Localizada en la provincia de Pedernales y parte del Parque Nacional Jaragua, este paraíso terrenal tiene una extensión de 37 km de largo y comprende desde punta Chimanche hasta punta Águila. / Located in the province of Pedernales and part of the Jaragua National Park, this terrestrial paradise has an extension of 37 km in length and comprises from point Chimanche to punta Águila.

Un paraíso virgen en República Dominicana

NO TIENE HOTELES, TIENDAS O RESTAURANTES, PERO DICEN QUE BAHÍA DE LAS ÁGUILAS POSEE LAS PLAYAS MÁS HERMOSAS DE REPÚBLICA DOMINICANA

Solo dos horas y media por carretera es el tiempo que se precisa para adentrarse en Bahía de las Águilas y no querer abandonar jamás  este entorno virgen con playas de arena blanca y aguas cristalinas. Localizada en la provincia de Pedernales al suroeste de República Dominicana y parte del Parque Nacional Jaragua, a ese paraíso terrenal únicamente se llega tras descubrir montañas con altísimas palmeras, árboles, ríos y pequeños pueblitos con casas de madera, techos de hojalata u hojas de palma y pintadas con vistosos colores. Tiene una extensión de 37 km de largo y comprende desde punta Chimanche hasta punta Águila.
El visitante no debe esperar que lo reciba más que un rancho donde comer chillo, pescado local de color rojizo, o langostas. Y es que la inexistencia de asentamientos humanos en Bahía de las Águilas está bien documentada desde hace años. El Plan de Manejo del Parque Nacional Jaragua publicado en 1986, establece en su zonificación el uso extensivo/recreativo con recomendaciones para su desarrollo. En este trabajo se caracterizaron los principales hábitat marinos y se reconoció la fragilidad de la estructura costera marina del hermoso sitio.
Ciertamente sus valores son muchos. Esta tierra bendecida por los dioses posee los arrecifes coralinos mejor preservados del Caribe y es uno de los pocos lugares donde aún se puede ver al manatí antillano, una especie en peligro crítico de extinción. Pero en sus aguas también abundan las estrellas de mar, las praderas marinas y las Gorgonias Pseudoterogorgia, esos curiosos invertebrados que parecen esqueletos de arbustos. Allí, de igual modo, desandan cientos de tortugas carey. De hecho, no existe para ellas un mejor espacio donde anidar en la región, lo cual explica asimismo que no se encuentre tampoco, en ninguna otra parte del mundo, una cantidad de ejemplares jóvenes que supere la que se reúne en Bahía de las Águilas.
El Parque Nacional Jaragua se da el lujo de mostrar, además, 130 especies de aves de las cuales diez son endémicas, 76 residentes y 47 migratorias. La iguana rinoceronte, la paloma coronita y la paloma ceniza pasean con total tranquilidad por aquellos lares, únicos del planeta donde nacen plantas como la canelilla y el guanito.
Como si fuera poco, importantes yacimientos arqueológicos prehispánicos que registran asentamientos indígenas han sido hallados aquí, específicamente en las cavernas El Guanal, La Poza y Mongó.

VISIÓN DE FUTURO 
Ante tanta belleza natural sin explotar aún por el hombre, Bahía de las Águilas comienza a estar en la mira de los grandes inversionistas y empresarios de todas partes, quienes buscan crear las infraestructuras necesarias para fundar un auténtico polo turístico. Mas no es tarea fácil. Un grupo significativo de organizaciones ecológicas asegura que se trata de un ecosistema frágil «cuya conservación y uso público demanda de una visión de futuro y un alto sentido de responsabilidad ante la sociedad dominicana y ante el mundo». Por tratarse de un área protegida, está prohibido acampar y hacer fogatas.
Si se les ofrecieran a los visitantes ciertas comodidades, Bahía de las Águilas sería perfecto para el turismo de aventura y ecología, un proyecto, que por supuesto, representaría mayores posibilidades de empleo y de desarrollo económico y social para quienes viven en los alrededores. Muchos lo intentan, pero nadie quiere poner en riesgo al principal ecosistema de playa de baja energía protegida que existe dentro del Parque. Y es que todos velan porque este sitio mantenga por siempre su condición de Reserva Mundial de la Biosfera que le otorgó la Organización de las Naciones Unidas para la Educación, la Ciencia y la Cultura (UNESCO).

RECOMENDACIONES AL VIAJERO

Con escasas precipitaciones al año, Bahía de las Águilas posee pocas palmeras que proporcionen sombra, por lo que apenas hay lugares donde protegerse del sol. Por ende resulta imprescindible usar gorros o sombreros y protectores solares para evitar quemaduras en la piel.
Llevar agua de beber suficiente y los víveres necesarios, pues no se encuentran restaurantes o cafeterías.
El viaje de regreso se debe comenzar antes de las cuatro de la tarde para que no los sorprenda la oscuridad, tampoco las vacas que cruzan por la carretera ni los camiones que circulan con una sola luz o sin ninguna.
Por tratarse de un área protegida, está prohibido acampar, dejar basuras entre la maleza y hacer fogatas que pudieran provocar un incendio.