Carpa del naciente Circo Nacional. Imagen de archivo del Circo Nacional de Cuba.
© Jorge Méndez Calas
Las actuaciones del Circo Nacional de Cuba alcanzan reconocimiento internacional. Foto: Radio Taíno.

La palabra circo hacía evocar ese espectáculo que levantaba sus lonas en diversos pueblos, países y comarcas. Porque es menester andar por la carretera. Así era su oficio: andar por la carretera.
Cuba tenía una antigua tradición circense desde los inicios de ese arte, a finales de los 1700. El circo fue haciéndose un espacio en la preferencia de los cubanos, lo mismo con grandes compañías extranjeras que llegaban a la capital, que con otros, mucho más modestos, que recorrían campos y ciudades.
 Mientras espectáculos como los de la famosa compañía Du Soleil apuestan cada vez más por la estilización del arte circense, el Circo Nacional de Cuba mantiene vivas las tradiciones de un espectáculo donde la belleza se da la mano con la osadía.
 Hoy puede hablarse con conciencia de una Escuela Cubana de Circo. Prueba de ello es la labor de los artistas formados aquí, frente a las mejores compañías del mundo. De hecho, sorprende saber que las mayores y más estables compañías de Estados Unidos y de naciones de Europa, Asia y el Medio Oriente contratan anualmente a nuestros muchachos.
 Franco Dragone, uno de los fundadores del prestigioso Cirque du Soleil, ha extendido convenios por diez años a varios artistas de la Compañía Havana, notable agrupación que presenta cuatro actos en la versión dedicada a celebrar los cincuenta años institucionales del Circo Nacional de Cuba, en el espectáculo La perle.
 Del 24 al 29 de junio La Habana, hermosa ciudad donde conviven en perfecta armonía pasado y presente, apuesta a celebrar la edición 17 del que está considerado el festival de circo más importante de América y uno de los primeros fundados en el mundo.
 Creado en 1981, fue después de Montecarlo (1974) y París (1977) el certamen competitivo de la más legendaria de las artes escénicas: el circo. Es desde entonces puerta para cirqueros y circenses en el continente. Hasta esta isla del Caribe cada verano llegan artistas de varias nacionalidades. Más de dieciséis estarán en la pugna en 2018 por los grandes premios y reconocimientos.
Una gira por casi toda la geografía cubana dará inicio en los primeros días de julio, hasta el 2 de septiembre, para retornar con una carga de alegría, aventuras y emociones. Y es que «El circo es el espacio de mayor libertad que el hombre ha creado para sí mismo. Aquí los seres humanos pueden realmente volar».