- El punto más que a punto
LA UNESCO ACREDITA OFICIALMENTE AL PUNTO CUBANO COMO PATRIMONIO CULTURAL INMATERIAL DE LA HUMANIDAD
Como patrimonio inmaterial ha sido reconocido por la Unesco el punto cubano, expresión poética y musical de los hombres y mujeres del campo consistente en una tonada o melodía que expone en décimas o cuartetas un tema y puede derivar en amistosa controversia, con versos improvisados o aprendidos. En el año 2012 había sido declarado Patrimonio Cultural de la Nación Cubana.
La delegación de la Isla presente en la decimosegunda sesión del Comité para la Salvaguardia del Patrimonio Cultural Inmaterial defendió esta importante nominación y destacó que el punto cubano es un elemento identitario de la nación que propicia el diálogo y expresa los sentimientos, conocimientos y valores de las comunidades que lo practican.
El punto cubano o guajiro, como también se le conoce, nació entre los españoles asentados en esta tierra en el siglo xvii, quienes se acompañaban de instrumentos de cuerda. Pasados los años fue sumando, como amalgama que lo enriqueció, ritmos surgidos en Cuba, como la guaracha y el son.
El Comité Intergubernamental de Salvaguardia del Patrimonio Cultural Inmaterial decidió aprobar la inclusión del punto cubano en su lista representativa. En su comunicado, dado a conocer por la Unesco desde la sede en París, destaca: «Esta práctica musical es un elemento esencial del patrimonio cultural inmaterial cubano, abierto a todos, que propicia el diálogo y expresa los sentimientos, conocimientos y valores de las comunidades que lo practican». Reconoce el texto que las técnicas y los conocimientos vinculados al punto guajiro se transmiten esencialmente por medio de la imitación y mediante un programa de enseñanza impartido en las Casas de Cultura, con talleres animados por los depositarios y practicantes de este género musical.
Se decidió sumar otras ocho nuevas inscripciones a la lista de patrimonio inmaterial, como los recorridos rituales en La Paz durante la Feria de la Alasita, de Bolivia; la Kochari, danza colectiva tradicional de Armenia; y la ebanistería de Konjic, Bosnia y Herzegovina.
Herencia del poblamiento hispano en la campiña cubana
En declaraciones a la prensa, Juan Eduardo Bernal, estudioso del tema, puntualizó que es ya un género imprescindible, cuya herencia data del poblamiento hispano en la campiña cubana. Con las migraciones poblacionales, se fue luego estableciendo en las urbes.
Vale recordar que los españoles, mediante esos cánticos, expresaban las experiencias de su vida campestre, los momentos de nostalgia al recordar la tierra donde nacieron, el amor por una mujer que ocupó su corazón, y para ello se auxiliaban de la décima -composición de diez versos- y la cuarteta.
De acuerdo con los estudios realizados por Bernal, donde se instituyó con más fuerza fue en Sancti Spíritus, en el centro de la Isla, y en otras provincias del occidente y oriente del país, donde fluye como una manera de comunicación cuya raíz está vinculada al trabajo ganadero, pues quienes se desempeñan en esa labor crean y entonan tonadas vinculadas a su faena. Sobrevivió desde el siglo xvii hasta nuestros días, de acuerdo con sus variantes, según el territorio en el cual se practique, dígase el punto espirituano, vueltabajero, en clave, de seguidilla y otros, pero siempre ligado con el desarrollo de la sociedad.
Cual si fueran juglares que han trasmitido de una generación a otra estas tonadas, el punto goza de buena salud gracias a esas circunstancias, y ya no solo irradia su alegría en cantorías campesinas: igual disfrutan de esta manifestación nacionales y extranjeros que gustan de la música tradicional cubana y se deleitan escuchando a sus intérpretes acompañados por guitarra, tres o laúd.
Los cultores festejan
Nacido hace ya cientos de años, a partir de las composiciones que crearon hispanos radicados en los campos cubanos, el punto guajiro nunca feneció; al contrario, fue tomando más vida con el tiempo, y en el siglo pasado tuvo como aliados que lo enaltecieron las transmisiones de radio y televisión y la industria discográfica.
No han sido pocos los programas dedicados a difundirlo, como el dominical Palmas y Cañas, ni las presentaciones en vivo de sus intérpretes. Hay que reconocer la labor de las familias al transmitir esa forma de cantar a sus hijos y nietos. No puede dejar de citarse a figuras relevantes como el matrimonio de Ramón Veloz y Coralia Fernández, Celina González y su esposo Reutilio, y más tarde su hijo de igual nombre, quien se incorporó haciendo dúo con Celina. A ellos se suman el dueto de Justo Vega y Adolfo Alfonso, Inocente Iznaga, el dúo Los Compadres -Lorenzo Hierrezuelo y Francisco Repilado (Compay Segundo)-, Jesús Orta Ruíz y cultores más contemporáneos, como Alexis Díaz Pimienta.
El teatro del Ministerio de Cultura, en La Habana, para celebrar la designación del punto cubano como Patrimonio Inmaterial, acogió a María del Carmen Prieto, Emiliano Sardiñas, Alexis Díaz Pimienta y Marisol Guillama, exponentes de ese género musical. La presidenta del Consejo Nacional de Patrimonio Cultural, Gladys Collazo, expresó que «al punto cubano no hay que reanimarlo, no hay que rescatarlo, no hay que hacerlo resurgir. El punto cubano está vivo y forma parte de nuestra identidad».
La Isla cuenta ya con tres formas de expresión incluidas en la lista de Patrimonio Inmaterial por la Unesco: la tumba francesa, la rumba y el punto cubano.