ALMA de Puerto Rico
En la principal y mayor isla de Puerto Rico, que da su nombre a todo el país, -no olvidemos que también son islas puertorriqueñas, Vieques, La Mona y Culebra- se encuentra la capital, San Juan, que acumula una rica historia colonial y donde su parte más antigua es considerada Patrimonio de la Humanidad por la UNESCO.
La fortaleza de San Felipe del Morro se encuentra a la entrada de la bahíade San Juan, donde se puede conocer en detalle la defensa española de una ciudad muy codiciada durante siglos por piratas, filibusteros y hasta por gobiernos de lejanas naciones.
Un recorrido a pie por las calles del Viejo San Juan es posible en apenas dos horas y brinda una atractiva oferta de puntos históricos que incluyen desde la hermosa Plaza de Armas—donde cuatro estatuas recuerdan las cuatro estaciones del año—hasta La Fortaleza, considerada la mansión de los gobernadores hispanos más antigua de esta parte del planeta. También puede visitar el Museo Pablo Casal, donde el famoso violonchelista vivió sus últimos 20 años.
La vida nocturna del Viejo San Juan atrapa la atención de cualquier visitante, pues el puertorriqueño es alegre y noctámbulo. Hay teatros, conciertos, ópera, galerías de arte y salas de fiesta para todos los gustos. Se incluye en ese entorno mágico a pequeños e íntimos clubes donde se puede disfrutar desde las melodías de mayor actualidad hasta rumba, salsa y merengue.
Ponce es la segunda ciudad de Puerto Rico y se encuentra a sólo hora y media por carretera, desde San Juan. Tiene más de 500 edificaciones coloniales y un Museo de Arte con más de mil obras pictóricas y 400 esculturas. El Parque de las Cavernas del Río Camuy constituye uno de los senderos subterráneos más espectaculares y extensos del mundo.
Mona es una pequeña y deshabitada isla puertorriqueña hacia el oeste del país donde el turista puede admirar variadas colonias de aves marinas o disfrutar de extensas playas de blancas arenas, para vivir una aventura al conocer la vida solitaria a donde no llega el ruido a veces avasallador del progreso.
En una impactante combinación de las culturas africanas y españolas cada ciudad puertorriqueña celebra anualmente el día de su Santo Patrón con fiestas. Se llevan a cabo en la Plaza Mayor de las villas y duran alrededor de 10 días en los cuales se suceden procesiones, comidas típicas, juegos, música y bailes.
Mediante el programa turístico denominado LeLoLai, hoteles de San Juan ofrecen a los visitantes una amplia muestra de la historia y la cultura de Puerto Rico, que incluye actuaciones de grupos artísticos especializados en el folklore indígena, español y africano.
Vieques, paraíso en Puert o Rico
El libro de Récords Guinnes 2008 ofrece un dato curioso y singular de un sitio que tiene como escenario a Puerto Rico: la más brillante bahía luminiscente del planeta, conocida por el nombre de Mosquito, ubicada en la isla de Vieques. La bioluminiscencia solo se experimenta en aguas tropicales, llanas y claras, y es producto de unos organismos microscópicos llamados dinoflagelados (Pirodinium bahamense) que emiten luz cuando son perturbados. Muchas personas, motivadas por la curiosidad, viajan a este lugar para observar el fenómeno inusual de la bioluminiscencia en las aguas.
Contemplar en noches sin luna una superficie plena de luz resulta algo impresionante, como lo es también visitar las playas viequenses. Los turistas que llegan allí pueden disfrutar de una envidiable tranquilidad pues en kilómetros y kilómetros a la redonda no hallarán más que naturaleza virgen donde nadar libremente. Una especie de Paraíso terrenal, a una hora en ferry de la isla mayor o a media hora en avioneta. Los turistas tienen otra zona de especial atracción en el poblado de La Parguera, al suroeste de Puerto Rico, llamado así por la gran afluencia de pargos a su costa.
La Parguera reúne un gran número de recursos naturales entre manglares, arrecifes de coral y bahías bioluminiscentes como las de Monsio José y La Parguera. Sus estrechas entradas permiten que ocurra aquí una baja tasa de intercambio de agua que constituye una de las condiciones ideales para la bioluminiscencia que hacen del lugar un sitio muy peculiar, de gran valor ecológico y de una belleza escénica singular. La Parguera posee gran diversidad de animales donde predominan las aves. En censos recientes se han encontrado alrededor de 66 especies de plumíferos. Esto responde a que existen bosques que permiten la reproducción y el anidaje de especies residentes y migratorias.
La Parguera es una de las áreas de Puerto Rico más ricas en recursos coralinos; en esta zona abundan los corales de barrera, que bordean la costa. Poseen un incalculable valor ecológico pues actúan como amortiguadores de oleaje, proveen albergue y alimento a una gran variedad de peces y organismos marinos, exportan sustancias orgánicas a otros sistemas y sirven, además, para fines recreativos.