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Basilica del Voto Nacional, Quito, Ecuador. Foto: Luz Gil. Tomada de www.trover.com
En 2019 celebraremos el centenario de Oswaldo Guayasamín, Pintor de Iberoamérica.

Hay lugares emblemáticos que por su significado, historia, ubicación u otros atributos merecen ser visitados. La Ciudad Mitad del Mundo, en Quito, la capital de la República del Ecuador, es, sin dudas, de esos puntos clave del planeta donde los visitantes sentimos una especial satisfacción. Y es que es una cota de la tierra, similar a escalar su mayor elevación —el Monte Everest, de 8 848,43 metros de altura, en las fronteras del Tíbet con Nepal, en el Himalaya asiático—, bajar a su más profunda furnia —la Fosa de las Marianas, con 11 033 metros, cerca de la isla Guam, al norte de Filipinas— o pernotar en sus más distantes polos, ya sea en el del norte o en el del sur.
Quito —oficialmente San Francisco de Quito— es la capital de la República de Ecuador, ubicada sobre la hoya de Guayllabamba, en las laderas occidentales del estratovolcán activo Pichincha, en la parte oriental de los Andes, y con altitud de 2 850 metros sobre el nivel del mar.
Son algunas sus fechas fundacionales, entre ellas el momento no preciso, rondando el año 1030 (a.C.), cuando Huayna Cápac la convierte en una de las ciudades más importantes del imperio inca. Aunque es la conquista española del 6 de diciembre de 1534 la más aceptada como el momento de su nacimiento. No obstante, el 24 de mayo de 1822 el mariscal José Antonio Sucre, en la batalla de Pichincha, derrotó a las fuerzas realistas de España, comandadas por Melchor de Aymerich, y el 13 de mayo de 1830 se crea la República del Ecuador, y su capital Quito, al separarse definitivamente de la Gran Colombia.

Su centro histórico colonial
Fue precisamente Quito la primera ciudad en el mundo, junto a Cracovia, en Polonia, en ser declarada por la Unesco Patrimonio Cultural de la Humanidad, en temprana fecha del 8 de septiembre de 1978, y es que su casco histórico, erigido tras la conquista española, se encuentra en excelente estado de conservación y protección.
Los especialistas plantean que esta capital sudamericana tiene el mérito de tener quizás el centro histórico menos alterado arquitectónicamente y de mejor preservación del mundo, con una extensión de trescientas veinte hectáreas y ciento treinta edificaciones de gran variedad escultórica, con fuertes vínculos con el arte religioso y simbiosis de varias escuelas y estilos arquitectónicos.
Son muchos los atractivos conservados, entre plazas, iglesias, calles de gran atracción histórica y didáctica, y hasta se puede dar un paseo en coche de tracción animal bajo las luces de sus farolas, adoquines y aires coloniales.
En la Plaza de la Independencia, también llamada Plaza Grande, se encuentra el Palacio de Carondelet, que es la actual sede de la Presidencia de la República. En tanto, uno de los principales atractivos lo representa la Basílica del Voto Nacional del barrio de San Juan, la obra monumental más significativa de la arquitectura neogótica ecuatoriana, enclavada en las calles Carchi y Venezuela, aledaña al Convento de los Padres Oblatos. Este santuario alcanza los ciento quince metros de altura, que lo convierten en la edificación más alta de la ciudad, equivalente a cuarenta pisos. Está conformada por veinticuatro capillas internas en correspondencia con las provincias del país. Un detalle característico es que, en vez de esculturas, de estatuas, de gárgolas, exhibe representaciones de reptiles y anfibios propios de la fauna ecuatoriana, junto a otros atributos de la flora local.
Otro de los incentivos turísticos es la Catedral Metropolitana, la primada, en el mismo corazón de la ciudad, símbolo religioso cuya construcción se inició en 1562 y culminó muchos años después, en 1806. Allí se atesoran los restos mortales del mariscal Antonio José de Sucre, entre otros expresidentes, cardenales y figuras insignes de la nación. Pero hay otros templos de gran valor, como la Iglesia de la Compañía, que demoró terminarla nada más y nada menos que ciento sesenta años (1605-1775).
Su Virgen del Panecillo o Virgen de Quito divide el norte del sur de esa capital, a una altura de tres mil metros sobre el nivel del mar, y tiene como peculiaridad que posee alas y es uno de los monumentos más altos del mundo, incluso más que el Cristo Redentor de Río de Janeiro, en Brasil.
Otras construcciones religiosas son muy peculiares, como La Iglesia de San Francisco, que es el más grande de los conjuntos arquitectónicos existentes en los centros históricos de las ciudades de América Latina.

En la Ciudad la Mitad del Mundo
Es un complejo cultural impresionante y muy funcional, moderno y bello, donde se respira un aire diferente y limpio. Tiene muchas atracciones, desde réplicas de viviendas ancestrales, el Museo del Cacao, exhibiciones de crías del cuy, que es un roedor típico, un planetario, y el monumento representativo, que es una torre cuya cúspide es la esfera característica partida a la mitad por la línea divisoria entre el norte y el sur, el principal atractivo, aún cuando se comenta que ese no es el lugar exacto del medio de la Tierra, sino un sitio cercano. No obstante, allí fue donde se erigió el monumento alegórico.
El sitio más visitado por los turistas es la parroquia San Antonio del Distrito Metropolitano de Quito, a 13,5 kilómetros de la capital ecuatoriana y a 2 638 metros sobre el nivel del mar. En 1936 se construyó en este lugar una torre de diez metros de altura en honor a la misión geodésica francesa que doscientos años antes había ubicado la latitud
0º 0’ 0” en estas tierras, cuando vinieron a probar el achatamiento polar y el ensanchamiento ecuatorial de la Tierra. Esta torre original estuvo hasta 1979, cuando se sustituyó por otra de treinta metros de alto, que es la que se exhibe hoy, con una terraza-mirador donde es posible una vista panorámica de 360 grados. En su interior hay un museo etnográfico. Recibe más de medio millón de visitantes al año.
También allí se puede apreciar una estación de trenes y la historia de los ferrocarriles ecuatorianos, y hay una pinacoteca con obras del escultor muralista, pintor y dibujante Oswaldo Guayasamín.
Junto a la Ciudad Mitad del Mundo se construyó la sede oficial de la Unión de Naciones Suramericanas (Unasur), lugar emblemático y de gran modernidad arquitectónica.
Se afirma que junto a este hay otros tres sitios en el propio Ecuador que marcan también la mitad del mundo, y que a 240 metros al sur de este complejo monumentario alegórico está la verdadera posición de la división norte-sur, pero eso se supo muchos años después, cuando se pudo determinar con exactitud, a fines del siglo xx, tras la invención del GPS.

Museo Capilla del Hombre
Aquí se atesora una importante colección de setenta y dos obras del artista plástico Oswaldo Guayasamín (Quito, 1919-Baltimore, 1999), entre otros objetos arqueológicos precolombinos, artefactos de la época colonial, la llama eterna por la paz y los derechos humanos, y el Árbol de la Vida, conjunto escultórico donde reposan los restos mortales de quien fue el principal exponente de la plástica ecuatoriana, cuyas obras siguen apuntando al porvenir.
Este complejo museográfico está enclavado en el barrio de Bellavista, en Quito, y posee, además de la exhibición de las obras, videos sobre la vida de este artista, entrevistas, declaraciones y sobre todo imágenes de cuando trabajaba, incansable, rápido, uniendo las pastas de colores y sacando toda una gama de esplendor y vivos matices, y esos rostros y manos que lo hicieron eterno.

Los sobrenombres
Se ha ganado el epíteto de La Carita de Dios por estar en el punto más alto del planeta, y por ende más cercano al sol, al pie del Monte Pichincha, y por ser famosa por sus construcciones religiosas, tesoros artísticos, culturales y ancestrales, el urbanismo, las calles estrechas y empinadas, sus recursos naturales. De ahí que también se le conozca como Arrabal del Cielo, Mitad del Mundo, El Alma del Mundo, Luz de América…