Hasta hace pocos años, México era conocido únicamente por sus destinos de sol y playa, todo el turismo internacional giraba su mirada hacia estos lugares, al grado que más del 70% de los vacacionistas que llegaban al país lo hacía a Cancún, Quintana Roo. 

Pero el programa Pueblos Mágicos vino a romper esa tendencia, pues ofrece al mercado actual 121 pueblos con una magia diferenciada, aun cuando el 50% de ellos están por debajo del desarrollo que busca un turista, dado que sus denominaciones se dieron más por cuestiones políticas que por reunir los requisitos mínimos

Sin embargo, esta oferta permite nivelar la balanza turística, ya que hoy podemos encontrar en ellos numerosos atractivos como la grandeza gastronómica —segunda motivación de viaje o remembranza a nivel mundial—, uno de los factores que más identidad genera, pues muestra el perfil y temperamento de una ciudad. Cuando te viene a la mente el cabrito y el Cerro de la Silla, o mencionas Monterrey, el tequila Jalisco, Oaxaca o Zacatecas el Mezcal, Yucatán, la cocinita Pibil, siempre podrás relacionarlo con un pueblo. 

México se ha llenado de forma impresionante de festivales gastronómicos, ya sea de alimentos tradicionales o inclusive extranjeros, como los festivales de la Paella. 

Otro punto importante de los Pueblos Mágicos es que entraron al mercado del romance, ciudades como San Miguel Allende, en Guanajuato, o Parras de la Fuente, en Coahuila, son de los lugares preferidos para este segmento. 

También el turismo deportivo, de naturaleza, de salud y bienestar y cultural han cerrado la brecha y actualmente presentan una dura competencia. 

La visión de los destinos ha cambiado, han dejado de ser pasivos y están en férrea lucha por un mercado cada día más exigente, y que busca experiencias adicionales. Los jóvenes prefieren relacionarse personalmente durante sus viajes, mientras que los adultos mayores quieren conocer sitios a través de su cultura y gastronomía.

Las grandes ciudades, por su parte, con un mayor equilibrio dada su razón comercial y empresarial, también han implementado nuevas estrategias turísticas, tomando al segmento deportivo como su principal aliado.

Yucatán, por su parte, tiene como objetivo principal la sustentabilidad turística, y está trabajando a fondo en todo lo que impacte el entorno ecológico. Además, apuestan por el turismo MICE, cultural, e histórico. 

Y es ahí donde los Secretarios de Turismo están enfocando sus «cañones promocionales» en el sector de los viajes, para diversificar la economía y permear mayormente los beneficios de la derrama.