Morelos tierra de amantes.
POR SU ATRACTIVA MISTICIDAD, HISTORIA QUE IMPACTA Y ESPLÉNDIDA NATURALEZA QUE COMO MÍNIMO OFRECE AGUAS MILAGROSAMENTE CURATIVAS, ESTE TERRITORIO MEXICANO ES ELEGIDO POR AQUELLOS ENAMORADOS QUE QUIEREN VIVIR UNA EXPERIENCIA CASI MÁS DIVINA QUE HUMANA
Morelos bien que podría considerarse un paraíso terrenal. Es como si todo lo hermoso e impresionante de este mundo se hubiera conjugado para entregárselo a ese territorio dotado con una cultura diversa y auténtica, sorprendentes monumentos históricos, el mejor clima de México, y, como si fuera poco, una naturaleza pródiga que como mínimo ofrece espléndidos balnearios en los que no escasean esas aguas cálidas y curativas que parecen milagrosas, y que acaban por convencer a los enamorados de que en esta tierra no existe un lugar como ese que los lleve a vivir una experiencia casi más divina que humana.
Definitivamente son muchas las razones que tornan irresistible a este estado de la zona centro de México, empezando porque cuenta con poblaciones que destacan por su legado histórico y tradición, que si se descubren de veras quedarán en el recuerdo para toda la vida. De hecho se dice que después de estar en Atlatlahucan, Tlaltizapán, Totolapan, Yecapixtla y Zacualpan, la existencia toma otro sentido.
Con recorrer la Ruta de los Conventos del siglo XVI, bastaría para experimentar al máximo la cultura de Morelos. Equivale a viajar en el tiempo, llegarse, por ejemplo, al Exconvento de la Natividad, construido por los indígenas tepoztecos dirigidos por los frailes dominicos, declarado Patrimonio de la Humanidad, al igual que el de San Juan Bautista –con su altar debajo del cual se hallaron 39 sepulturas de niños momificados que se lograron conservar–, otro sitio que, ubicado en el territorio trazado en forma de cruz de Tlayacapa, es también obligado conocer.
Por haber sido desde hace miles de años un territorio de gran actividad humana, Morelos realza por sus significativas zonas arqueológicas, que invitan a las parejas a trasladarse a puntos de esta geografía que marcaron un hito en la historia del continente americano: desde Xochicalco, la metrópoli que concentró el conocimiento más avanzado de su época en astronomía y otras ciencias (posee el título de Patrimonio de la Humanidad de la UNESCO), hasta Chalcatzingo, la ciudad olmeca de asombrosos relieves tallados, y Chimalacatlán, con sus construcciones megalíticas.
Morelos es reconocido, asimismo, como Tierra del bienestar, ideal para aquellos que han decidido amarse para siempre. Y es que saben que lo que bien empieza, bien continuará. Por eso se imaginan realizando paseos entre sembradíos de flores tomados de la mano, subiendo cerros o flotando en una alberca, desestresados lo mismo en los spas y centros holísticos de Tlayacapan y Tepoztlán, que en los de Temixco y Cuernavaca, que luce en el popular Jardín Juárez el hermoso kiosco diseñado por Gustavo Eiffel, el creador de la famosa torre parisina.
Para estimular los sentidos, Cuernavaca, la capital de Morelos, propone la relajación total a las nuevas parejas. La Finca Chipitlán constituye un espacio holístico por excelencia, con sus afamados menús nupciales de temazcales, mientras la exhacienda de Temixco se ha transformado en un balneario con 20 albercas, ríos de olas y cuatro súper toboganes.
Baños para «enlazar»
Aseguran los expertos en temas amatorios, que perder la oportunidad de sumergirse en las aguas prodigiosas de Morelos sería el mayor «crimen» que pudieran cometer unos recién casados que hayan elegido sabiamente pasar allí su luna de miel. Porque la realidad es que el estado cuenta con sitios de este tipo para escoger.
Diferentes son las aguas que se deshielan en los volcanes y convergen en un lugar tan ligado al insigne Emiliano Zapata como Tlaltizapán, donde se hallan algunos de los mejores balnearios y parques acuáticos de la región. Los Sauces, Santa Isabel y el Parque Natural Las Estacas clasifican por su calidad, entre los más sobresalientes del planeta. ¿Y qué decir de Agua Hedionda, en Cuautla? Este manantial de aguas sulfatadas, con propiedades curativas que expulsa más de 850 L/s a una temperatura de 27 °C, apenas encuentra rival en la preferencia de la gente, según el criterio de los científicos. Es lo que sucede con Agua Limpia, superior por su serie de manantiales donde puedes sumergirte y sus cuatro extraordinarias albercas.
Mas la nómina de los balnearios de lujo, que tienen muchas otras bondades, no termina. Ahí están al alcance de los que saben soñar: Apotla (Puente de Ixtla), que brinda además extensas áreas donde acampar y practicar actividades de aventura; el Parque Acuático Aqua Splash (Jojutla de Juárez), con el tobogán Kamikaze, el más alto y largo de México; y Los Manantiales y Los Amates (Tlaquiltenango): mientras el primero sobresale por su considerable cantidad de pozas naturales de 27 °C de temperatura, la Cueva del Amor y el Río Amacuzac; el segundo llama la atención por su puente colgante, grandes jardines y bellas áreas verdes. En esta última ciudad se ubica asimismo El Rollo Parque Acuático, el más importante de su tipo en América Latina.
Ojo de Agua, donde se localiza la Isla de la Fantasía, un río de olas y animales en exhibición; Iguazú, cuyas aguas son extraídas de un pozo profundo con aguas sulfurosas que brotan a una temperatura promedio de 23.5 °C; y Las Huertas, dueña de un manantial del cual brotan 1 500 L/s de aguas termales con una temperatura de 31°C, en medio de los árboles que han formado dos pozas, se suman entre los lugares de privilegio que en años han sido testigos de las pasiones que engendra el más puro de los sentimientos.