14 años del habanero Museo del Ron
Al Almirante de la Mar Océana Cristóbal Colón debemos la llegada de la caña de azúcar al Caribe y específicamente a Cuba, donde encontró tierras y un clima propicios. Así, la gramínea de la cual se tienen noticias por primera vez hace 3000 años en el continente asiático, viajó desde Islas Canarias al Nuevo Mundo y se convirtió en fuente de riquezas fundadas en el comercio del azúcar y la fabricación de rones.
El proceso agrícola e industrial que trajo consigo el arribo de la caña de azúcar a estas tierras, determinante en la configuración de la identidad y el sistema económico social cubano, puede aprenderse en el Museo del Ron Havana Club. Abierto al público en marzo de 2000, constituye un muestrario del estatus de la famosa marca.
Una casona colonial del siglo XVIII, en el Centro Histórico de La Habana, declarado por la UNESCO en 1982, Patrimonio de la Humanidad, acoge la exhibición museística de las plantaciones cañeras, el trapiche y las pailas, una destilería original y sus naves, la detallada maqueta del central azucarero con su tren...
Para su añejamiento, estrictamente natural, se almacena el aguardiente recién destilado en barriles de roble blanco por no menos de dos años. Los Maestros Roneros cubanos lo someten a procesos de mezclas y añejamiento, usando fórmulas propias. Así se crea un ron único cuyo secreto es custodiado cuidadosamente. La gama de Havana Club cuenta con rones Premium blancos y oscuros como Añejo 3 Años, Añejo Especial, Super Premium Añejo 7 Años, Ultra Premium Selección de Maestros; además de los productos Prestige como Gran Reserva y Máximo Extra Añejo.
Los guías especializados del Museo del Ron, quienes ofrecen sus servicios en varios idiomas, facilitan la familiarización con todo el proceso de fabricación. El visitante participa en la degustación del ron al tiempo que elige en la tienda cuáles productos comprar entre toda la gama Havana Club y los materiales de coctelería. Y si el tiempo da para más, el restaurante-bar ambientado con motivos roneros, fotografías y objetos antiguos relacionados con la industria, ofrece sus servicios de cara a la populosa y marinera Avenida del Puerto.
Durante la celebración de los catorce años del Museo del Ron, su directora María Caridad Velázquez se refirió a la naturaleza exclusiva de esta institución que alberga “de forma singular, una parte del secreto de la marca Havana Club.“
“Tenemos el propósito - agregó Velázquez - de continuar haciendo de nuestros servicios algo especial y que nuestros visitantes sientan que han llegado a conocer aquí, la esencia de una parte significativa de Cuba“.