- Sur_11. Trinchera del cine contemporáneo
Del 3 al 10 de junio tuvo lugar en Granada la edición XI del Festival Internacional Cines del Sur, un espacio para promover el encuentro entre profesionales de la industria, en el que se proyectaron cincuenta películas de treinta y cinco países del Mediterráneo, África, Asia y Latinoamérica.
La gala inaugural, celebrada en el hermoso patio del Palacio de Carlos V de la Alhambra, tuvo sabor a Cuba. Su maestro de ceremonias, el poeta Alexis Díaz-Pimienta, deleitó a los más de ochocientos asistentes con improvisados versos de eso que llamamos décima y que no es más que una «estrofa andaluza, una estrofa clásica que viajó a Cuba y se quedó para siempre».
El otro protagonista de la noche, también mestizo de alma, fue el músico sevillano Raúl Rodríguez -hijo de Martirio-, quien se prestó a una controversia con el repentista. El resultado fue descrito, también en versos, por el isleño: «Variopinta mezcla de zambra y bembé. Me emociona ese sonido que brota de un tres cubano, y que lo negro y lo hispano en Raúl se hayan unido».
Más tarde, y acompañado por el percusionista Pablo Marín, Rodríguez interpretó algunas canciones de su reciente disco La raíz eléctrica, un viaje por el flamenco y el son cubano que incluye sonidos de África y de la música electrónica.
El jurado de esta edición del Festival estuvo compuesto por la cineasta y realizadora india Leena Yadav; Mane Cisneros, directora del Festival de Cine Africano de Tarifa; Alejandra Trelles, directora del Festival Cinematográfico Internacional del Uruguay; el documentalista angoleño Zezé Gamboa y el director sirio Feras Fayyad, nominado a los Oscar en 2018 por Last Men in Aleppo (sección Perlas del Sur), uno de los filmes más aplaudidos aquí por la crudeza con que relata la vida cotidiana de civiles atrapados en un país en guerra.
Al referirse a Granada, Alejandra Trelles, también programadora de la Cinemateca Uruguaya, reconoció: «Es el enclave idóneo desde donde reivindicar estos otros cines. Por eso festejamos la idea de desalambrar este Sur y dejar paso a este cine al que casi no tenemos acceso, pues nuestras salas están valladas por el del Norte, que habla en inglés de California y que nos golpea de superhéroe en superhéroe. Hacer cine en muchas de esas latitudes de las que este Festival nos trae noticias sí que es una heroicidad. Por eso queremos agradecer la oportunidad de hablar y de defender este cine sensible».
Cines del Sur es un espacio multicultural que pretende dar visibilidad a películas alejadas de los circuitos comerciales. Muchas de ellas se ven por primera vez en España, aunque ya han pasado con éxito por festivales como la Berlinale. Para Díaz-Pimienta, el encuentro es un «tour de luces por la mirada, una trinchera del cine contemporáneo».
El evento tuvo en su jornada inicial el estreno mundial del largometraje Traslasierra, presentado por su director, el argentino Juan Pablo Sasiaín. En la sección oficial, que se proyectó en el Centro Federico García Lorca, compitieron por La Alhambra de Oro filmes como Dressage (Pooya Badkoobeh, India), The Great Buddha (Hsin-yao Huang, Taiwán), The Song of Scorpions (Anup Singh, Israel), Mente revólver (Alejandro Ramírez, México) o Praça Paris (Lúcia Murat, Brasil-Argentina-Portugal).
El programa incluyó las secciones Itinerarios/Pantalla Abierta, en la Plaza de las Pasiegas; Documentales y Música (Docs & Music), en la escalinata del Palacio de Congresos; Perlas del Sur, con el documental de Alexis Morante sobre Camarón como protagonista; y los ciclos «India. Miradas de mujer», «Transcine» -centrado en el cine del iraní Abbas Kiarostami-, así como la muestra «15FCAT: lo mejor de África», una selección de lo mejor del Festival de Cine Africano de Tarifa (FCAT) en los últimos quince años.
Además de la programación cinematográfica, en la carpa Mosaico-Espacio Bib Rambla, y en colaboración con la Agencia Andaluza de Cooperación Internacional para el Desarrollo, hubo encuentros con cineastas, proyecciones, coloquios y talleres de fotografía, efectos especiales y maquillaje en el cine, y de escritura de décimas e improvisación poética, este último impartido por Alexis Díaz-Pimienta.
Uno de los debates más interesantes de estas jornadas fue sobre violencia y cine en Latinoamérica. «¿Qué pasa por la cabeza de las personas que ejecutan la violencia?», se preguntó el mexicano Alejandro Ramírez cuando hizo su primer largometraje, Mente revólver, una obra muy realista, magistral en aspectos técnicos —guion, música, fotografía—, que revela cómo «resuelven» —sobreviven, diría yo— los seres humanos que viven bajo esa violencia. «Estamos en un momento de reconocimiento de la violencia. De empezar a destruir para construir. De eso habla mi filme, aunque parezca tan desolador», afirmó. Cineastas y público coincidieron en que la reciente promoción de la «cultura narco» en los medios de comunicación no aporta mucho, como las series de Pablo Escobar en Netflix o las producciones de Hollywood que solo ayudan a normalizar la violencia.
Estas historias contrastan con las de Uruguay, un país que ha sabido quitarse las sombras de la dictadura militar y avanzar hacia el futuro. Florencia Arbiza, productora de ese país, comentó las dificultades de comercializar producciones de este tipo en una nación tan pequeña. Aunque lo mismo sucede en gigantes como Brasil y México, donde muy pocas películas nacionales llegan al circuito de distribución.
Por eso, en la sede de la Fundación Euroárabe, Cines del Sur Market propició encuentros de profesionales de la industria, con el objetivo de generar un mercado audiovisual entre realizadores y productores de países del Sur para que, como dijera la directora brasileña Lúcia Murat, un día no haya que venir a festivales en Europa a ver el cine de estas regiones.
El Festival Internacional Cines del Sur está organizado por la Agencia Andaluza de Instituciones Culturales, en colaboración con el Ayuntamiento de Granada, la Diputación Provincial, el Patronato de la Alhambra, la Universidad de Granada y la Fundación Euroárabe de Altos Estudios.