Kerepacupay Vená.
Guacamaya (Ara spp).
Salto El Hacha Bolívar.

Ubicado al sureste de Venezuela, el Parque Nacional Canaima fue nombrado en 1994 como Patrimonio Natural y Cultural de la Humanidad. En su entorno, que ocupa más de 3 millones de hectáreas, habitan singulares plantas y animales que solo existen en este lugar.

Con más de 3 millones de hectáreas, el Parque Nacional Canaima tiene entre sus atractivos hermosas cascadas, ríos y montañas, así como especies botánicas y animales únicas en el planeta. Ubicado al sureste de Venezuela, entre la frontera de Guyana y Brasil, este paraíso, considerado por algunos como el lugar más antiguo de la Tierra, fue declarado Patrimonio Natural y Cultural de la Humanidad por la Unesco en 1994. 

Entre tepuyes y cascadas

Uno de los atributos que hacen único a Canaima son los tepuyes, montañas de cimas planas cuyos orígenes se remontan a la era precámbrica (entre 900 y 3 500 millones de años). Estas mesetas son frecuentadas por exploradores y científicos dedicados a estudiar los ecosistemas que ellas albergan. Entre los tepuyes más visitados se encuentran el Auyantepui y el Monte Roraima, donde se pueden realizar excursiones de varios días y recorridos en aeronaves. Desde el imponente Auyantepui se desprende el principal icono natural del parque, el Kerepacupay Vená o Salto Ángel, la cascada más alta del planeta con 979 metros de caída. Mientras, el cerro Roraima se muestra como el punto más alto de la sierra Paramaica, e invita a los más aventureros a ascender hasta su imponente cima.

Tierra de vida

La biodiversidad de Canai­ma le ha convertido en un reservorio natural certificado mundialmente. Sucede que este parque es el hogar de especies que solo conviven en estas tierras, entre ellas, un tipo de sapo minero (Dendrobates leucomela), anfibio de colores llamativos, cuyo hábitat se encuentra en los alrededores del salto El Sapo.

También hay diferentes clases de orquídeas (Griego orchis) y plantas insectívoras como la Drosera roraimae, y animales como la falsa coral (Lampropeltis triangulum sinaloae), el danto o tapir (Tapirus bairdii), el pereza de tres dedos (Bradypus tridactylus), el cunaguaro (Leopardus tigrinus) y el mono aullador o araguato (Alloutta).

La cultura del pemón

La riqueza cultural de Canaima se manifiesta en los pemones, comunidad indígena que se subdivide en tres grandes grupos: taurepanes, arekunas y kamarakotos, quienes se distinguen por variantes en su dialecto. Descendientes de las antiguas tribus de Caribes, tienen habilidades para la caza y la artesanía. Su estilo de vida es tranquilo y determinado por su entorno.

Leyendas locales le han atribuido a estas tierras selváticas la presencia de espíritus malignos que aparecen para sembrar el terror entre los pobladores del parque. Los fantasmas, conocidos como «kanaimas» en el dialecto de los kamarakotos, son los que dan el nombre a esta zona llena de magia.

No lo dude: adéntrese en el misticismo de este lugar incomparable y descubra la calidez de su gente, siempre dispuesta a guiarnos durante un viaje por cascadas y tepuyes hasta lo más profundo de la selva.