El uso de iluminación LED y la aplicación de principios bioclimáticos, como techos verdes, devienen soluciones prácticas en favor de avanzar hacia un turismo sostenible.
El uso de energías renovables para producir electricidad con paneles fotovoltaicos y el calentamiento de agua con tecnologías solares son otros de los avances recomendados.

MÁS QUE UNA SIMPLE DECLARACIÓN, EL LLAMAMIENTO DE LA ORGANIZACIÓN MUNDIAL DEL TURISMO ES UNA VISIÓN REALISTA PARA LA SUPERVIVENCIA EN EL PLANETA DE LA INDUSTRIA SIN HUMO

La decisión de declarar el 2017 como Año del Turismo Sustentable ha sido muy bien acogida en todo el mundo. Realmente es más que una simple nombramiento, y así bien lo expresa la Organización Mundial del Turismo: Es una visión realista de supervivencia del turismo y del planeta. Es conciencia y acción.
Creada en el año 1975, la Organización Mundial del Turismo (OMT) es la agencia vinculada al Sistema de Naciones Unidas que tiene el propósito expreso de promover y desarrollar el turismo en todo el orbe.
Además, está encargada de facilitar y coordinar todo el empuje y actividades a nivel mundial contando con 17 objetivos concretos y definidos para su realización, promoviendo el desarrollo económico, la paz, la prosperidad y el cuidado del medio ambiente en la lucha por frenar el cambio climático.
A la necesidad del mayor aporte al cuidado del entorno y a las decididas acciones de evitar  el cambio climático están dedicadas estas líneas fundamentalmente, puesto que es la más importante amenaza que se cierne sobre nuestro planeta y constituye también uno de los mayores riesgos para el desarrollo del turismo a escaa global. Tan solo el aumento de los niveles del mar podría hacer desaparecer bellas islas y playas en diversos puntos de la geografía planetaria.
El incomprensible sistema económico internacional de corte capitalista que actualmente existe, está basado, como regla, en el consumo a toda costa y en la producción con una explotación exagerada de recursos y las ganancias como criterio del desarrollo económico, sin mirar las consecuencias. Ello pone en riesgo la posibilidad de que las generaciones venideras puedan disfrutar de lo que actualmente tenemos.
El turismo puede seguir su imparable crecimiento pero podría convertirse en un peligro para el planeta o, como queremos, podría seguir creciendo, pero contribuyendo con su acción a un mundo más limpio, conservado y sin contaminación.
Importantes organizaciones vienen alertando sobre el avance del cambio climático, el cual puede generar más de 100 millones de pobres para el año 2030.
Si ello continúa sin un adecuado control, tres cuartas partes de la población del mundo estará expuesta a olas de calor muy fuertes para finales de este siglo, según serios estudios científicos realizados.
El éxito de la industria del turismo en el momento actual no solo se puede medir por sus ganancias, sino también por cómo se obtienen las mismas; de ahí la necesidad de consolidar lo que llamamos «turismo responsable». Por distintas vías está demostrado que el desarrollo sostenible eleva los resultados de la gestión y disminuye los gastos.
Se estima que por el uso del transporte, los alimentos, la energía y otros, la contribución del turismo al cambio climático puede ser del orden de entre 5 % y el 6 % de las emisiones mundiales de CO2 que se producen.
El excesivo consumo de agua es uno de los factores desencadenantes de graves problemas para el turismo y para la humanidad. Ello implica tomar urgentes medidas que promuevan el ahorro de este preciado líquido.
Como regla y por estadísticas, un turista consume más agua cuando está de vacaciones que en su casa,. En piscinas, campos de golf, grandes jardines y otros, los consumos pueden llegar hasta 800 L / día.
Un crucero genera, según cálculos, aproximadamente de 3-4 kg de desechos sólidos por pasajero y tripulantes al día.
El 51 % del turismo internacional usa el medio aéreo, y este resulta, por lo general, un alto contaminador medioambiental, aunque paulatinamente van surgiendo innovaciones tecnológicas para su reducción.

El Caribe y Cuba
El Caribe y en particular Cuba tienen una mirada cada vez más concreta sobre estos estratégicos y definitorios temas.
En 2016, el Caribe recibió un mayor número de turistas, debido, entre otras razones, a las excelentes condiciones que generalmente se encuentran en su entorno.
El año anterior, Cuba recibió 3,4 millones de turistas; República Dominicana, 5,9 millones; Jamaica, 2,.1 millones; Puerto Rico, 3,7 millones; Aruba, 1,1 millones; y Barbados, más de 600 000 turistas.
Los avances tecnológicos continúan aportando soluciones que, bien utilizadas, pueden ofrecerle al turismo la posibilidad de revertir la situación y avanzar hacia la sustentabilidad.
Algunos ejemplos dicen mucho de esto. El desarrollo de proyectos de hoteles diseñados especialmente bajo el concepto de «sustentable» significa un impulso real y objetivo.
Estos tienen como premisa el uso de energías renovables para producir su electricidad con paneles fotovoltaicos y el calentamiento de agua con tecnologías solares; el aprovechamiento del agua de lluvia para determinados servicios, y el empleo de biogás, por solo mencionar algunas.
Resulta esencial en estos la explotación de iluminación LED y la máxima aplicación posible de principios bioclimáticos como colores, techos verdes, orientación geográfica y otras técnicas.
Un propósito que cada vez va cobrando fuerza dentro del sector del turismo mundial es el uso de autos, motocicletas y ómnibus eléctricos con cero emisiones. Costa Rica y México avanzan a buen ritmo en este camino.
Cuba ha alcanzado progresos significativos en la utilización de calentadores solares en muchas de sus instalaciones hoteleras, lo cual ha derivado en ahorros sustanciales.
La nación antillana lleva adelante también una labor constante por evitar la erosión de las playas, que usualmente se ven muy afectadas por el azote de huracanes.
Un prestigioso equipo de científicos cubanos ha establecido un Plan del Estado para el Enfrentamiento al Cambio Climático, y dentro de este, un programa de estudios sobre los peligros y vulnerabilidades costeras para los años 2050 y 2100.

Más acciones
Todas las anteriores definiciones también abarcan a aquellas instalaciones hoteleras no concebidas inicialmente como sustentables, que son en la actualidad la mayoría. Estas pueden hacer en el presente un conjunto de acciones en ese sentido que las ponga en mejores condiciones.
Para ello, los procesos de Certificación de Hoteles como sustentables bajo una metodología por etapas, juegan un papel movilizador. Son muchos los que tienden a ello, en diferentes lugares del mundo se realizan iniciativas de este tipo.
El sector turístico aún tiene mucho por hacer para evitar ser irremediablemente afectado por el cambio climático. Sepamos los peligros y hagamos acciones concretas.