Leticia NavarroSecretaria de Turismo de México
Sra. Navarro, nos gustaría que nos comentara sobre cuáles son los proyectos del Gobierno de México en materia turística actualmente.
Nosotros vamos a trabajar, por primera vez en este año, en una campaña coordinada no solamente con el sector turístico, sino con todos los sectores de México que tienen que ver con el extranjero para vender lo que sí es México, todo lo bueno que tenemos para ofrecer. Obviamente, el turismo va a ser uno de los sectores que más contribuyan en ese sentido. México ha sido conocido y es considerado actualmente como un lugar extraordinario de sol y playa, porque tenemos nuestra riqueza en los litorales del país: desde el preciosísimo Caribe, todo el Pacífico, que es singular, hasta llegar al Mar de Cortés, que tiene una belleza extraordinaria con esos contrastes de desierto y mar azul, y una naturaleza exuberante, bellísima. Lo que nosotros estamos buscando ahora es la diversificación, que se sepa que México, aparte de sol y playa, es de los pocos países que ofrecen una mezcla muy importante de culturas. Y cuando hablamos de culturas no nos referimos a lo tradicional, que son nuestros sitios arqueológicos o nuestras ciudades coloniales, sino a nuestra riqueza en música, en colores, en artesanía, en folclore, en gastronomía; todo lo que hace realmente único a un país. Eso es lo que estaremos buscando: la diversificación; que se pueda disfrutar tanto de la riqueza natural de nuestro país, como de la cultura que se ha venido desarrollando.
¿Cómo están mejorando la seguridad en México DF y en las carreteras que unen estratégicamente los diferentes puntos turísticos?
Este es un tema que a nosotros nos preocupó desde el principio... y nos ocupó. En el caso del Gobierno Federal, en términos generales, el presidente Vicente Fox ha hecho de la seguridad un tema principal. Nos encontramos ahora en la segunda etapa, donde se están firmando convenios precisamente con los gobiernos estatales –fue el caso precisamente del gobierno de la Ciudad de México– para trabajar conjuntamente y abolir toda esta problemática que usted menciona. Pero hay que poner todo en perspectiva; yo siempre digo que hay realidades y hay percepciones. En cuanto a las realidades se está trabajando muy fuertemente en ese sentido. Nosotros conformamos la Comisión de Seguridad para la Actividad Turística de nuestro país, donde convergen más de quince entidades del Gobierno Federal; todos estamos orientados en esa misma dirección, desde la capacitación al personal de contacto con el turismo, hasta el análisis de temas mucho más complejos que nos lleven precisamente a asegurar la integridad física de los visitantes y también su salud. Por ejemplo, en esta comisión está la Secretaría de Salud; el Ministerio de Economía, con la Procuraduría de Protección al Consumidor; la Defensa Nacional; Marina..., o sea, todos los que tienen que ver con el tema. Pero, por otro lado, si nosotros viéramos las estadísticas, desafortunadamente o afortunadamente, no son ni más ni menos que las de otros países; sin embargo, se ha ido creando esa imagen que nos sigue haciendo mucho daño.
¿Respecto a las líneas aéreas, suponen un problema fundamental en las visitas a México; costosas, escasas y complicadas muchas veces sus gestiones. ¿Van a hacer algo directamente para mejorar esto?
Sí, el Gobierno le ha propuesto al Congreso desde el año pasado la venta de la controladora de las dos grandes líneas mexicanas, Aeroméxico y Mexicana, precisamente buscando mayores competencias. Desgraciadamente, en medio de todo eso llega el 11 de septiembre, que hace un poco más difícil poder articular esta decisión. Pero sin duda, hacia allá vamos, buscando competencia y que haya calidad, servicios y opciones para el turista, porque es realmente triste, sabiendo que somos el segundo país del mundo por su red aeroportuaria, que no tengamos la conectividad o que haya carencia de aviones, o falta de frecuencias, o el precio.
También hay una parte legal que no permite a otras compañías aéreas utilizar ese suelo o ese cielo.
Exactamente la Quinta Libertad, que en estos momentos no permite el cabotaje. Son precisamente esos elementos en los que tendremos que ir evolucionando. Nuestra política aeronáutica tiene que desarrollarse para que lo permita y haya mayor competitividad.
Desde el punto de vista de los cruceros, ustedes también han ampliado mucho ese campo. ¿Van a seguir con ello?
Somos el país número uno en el mundo recibiendo cruceros. Y el año pasado, en términos generales, yo les diría que si nos comparamos con otros lugares del mundo, México fue de los menos afectados en cuanto a flujos turísticos. Nosotros perdimos solamente el 4 % de nuestros flujos internacionales, pero en términos de divisas crecimos. Eso quiere decir que pudimos atraer un turismo de una mayor capacidad económica. En el caso de cruceros, si mal no recuerdo, crecimos algo así como un 30 %, y este año está programado un gran número de cruceros en adición, sobre todo para Acapulco, que está reposicionándose como un puerto para cruceros. Acabo de estar en Cozumel hace unas 4 o 5 semanas y también me hablaron de compromisos precisos de un número mayor de cruceros.
Pues ahora, desde el punto de vista de mujer, de esa filosofía tan bonita que tiene que ver con la lucha que establecemos muchas veces entre hombres y mujeres, y el parejo trabajo entre ellas, nos gustaría empezar preguntando ¿cómo llegó usted al mundo del turismo, si ha sido una vocación, una casualidad...?
Yo no creo en las casualidades. Yo pienso que uno en la vida se va forjando, va poniendo los peldaños de lo que quiere hacer. Yo nunca había trabajado en la administración pública ni en el turismo. Jamás. Toda mi vida había estado básicamente trabajando con compañías de consumo masivo, compañías internacionales, por más de veintiséis años, y, finalmente, llegué a ser presidenta de una compañía a nivel mundial, Gillete. Fui la mujer de mayor rango en toda la organización a nivel mundial. Por eso digo que no hay nada de casualidad. Cuando el presidente Fox decide formar un gabinete completamente diferente –voy a llamarlo así: apolítico– de cómo estaba tradicionalmente manejado el sistema en México, él empieza a buscar perfiles para los diferentes sectores. Efectivamente, yo no tenía ninguna experiencia en turismo a más de que, evidentemente, por mi labor, por haber manejado compañías a nivel mundial, tengo mucha idea de toda la dinámica internacional. Él cree en el turismo como una actividad económica importante, como lo es un mercado donde se comercializan productos y servicios, donde se requiere inversión, y ese ha sido mi perfil de toda la vida, ese ha sido mi quehacer. Así es como estoy yo aquí.
Leticia, ¿cómo puede compaginar todos los aspectos de una mujer en el mundo de hoy, del siglo XXI, no sólo el profesional, sino también el personal, el familiar. ¿Cómo puede llevar a cabo todo... con éxito?
Yo siempre he tenido una filosofía. Pienso que los hombres son, tradicionalmente, culturalmente, los proveedores de una casa. Ellos saben que toda la vida van a tener que trabajar y consecuentemente el hombre tiende a pensar en términos de una carrera profesional. Para las mujeres, desgraciadamente, hasta hace años no era el caso. Las mujeres trabajaban antes de casarse o antes de tener los hijos, y seguían después que crecían los hijos. Entonces sólo "trabajábamos", no teníamos carrera. Yo creo que cuando una mujer tiene la inquietud profesional desde muy joven, debe plantearse dos cosas: primero, reconocer que por esa visión como mujer –digo como mujer porque no debemos rechazar nuestra responsabilidad como madres, como esposas, como hijas; lo que nos debe tocar, tenemos que seguir cumpliendo con ello–, tenemos que reconocer, repito, que debemos pagar un precio, mayor que el de los caballeros (con todo respeto); pero, otra cosa, tenemos que ser muy constantes. No nos deben desanimar los tropiezos que, naturalmente, más a menudo va a tener una mujer que un hombre. Tiene que haber consistencia. Por ejemplo, yo, cuando nació mi hija, consideré mucho dejar de trabajar, nuevamente con esta mentalidad y con esa cultura. Cuando tenía 15 o 20 días de nacida, supe que yo no iba a ser una madre convencional; entonces me integré inmediatamente al trabajo. No he dejado de trabajar; ha sido una carrera constante, pero para poderlo hacer una tiene que crear su propia infraestructura, si no lo hace, no funciona. A la mujer normalmente le lleva más trabajo, nuevamente comparado con lo que le pasa al caballero (el esposo va ha trabajar, va a seguir haciendo sus cosas); entonces uno tienen que invertir en crear esa infraestructura en el hogar, para que todo siga funcionando mientras una anda viajando por semanas. Yo estoy pensando en el trabajo desde las 7:00 a.m. cuando me estoy duchando, hasta las 10:30 p.m. que regreso; entonces yo no tengo tiempo para estar pensando si mi hija llegó bien de la escuela, si le dieron de comer, si fue el plomero; no puede uno estar en eso. Como jamás lo piensan, seguro, los caballeros. Uno tiene que saber organizarse para poder manejar las cosas; si no lo hace así, no funciona.
¿Tiene usted alguna anécdota especial, simpática o dura, sobre algo que le haya costado trabajo realizar para poder mantener su estatus de mujer frente a ese estatus de caballero, como usted comenta, en el mundo laboral? ¿U otra que demuestre que no existe esa igualdad real, y que ustedes tienen que luchar para lograrla?
Yo me considero tremendamente afortunada; nunca he sentido hacia mi persona la discriminación por ser mujer. Para empezar, soy la única mujer de cinco hermanos. Siempre me he movido en el mundo de los caballeros. Lo mismo me pasó cuando empecé a trabajar. Entonces, no me es ajeno ese mundo; siempre me he podido mover en él, y uno va acomodándose en el tiempo y va acomodando su femineidad. Yo me acuerdo en los años 70, cuando la mujer tenía que verse muy masculina, dura y fuerte para que la tomaran en serio, para que le hicieran caso. Creo que se estaba distorsionando la realidad. Yo siempre pienso en términos de seres humanos, no de hombres y mujeres, y lo mismo me he encontrado compañeros de trabajo varones que no tienen el compromiso ni la capacidad, que mujeres con las mismas características. No creo que esté en función del género, yo creo que está en función del grado de compromiso que se tenga para hacer las cosas.
Lo que nosotros estamos buscando ahora es la diversificación; que se sepa que México, aparte de sol y playa, es de los pocos países que ofrecen una mezcla muy importante de culturas de ayer y de hoy.