Los santiagueros la llaman con orgullo la tierra caliente, y en julio, cuando al calor del verano tropical suenan los tambores del carnaval, la urbe escoltada por la sierra y el mar, se consagra como la más caribeña de las ciudades cubanas.

 

En las plazas y calles retumba la música y la fiesta, la danza multicolor del crisol de razas y culturas -europeas, africanas, asiáticas y aborígenes- y en los salones académicos, lo popular se asume con profundidad, fluyen el verbo y la reflexión para cada vez, con más precisión, situar a sus pueblos en el sitio protagónico de la investigación.

 

La XXXIII edición del Festival del Caribe, tiene como país invitado este año a Colombia. El Festival comprende 30 grandes espectáculos a los que asisten unos 500 espectadores en cada uno. En los desfiles de apertura y cierre intervienen todas las delegaciones extranjeras participantes, así como las nacionales. 

 

En el desfile del cierre, el día 9, se le entregará la mpacka (símbolo del festival) a las autoridades de Suriname,  país al que se dedicará el Festival en el 2014.

 

Las sesiones académicas enfatizarán en la sociedad y la historia del Caribe colombiano, las relaciones intracaribeñas y los procesos de construcción identitarios, las culturas de resistencia en la región, los flujos migratorios y las diásporas, entre otros temas. 

 

Más de mil 190 artistas y estudiosos de cerca de una treintena de países confluyen en esta Fiesta del Fuego, como evidencia de su amplia capacidad de convocatoria mundial.

 

Además de Colombia, de acuerdo con reportes del comité organizador, entre las naciones con mayor presencia figuran Venezuela, México, Argentina, Puerto Rico, Estados Unidos, Brasil y Curazao.