En Costa Rica, la naturaleza siempre ha jugado un papel preponderante y existe una amplia variedad de actividades turísticas que permiten experimentarla de modo activo y directo. Hoy se puede estar en contacto con la naturaleza pura sin renunciar al confort y la calidad de la vida moderna. El sector hotelero se ha desarrollado ampliamente en este sentido, logrando satisfacer de manera especial el gusto de muchos clientes europeos, quienes, después de un día de aventura, añoran un buen vino y una cena exquisita aunque se en­cuen­tren en uno de los sitios más recónditos del país.

Nuevo segmento de lujo En Costa Rica, la tendencia más fuerte está ubicada en el sector económico más alto. Un creciente número de clientes con capacidad de pago, redefine hoy el concepto de viaje de lujo. Sus nuevos contenidos son: experiencias únicas con la naturaleza, contactos auténticos e intercambio real con la población local, actividades definidas individualmente, programas de aventura y bienestar. Todo esto combinado con las mejores opciones de hospedaje estilo «boutique», los más finos restaurantes y servicio de guías privados. Perspectivas muy halagüeñas que se espera que se mantengan para Costa Rica, a pesar de la dureza del ambiente actual en el sector. Cómo se concibe el término «lujo» es algo muy personal y puede describirse de muchas formas. Cada vez más personas definen un viaje de lujo como vivencias únicas, disfrute sano, auténtico intercambio con culturas diferentes, tiempo, tranquilidad, calma y un programa a la medida. La experiencia de 5 estrellas tiene a menudo más importancia que el hotel de 5 estrellas, si bien el confort, el servicio personalizado y la buena gastronomía continúan ocupando posiciones preponderantes. Precisamente en el importante sector de clientes 50+ se encuentran cada vez más personas que tienen este concepto de un viaje de lujo. Costa Rica es el destino ideal para cumplir con estas expectativas, con sus bellezas naturales, su población hospitalaria y auténtica, sus excelentes hoteles y variada infraestructura hotelera. Cenar a la luz de las velas a orillas del río, meditar en un riachuelo termal en medio de la naturaleza, desayunar en una plataforma en la copa de los árboles, pasear silenciosamente en una canoa en medio de la selva, almorzar típicamente con una familia de campesinos, disfrutar de una buena botella de vino en un lodge apartado en medio de la selva o recibir un masaje relajante inmerso en los sonidos de la naturaleza, son elementos que marcan la diferencia. En el Valle Central se ubican campos de golf de primera clase, que en la costa del Pacífico Central y en la provincia de Guanacaste están rodeados de naturaleza o ubicados directamente junto al mar. En muchos pueblos costeros se encuentran disponibles puertos para yates. Quien, en lugar de los finos hoteles «boutique» desea hospedarse en hoteles de lujo internacionales, puede escoger entre diferentes opciones de renombre.

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En Costa Rica existe una oferta muy especial de servicios de wellness o bienestar, debido a que el país cuenta con varios volcanes activos, plantas del bosque lluvioso tropical y gran cantidad de frutas. En los últimos años, se han construido excelentes spas, los cuales aprovechan las fuentes de aguas termales naturales, las lagunas de azufre, el barro volcánico con contenido mineral, las piedras volcánicas, los extractos de plantas y las frutas refrescantes. La culminación de un día de aventuras en medio de la naturaleza puede ser un relajante masaje con aceites aromáticos de la zona o con piedras volcánicas calientes, un baño en aguas termales o una terapia aromática. En varios lugares se ofrecen cursos de Yoga en medio de la selva o en la playa, y la naturaleza virgen es el marco perfecto para ello.

el gourmet de la selva Lentamente transita el bus rumbo al Río Pacuare por caminos rurales mientras que las vacas cebú observan sorprendidas y curiosas. Nos adentramos en la densa vegetación y alcanzamos la orilla del río. Están dispuestos los botes para el rafting, cascos y chalecos salvavidas y después de recibir las indicaciones de seguridad del guía, practicamos cómo remar en equipo. ¡Esperemos que en los primeros rápidos funcione con un poco más de coordinación! Y de veras: pudimos superar las corrientes más fuertes perfectamente y después de que, al inicio, nos estremecíamos con cada lluvia de agua que caía sobre nuestras cabezas, a los 100 metros ya estamos completamente mojados y ni nos importa, el agua refrescante que nos cae encima. Al fin y al cabo, estamos a una temperatura ambiente de 38°C. El guía conduce el bote a una bahía y encallamos un par de metros en la verde vegetación. Rodeados de selva lejos de la civilización, hay una cascada de aguas cristalinas donde es posible refrescarse; la corriente regala un relajante masaje sobre la espalda y los hombros. El tour de rafting de tres días se ha convertido en uno de los puntos culminantes de nuestro viaje. Continuamos remando río abajo y después de una curva nos espera una sorpresa: en medio de la nada, rodeados por el bosque lluvioso, divisamos unos bungalows techados con palmera y una rústica estructura de madera. El gerente residente, nos recibe con hospitalidad y nos comenta detalles sobre el lugar, mientras disfrutamos de un cocktail de frutas en una amplia plataforma de madera. Sobrevuelan unos tucanes sobre el susurrante río, cuando nos informan que aquí no hay corriente eléctrica. Es comprensible, pero, ¿pasar dos noches completas, en medio de la selva, sin electricidad? Las dudas pronto se desvanecen: el romántico bungalow con ligeras cortinas de blanco lino y un mosquitero sobre la cama, es iluminado por la suave luz de las velas. Además se dispone de una linterna de bolsillo en la habitación, si bien, realmente, es un objeto anacrónico en este lugar y uno termina rehusando utilizarlo. En la plataforma se escucha el susurro de las aguas del río, los extraños sonidos de la selva y empiezo a recuperar la paz interna y la sensación de satisfacción que todo el año había estado anhelando. El edificio principal de este alojamiento es de madera y se alumbra con cientos de velas y pequeñas antorchas, que además le sirven como decoración. Las mesas a cielo abierto están tendidas con manteles blancos y en ellas se encuentran copas de vino fino. En el lounge, refrescado por la suave brisa, me arrellano en un cómodo sofá y disfruto de un Margarita. Al degustar el platillo de entrada me percato de que estoy aquí en el restaurante gourmet más retirado del mundo y cuando apenas empiezo a recuperarme, me traen mi vino preferido almacenado en una bodega de piedra, servido a la temperatura perfecta.

Consentido por el volcán El fuerte sonido interrumpe la calma relajante y aparece una nube en forma de hongo, que asoma sobre la punta del volcán Arenal. El polvo se arremolina en sus laderas como otra prueba de que ha ocurrido una erupción. Un riachuelo termal fluye curvilíneo a través de la exuberante vegetación tropical y desde una distancia segura es impresionante el paisaje natural. En los spas se ofrecen variados tratamientos, con todas las condiciones de confort. Se dice que el lodo del volcán, rico en minerales, tiene propiedades revitalizantes y rejuvenecedoras y es uno de los materiales que comúnmente se utiliza en este tipo de instalaciones, en las que puede escucharse eventualmente el lejano tronar del volcán Arenal. En el riachuelo termal, bajo una pequeña cascada, el día puede ser una experiencia muy relajante e inolvidable. Los volcanes pueden tener un aspecto amenazador, pero también poseen su lado amable. Ese lado es el que ofrece disfrutar Costa Rica.