PARA LA VENIDERA TEMPORADA 2017-2018, EL SECTOR TURÍSTICO CUBANO, DESDE LO PÚBLICO Y LO PRIVADO, PROCURA SUS ESFUERZOS PARA BRINDAR NUEVAS OFERTAS DE OCIO, RECREACIÓN, RESTAURACIÓN Y ALOJAMIENTOS

El desarrollo del sector turismo en Cuba desde hace 20 años, ha transitado exitosamente por un camino cubierto de obstáculos: crisis económicas, restricciones financieras, recrudecimientos del bloqueo, epidemias, azote de fuertes huracanes, entre otros. Sin embargo, en tiempos recientes, la tasa promedio de crecimiento anual en el indicador «llegada de visitantes internacionales» ha sido del 10 %.
En medio de las dificultades en recursos materiales y financieros que aún prevalecen, desde lo público y lo privado, el sector turístico nacional procura sus esfuerzos para brindar nuevas ofertas de ocio, recreación, restauración y alojamientos en la venidera temporada 2017-2018.

En lo que va de año
Los resultados al finalizar el primer semestre de 2017 demostraron la voluntad y la potencialidad de la mayor de las Antillas como destino seguro, hospitalario y diferente. Nuevos buques cruceros y líneas aéreas internacionales se sumaron a los itinerarios ya existentes que incluyen varios polos turísticos y ciudades a lo largo de Cuba. Los incrementos abarcan el disfrute vacacional de la naturaleza, la cultura, el turismo de salud, el ecológico, el urbano y el de aventura; los deportes acuáticos y la navegación; además de los tradicionales programas de sol y playa.
El primer semestre de 2017 acumuló algo más de 2,6 millones de visitantes que representan un 23 % de crecimiento con respecto a igual período del año anterior. En estos resultados se destaca el número en aumento de llegadas de cruceristas, representando un 120 % para este segmento de viajeros y aportando poco más de 280 000 visitantes.
Con más logros que fracasos, el turismo internacional en Cuba acoge el segundo semestre con un alza muy significativa. Al finalizar el mes de agosto habían viajado a Cuba 3 466 600 visitantes foráneos; un acumulado anual de un 26 % por encima respecto a igual periodo de 2016. Estos primeros ocho meses transcurridos aportaron 375 900 viajeros en cruceros, demostrando las potencialidades de Cuba en ese sentido.
El mes de septiembre, que tradicionalmente ha mostrado el de más bajo número de arribos en la curva de estacionalidad del turismo para Cuba; se caracterizó por el azote del fuerte huracán Irma, que recorrió las tres cuartas partes del litoral norte, donde se localizan los principales polos turísticos de sol y playa, y causó averías reparables en algunas infraestructuras y al paisaje debido al daño en las áreas verdes y jardines.
También se caracterizó por las anunciadas declaraciones del actual Presidente republicano de Estados Unidos, de revertir los avances en la normalización de relaciones y los viajes entre Cuba y el vecino del norte, vieja política de épocas pasadas.

Las relaciones con Estados Unidos. Un breve repaso
Como bien se conoce, el desarrollo del turismo internacional en Cuba ha sido concebido desde siempre, a partir de un escenario de confrontación y restricciones de viajes que han caracterizado las relaciones entre Cuba y Estados Unidos.
Es a partir de principios de 2015 que la Administración Demócrata de Estados Unidos, por sus propios intereses nacionales, implementó numerosas medidas para «normalizar» las relaciones con Cuba, lo que trajo aparejado el aumento de los viajes y el turismo. No es menos cierto, que el clima de distensión existente a partir de enero de 2015; ha tenido un impacto positivo en el incremento acelerado de los viajes, incentivando los flujos de visitantes foráneos a la Isla procedentes de todos los países emisores de turismo. Desde el 1ro. de enero de 2015 hasta el 31 de agosto de 2017, el arribo de estadounidenses representó el 8,3 % del total de visitantes internacionales en estos 32 meses.
Lo contradictorio es que mientras se ha elevado la cantidad de viajeros estadounidenses a Cuba han sido mayores las prohibiciones para que las empresas estadounidenses colaboren en la construcción de la infraestructura necesaria para recibirlos y brindarles una estadía segura y cómoda.
Finalizando el segundo período de mandato, el gobierno del Presidente Barack Obama introdujo varias modificaciones a las restricciones de viajes, mediante ampliación de las licencias; aunque estos continuaron prohibidos. Por otro lado, permitió la reanudación de vuelos comerciales directos de varias compañías aéreas y autorizó a las firmas estadounidenses a realizar negociaciones en proyectos que beneficiaran a los cubanos; por supuesto, proyectos que beneficiaran al pueblo estadounidense en su calidad de visi­tantes a Cuba.
Entre las Directivas Presidenciales se pretendía que los turistas estadounidenses pudieran tener amplio acceso a Internet y al uso normal de tarjetas de crédito en Cuba, pero los bancos comerciales que gestionan estas operaciones financieras dudaron en ingresar al mercado cubano por temor a las sanciones, debido a las leyes del bloqueo vigente o a las reacciones políticas negativas de los políticos y empresarios más conservadores.

Preparado para la temporada alta
 Para la próxima temporada turística, Cuba abrirá sus nuevas ofertas en todos los destinos con la planta hotelera recuperada. Por otra parte, la estrategia de aspirar a ascender en la cadena de valor promete convertir la industria en un motor de desarrollo.
La industria turística cubana ha reconocido que debe elevar la calidad de su oferta y orientarse hacia los alojamien­tos superiores y de lujo. Esto exige invertir en mejores instalaciones y servicios, lo que implica mayor capacitación del personal, mejora de los servicios de comida y bebida, y mantenimiento de la planta física en mejores condiciones de funcionamiento.
Durante la temporada 2017-2018 sumarán más de 4 000 habitaciones hoteleras a las actuales 67 000 que existen en todo el país, que contribuirán a aumentar el volumen de la planta habitacional y alcanzar mayores estándares de calidad. La llegada al país de prestigiosas marcas hoteleras internacionales impulsará a este sector hacia un fuerte incremento de la categoría de los hoteles, como ya se está demostrando en las aperturas que se han venido celebrando en los últimos meses, y en los nuevos proyectos aprobados y contratados.
Varios complejos hoteleros de lujo vinculados al turismo de golf han sido aprobados, entre estos el Punta Colorada Golf&Marina, con la compañía española Playa Golf & Resorts. Otros proyectos similares avanzan con el Grupo Globalia; la empresa china Beijing Enterprises Holdings Limited y la británica Esencia Hotels and Resorts.
Con notable presencia en Cuba desde hace años, Iberostar Hotels & Resorts, Meliá Hotels International y Blue Diamond Hotels & Resorts han anunciado nuevas aperturas ante la creciente demanda y dando un sólido impulso a las inversiones en el turismo urbano.
Hay que tener en cuenta que las decisiones que se tomen por el sector turístico cubano bajo el marco regulatorio del nuevo modelo económico y social, serán el motor que agilice la marcha de la industria turística. No obstante, el logro de los objetivos exige sortear obstáculos claves para  que el sector se encamine hacia adelante.
Mientras tanto, el sector turístico cubano espera el levantamiento de las restricciones que le impiden su desarrollo exitoso, confiando en la poderosa fuerza del cambio de época, del reclamo de la comunidad internacional y del irresistible flujo de la historia.
El actual proceso de reformas es una tarea en curso, en que Cuba seguirá mostrando su habilidad estratégica y flexibilidad táctica, mientras enfrenta nuevas dificultades y convierte las crisis en oportunidades.