paraguas y bastones, pipas, servilleteros, peines, fichas de ajedrez, teclas para piano, abrecartas u otros adornos de especial belleza.
En los puestos de ventas de artesanías, siempre próximos a los lugares que frecuentan los turistas, nunca faltan las piezas confeccionadas con tagua.
La tagua, según nos cuentan ellos, solo la trabajan los hombres de la comunidad, por la dureza de la semilla. Los árboles de tagua crecen en los espesos bosques tropicales y húmedos y la semilla es conocida como marfil vegetal por su dureza y elegancia.
En su estado natural se parece a la nuez. Es una almendra de color blanco hueso, dura, lisa y opaca y con textura parecida al marfil. La nuez madura durante seis a doce meses y en ese período la semilla se endurece, adquiere un grosor final y su color cambia de blanco a ocre claro y alcanza entre 3 y 6 cm de longitud.
Los nativos inicialmente confeccionaban con tagua los utensilios que ellos necesitaban en su diario vivir, pero empezó a ser explotada desde la época de la colonia, cuando llegaron los españoles al continente americano. Siglos después, el invento del plástico acabó con la popularidad de la tagua, pero los elementos de alta calidad empezaron a ser elaborados del marfil animal, extraído de los colmillos de los elefantes.
Las actuales tendencias mundiales por preservar el medio ambiente y la prohibición de cazar elefantes y rinocerontes para extraer el marfil provocaron que los grandes diseñadores europeos y norteamericanos de alta costura, como Christian Dior, Yves Saint Laurent y Versace empezaran a proponer las colecciones de ropa que contienen los materiales naturales. Por esta razón, la tagua ha dejado de ser una humilde palmera para convertirse en un producto de un gran valor comercial a nivel mundial.
La tagua es un producto renovable, pues no se talan los árboles. En la elaboración de los adornos nada se desperdicia: el polvo residual es utilizado como pienso para los animales y las piezas se hierven en agua con colores no tóxicos.
La única utilidad que tiene este árbol no es su semilla, ya que la raíz tiene propiedades medicinales, con las hojas se techan casas y con el tallo se fabrican pisos.
Por su belleza, finos acabados y durabilidad, las artesanías en tagua han adquirido gran prestigio, dejando de ser un material doméstico para exhibirse por las calles del mundo e incluso llegar a las pasarelas de moda.
De visita en Panamá, es muy fácil conseguir uno de estos accesorios y a buen precio. No deje de llevarlo, no es un souvenir más, es una elegante prenda que podrá lucir en cualquier lugar del mundo.