Guanacaste

Guanacaste Este es el lugar que goza del clima más soleado en todo Costa Rica y por ello es una de las provincias preferidas para vacacionar en las playas. Sin embargo, el interior de esta región tiene mucho más opciones que ofrecer. La ganadería, el cultivo de frutas y el turismo son las principales actividades económicas. Y sus pobladores tienen fama de saber celebrar por todo lo alto. Entre sus pasatiempos se encuentran las toreadas «a la tica», en las cuales el toro siempre sale bien librado y sin sufrir. En cambio, en estos improvisados «rodeos» los que a veces montan los toros son los afectados.

Parque Nacional Rincón de la Vieja Pertenece a la cordillera volcánica de Gua­na­caste y está ubicado aproximadamente a una hora de distancia de Liberia y a dos horas de las principales playas. En este Parque Nacional pueden realizarse ma­ra­vi­llo­sas caminatas. Ca­­ta­­ra­tas ro­mán­ti­cas y fe­nó­me­nos vol­cá­nicos, tales co­mo burbujeantes lo­da­za­les, fuentes ter­males sulfurosas y re­fres­cantes ria­chue­los crean un spa natural bajo cie­lo abierto. Aquí puede pernoctarse dos noches en uno de los lodges. Otra experiencia inolvidable son los paseos a caballo en las sabanas que se extienden a los pies de la cordillera.

Tortugas marinas Estas tortugas depositan sus huevos en varias playas de la Provincia de Guanacaste. Por las noches de los meses entre octubre y marzo, en Playa Grande, al norte de Tamarindo, pueden admirarse las enormes tortugas baula; y en Playa Ostional, al norte de Nosara, una vez al mes, un par de días después de la luna llena, las llamadas «arribadas» de miles de tortugas marinas para desovar en las arenas.

Parque Nacional Palo Verde Este es el paraíso para los amantes de las aves. En las desembocaduras del Río Tempisque y del Río Bebedero, zonas pantanosas cubiertas de manglares, pueden apreciarse innumerables tipos de aves exóticas, entre ellas varias aves migratorias, principalmente durante los meses de diciembre a abril. También es el hogar de enormes cocodrilos e iguanas.

Puntarenas - Puerto Caldera La ciudad porteña de Puntarenas y Puerto Caldera reciben frecuentes visitas de cruceros. Las giras más comunes se realizan a Monteverde, Manuel Antonio o a los volcanes del Valle Central.

Manuel Antonio El sitio turístico más importante para visitar en la costa pacífica central es el Parque Nacional Manuel Antonio. Ubicado a la orilla del mar, ofrece preciosas playas en tranquilas bahías, y también la posibilidad de realizar interesantes caminatas por sus senderos. Es un lugar ideal para combinar naturaleza y playa. Además de perezosos, osos hormigueros, pizotes, iguanas y aves acuáticas, la especie animal que más atrae todas las miradas son los monitos carablancas. En los alrededores del parque y del pueblo de Quepos se ha ido conformando una importante infrastructura turística y se dispone de una gran variedad de opciones en hoteles, bares y restaurantes.

-------------------------------------------------------------------

En la región costeña del Pacífico Sur de Costa Rica puede experimentarse la cercanía con la naturaleza en todo su esplendor y en casi todas partes se puede estar alejado de la civilización, disfrutando de la tranquilidad. Para llegar a esta región se requiere de un viaje de 6 horas en auto y muchos de los visitantes deciden trasladarse en avión, ya que este medio de transporte resulta mucho más cómodo y más rápido. El vuelo tiene una duración de aproximadamente una hora y un precio bastante accesible. Asimismo, la Cordillera de Talamanca guarda sus secretos, alejada de las zonas turísticas más típicas. Es recomendable reservar una visita a la zona del Pacífico Sur como punto principal al final del programa de una gira.

Península de Osa y Parque Nacional Corcovado y Golfo Dulce Gracias a su ubicación apartada, la Península de Osa, al suroeste de Costa Rica, alberga una de las mayores biodiversidades a nivel mundial. El Parque Nacional Corcovado protege un bosque lluvioso único en su clase, en el cual en una hectárea crecen más de 100 tipos de árboles. La península es el hogar de jaguares, dantas, ocelotes, aras y muchas otras especies animales. En el mar frente a la costa juegan los delfines y si se tiene un poco de suerte, durante 10 meses del año (excepto en mayo y junio) pueden observarse ballenas jorobadas. Frente a la Península de Osa se ubica la Isla del Caño, ideal para esnorquelear y bucear. El Golfo Dul­ce, con una gran variedad de peces, se en­cuentra rodeado de exuberante vegetación, la cual está protegida por el Parque Nacional Piedras Blancas. Hay varias formas de descubrir la Península de Osa y el Golfo Dulce. Lo más cómodo son los paquetes, por lo regular de 4 días y 3 noches. Se ofrecen desde y hacia San José e incluyen un vuelo de una hora de duración hacia Palmar Sur, Drake, Puerto Jiménez o Golfito, luego el transfer hasta el lodge, por lo general en bote, la estadía con pensión completa, caminatas en el Parque Nacional Corcovado y excursiones a la Isla del Caño. Existen numerosas alternativas de lodges, por lo general pequeños y familiares. Quienes desean correr más aventuras, pueden realizar trekkings en el Parque Nacional Corcovado, pernoctando en estaciones y tiendas de campaña. Esta experiencia solamente es recomendable si está bien planeada y se cuenta con los servicios de un guía experimentado.

Cordillera de Talamanca El Cerro Chirripó, con una altura de 3 820 metros, es el pico más alto de Costa Rica. Se ofrecen tours de trekking, para los cuales se debe estar bien entrenado y dispuesto a prescindir de las comodidades. Para alojarse funciona un campamento base y se tiene que cargar sus propios alimentos, utensilios de cocina y saco de dormir. Escalar esta montaña se convierte para muchos de los visitantes en una experiencia mística. Un secreto por descubrir es también San Ge­rardo de Dota, en la Cordillera de Talamanca. A este pueblo de montaña se llega por la Panamericana, saliendo desde Cartago en dirección hacia San Isidro del General. Antes de llegar al Cerro de la Muerte se dobla hacia este valle. Es un lugar idílico, apto para caminatas y observación de aves. Aquí está casi garantizado que puede avistarse el quetzal, el pájaro que adoraban los Mayas. El clima refrescante resulta agradable como alternativa a las calientes playas.