Un festival dedicado a la cubanía
Más allá de las ferias comerciales, eventos teóricos, catas o degustaciones, los Festivales del Habano han sido desde sus inicios un homenaje a la cultura cubana y a las tradiciones tabacaleras que forman parte insoslayable de ella, asegura Ana López, Directora de Marketing Operativo de Habanos, S.A.
El Festival del Habano siempre ha sido un evento de gran aceptación entre los amantes del Habano, que desde su primera edición en 1999, reunió en la capital cubana a más de mil invitados, y cuya asistencia se ha mantenido igual e incluso ha crecido a lo largo de estos 15 años, asegura Ana López, Directora de Marketing Operativo de Habanos, S.A.
«A lo largo de este tiempo, el Festival también ha ido introduciendo una serie de eventos en su interior, tratando de sorprender siempre a los participantes con alguna novedad. Así han surgido y se han consolidado eventos que hoy tienen vida propia, como el Concurso Habanosommelier, que comenzó desde las primeras ediciones, y hoy se ha instaurado no solo como parte del Festival sino también entre los diferentes distribuidores que atienden los mercados, convirtiéndose en un reto para los sommelieres amantes de los Habanos, quienes ansían poder participar en él.
»Otro evento interesante que ha ido evolucionando es el de las alianzas de Habanos con otras Denominaciones de Origen. En el transcurso de estos quince festivales han compartido el escenario con los Habanos productos como cogñac, armagnac, oportos, tequilas, rones, vinos, todos de gran prestigio internacional, los cuales han visto en el Festival una oportunidad valiosa para mostrar los puntos comunes que existen entre sus productos y los Habanos.
»También, y aunque resulta siempre interesante para los fumadores visitar las plantaciones, las fábricas, asistir a las diferentes conferencias magistrales en el seminario internacional o la clase magistral de cómo hacer su propio Habano, creo que lo más esperado siempre es la presentación de las novedades que Habanos, S.A. organiza durante el Festival.
»La utilización de este contexto para presentar a los aficionados los nuevos productos resulta muy provechosa, no solo para Habanos, S.A. como compañía, que anuncia qué va a ocurrir durante el año, sino para los fumadores que asisten al encuentro y pueden degustar, primero que nadie, las novedades que posteriormente saldrán al mercado.
»En ese sentido, el Festival es una especie de termómetro de los gustos y las preferencias de los aficionados, coleccionistas, distribuidores, hombres de negocios, quienes aprovechan este punto de encuentro para intercambiar experiencias, mientras que por nuestra parte nos sirve para evaluar de primera mano la aceptación de los diferentes productos, la reacción que van a tener en el mercado, por lo cual es una especie de prueba de fuego para las novedades que presentamos, ya que tenemos la posibilidad de ver in situ su nivel de aceptación.
»Afortunadamente, hasta el momento la aceptación de lo presentado en el Festival ha sido muy buena, y eso lo hemos podido comprobar después en las ventas en los diferentes mercados, y en la acogida y fidelidad de los consumidores a estos productos.
»El Festival además es un momento cumbre para todo el sector tabacalero cubano. Para este evento se prepara no solo Habanos, S.A., sino también la industria, que debe asumir todas las producciones, toda la infraestructura logística de Tabacuba, que tiene la responsabilidad de hacer llegar los nuevos productos a tiempo y con la calidad esperada, y hasta los vegueros que reciben a los visitantes en sus campos».
Muchas personas, que quizás no conozcan el evento, pueden tener la impresión de que el Festival del Habano es solo para los que fuman, ¿es realmente así?
No, para nada. Desde el principio el Festival del Habano fue concebido, ante todo, como un momento para que los asistentes puedan ver de cerca toda la cultura asociada al mundo del tabaco cubano. Las visitas a las vegas y el encuentro con los vegueros, la estancia en las fábricas y la conversación con los torcedores, donde hay todo un hacer centenario, evidencian que más allá del hábito de fumar, alrededor del Habano existen tradiciones centenarias que explican el porqué de esta Denominación de Origen única.
»Esos vínculos que se crean con la tierra y la industria donde se hacen los Habanos, con su cultura y tradiciones, son invaluables; y solo se pueden palpar adecuadamente con esos momentos que se viven durante el Festival.
»Al mismo tiempo, el evento siempre ha tratado de vincularse a lo mejor de la cultura nacional, pues el Habano, como parte de las tradiciones cubanas, siempre ha sido objeto de inspiración para las diferentes manifestaciones del arte.
»Así hemos tenido, por ejemplo, la Galería de Habanos, un lugar especial donde se pueden apreciar las obras de aquellos artistas plásticos que se han inspirado en el tabaco cubano y lo han reflejado de diferentes formas en sus obras. Esta iniciativa nació desde el primer Festival, cuando se hizo una exposición itinerante con grandes artistas cubanos y extranjeros. Desde ese momento se ha mantenido a lo largo de sus quince ediciones.
»A su vez, siempre hemos acogido en nuestros escenarios a los artistas más representativos de la cultura nacional, e incluso a muchos invitados extranjeros, quienes han participado en las noches de bienvenida, en las grandes galas o en las cenas especiales dedicadas a los distribuidores.
»Igualmente, para cada una de las actividades principales del Festival hemos tratado de buscar lugares que pueden ser interesantes desde el punto de vista histórico-cultural para los visitantes. Y hemos promovido indistintamente múltiples concursos, como el de audiovisuales o ahora el de fotografía, además de haberse hecho presentaciones del Habano en el cine, en las artes plásticas, en la literatura, etc.
»En fin, que durante el Festival del Habano han sido múltiples los momentos que ejemplifican el porqué el Habano es un elemento primordial de nuestras tradiciones; y es así también como vemos el Festival, como un evento eminentemente cultural, dedicado a ese gran embajador de la cubanía que es el Habano».