ALGO ESTÁ PASANDO EN PUEBLA. EN LOS ÚLTIMOS AÑOS EL ESTADO HA VIVIDO UNA TRANSFORMACIÓN QUE SIGUE, LO CUAL LE HA PERMITIDO CONVERTIRSE EN UN POLO DE ATRACCIÓN TURÍSTICA EN EL SURESTE MEXICANO.

A solo dos horas de Ciudad de México, Puebla es una mezcla que enamora: construcciones prehispánicas que hablan de la grandeza de los antepasados, como la pirámide de Cholula que cuenta con el basamento más grande del mundo, pero al mismo tiempo la Estrella de Puebla, la rueda de observación portátil más grande del orbe, de acuerdo al Guinness World Record.
Por un lado está Cantona, la ciudad con la traza más urbanizada del México antiguo en contraste con la Puebla moderna que posee hoy en día plazas comerciales, grandes avenidas, parques y ciclo pistas.
El Museo Internacional del Barroco es la máxima expresión de esta corriente de modernidad; diseñado por el reconocido arquitecto japonés Toyo Ito, se ha convertido en el edificio que identifica la ciudad; paradójicamente, se trata del mayor representante de esta tendencia artística y cultural de los siglos XVII y XVIII.
Quien visita Puebla no puede dejar pasar la oportunidad de dar un recorrido en el teleférico ubicado en la zona histórica de los Fuertes, en donde se libró la Batalla del 5 de Mayo de 1862, una moderna estructura con góndolas de alta tecnología que permiten obtener una vista aérea espectacular de la ciudad.
El Tren Turístico Puebla-Cholula, es un reconocimiento a la importancia que tuvo este medio de transporte en la época industrial del estado, convertido en estrategia turística recorre 17 kilómetros desde la capital del estado hasta la ciudad milenaria de Cholula.
La gastronomía poblana es otro de los motivos para visitar el estado, en Puebla se originaron los platillos más icónicos de la cocina mexicana; por ejemplo, el mole poblano, el guiso más reconocido y el chile en nogada, el más elegante.

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