FECONS 2020 ya está a nuestras puertas; y no viene sola, sino acompañada de un slogan que requiere de buen fijador, para que cada obra que se levante en la Isla o fuera de sus fronteras, por constructores, ingenieros y técnicos cubanos sea una inversión, jamás un gasto.

«Por elevar la eficiencia en las construcciones», es la frase que presidirá el evento que trascurrirá entre el  21 y 24 de abril, en el recinto ferial Pabexpo, el cual  sus organizadores han vaticinado como una oportunidad para el intercambio y las negociaciones.

«Es una plataforma de intercambio para materializar oportunidades de negocios, afianzar las alianzas existentes vinculadas a uno de los principales sectores de la economía del país: la construcción», declaró a Excelencias, Ángel Vilaragut Montes de Oca, vicemistro primero del Ministerio de la Construcción. 

Aseguró, además, que este evento ha posibilitado la entrada al país de productos y tecnologías novedosas que permiten impulsar las diferentes ramas constructivas de gran importancia para su desarrollo económico y social, entre estas las obras para el turismo. 

Aprovechó para ponderar el avance progresivo que ha habido  en el acceso a tecnologías, lo que facilita mayor eficiencia en las construcciones, los diseños y la producción de materiales, así como el incremento de las exportaciones. Refirió, además, que en el marco de FECON transcurrirá durante  los días 20 y 21 de abril la XIII Conferencia Internacional Científico-Técnica de la Construcción, que enarbolará igualmente el slogan del evento principal.

 

CONSTRUCCIÓN Y TURISMO: BINOMIO NECESARIO

Mantener un ritmo constructivo de 5 000 habitaciones hoteleras cada año, es uno de los acápites del programa inversionista hasta 2030.  Esa cadencia constructiva responde a la visión que tiene la Isla de poder elevar a más de 100 000 las capacidades de hospedaje. 

Aunque pareciera innecesario, teniendo en cuenta que no siempre se cumplen los pronósticos de turistas, como ocurrió el año pasado —llegaron cuatro millones 275 000, lo que representó un decrecimiento de un 9,2% en relación con 2018—, no se trata de construir por construir, sino de crear las condiciones para cuando se reviertan las adversidades que frenaron el flujo de visitantes.

Gracias a la visión estratégica para construir en el sector turístico, existen polos a lo largo del territorio nacional como los enclavados en Holguín y en la cayería de la parte norte de las provincias de Villa Clara y Ciego de Ávila, que son ejemplos de que se debe invertir en infraestructura para desarrollar el turismo de modo competitivo.

Según expresó recientemente Juan Carlos García Granda, ministro de Turismo, de no haberse construidos estas capacidades y otras, hubiese sido imposible el desarrollo turístico de Cuba, el cual  siempre ha sido ascendente desde 1990. Ese año comenzó con unos 340 000 visitantes. El primer millón se alcanzó en 1996. Luego  pasaron 8 años para llegar al segundo millón,  y después 10 años para el tercer millón. Desde entonces, cada dos años aumenta en un millón. Significó, además,  que a la par de construirse hoteles se han desarrollado pueblos y los servicios necesarios: escuelas, policlínicos y panaderías, así como viviendas para los trabajadores del sector.