Para aislarse del mundo por unos días y olvidarse de la civilización, los cayos son una inmejorable opción del turismo cubano.

Rodean la isla de Cuba más de 4 000 cayos e islotes integrados en cuatro archipiélagos adyacentes. Por el norte se distribuyen sobre Pinar del Río: Los Colorados y al centro, Sabana-Camagüey, integrado por los llamados Cayos de Villa Clara y Jardines del Rey, cuyas ínsulas coronan las provincias centrales del país. De la parte sur se encuentran, Jardines de la Reina (bajo Camagüey); y el archipiélago de Los Canarreos –al que pertenecen la Isla de la Juventud y Cayo Largo–, enorme rosario de cayuelos de arenas nacaradas que se suceden entre el centro y el occidente. Jardines del Rey Este es el nombre turístico de la sección del archipiélago Sabana-Camagüey situada sobre la provincia de Ciego de Ávila. La inversión turística en ese polo comenzó hace poco más de 15 años y se ha concentrado fundamentalmente en Cayo Coco y Cayo Guillermo. En ambos territorios, considerados joyas para los amantes del buen turismo asociado a los atractivos del mar, se ha desarrollado una excelente infraestructura con hoteles, marinas y todo lo necesario para garantizar altos niveles de satisfacción de los clientes. Se accede por una carretera de 34 kilómetros, de los cuales 17 son sobre el mar; y que enlaza a estos cayos con el resto de Cuba, a partir de un pueblo costero llamado Turiguanó. En Cayo Coco funciona un aeropuerto para aviones de mediano porte y en las proximidades de Ciego de Ávila, una terminal aérea internacional. Para quienes deseen acceder en embarcaciones propias, se dispone de una marina con facilidades de atraque, servicios aduaneros, agua, electricidad y demás facilidades. Fabulosos hoteles y resorts se distribuyen en las costas de Cayo Guillermo y Cayo Coco al pie de playas magníficas que limitan con bosques poblados de aves. Otras también hermosas, están más escondidas dentro de la geografía fabulosa de Jardines del Rey, pero son accesibles a través de carreteritas por donde circular en motos e incluso por el mar. El buceo profundo, el snokerling, la pesca deportiva, el windsurfing, la navegación a vela y la vida a bordo, son las principales ofertas de deportes náuticos en este destino. Cayos de Villa Clara Desde el aire las vírgenes playas blancas de estos cayos de corazón verde dan un toque de especial colorido a un paisaje idílico que parece el mejor muestrario de todos los azules que puedan concebirse. Se trata de un gran refugio de naturaleza situado al norte de la central provincia cubana de Villa Clara, a unos 300 kilómetros de La Habana, capital del país; y cuya principal atracción son las playas perfectas bajo el sol del trópico, junto a hoteles que están entre los mejores del Caribe. Las grandes estrellas del lugar son Cayo Las Brujas, Cayo Ensenachos y Cayo Santa María. Una carretera sobre el mar de 56 kilómetros los conecta con tierra firme desde el poblado de Caibarién, mientras que allí se cuenta, además, con un buen aeropuerto para vuelos internos y, además, una marina que es el centro de una excelente oferta de paseos marítimos por los alrededores en diferentes tipos de embarcaciones y soporte básico de otras opciones como la pesca deportiva y el buceo. Cayos al sur de Cuba En la costa sur de Cuba, el archipiélago Jardines de la Reina-Camagüey es famoso por sus excepcionales condiciones para el buceo, con un centro para esta modalidad instalado en un acogedor hotel flotante. El ideal allí es sumergirse bajo aguas cristalinas y explorar fondos maravillosos e intocados, que muchos conocedores y expertos en la materia consideran entre los más ricos del mundo. Más al occidente se encuentra Cayo Largo del Sur, el destino a partir del cual se comenzó en Cuba el desarrollo turístico de la cayería adyacente. Sus primeros operadores, allá por los finales de los pasados años 80 y la década del 90, lo dieron a conocer al mundo bajo el lema En un principio todo fue así, apoyado con imágenes de unas playas en las que recalaban careyes y los turistas no eran más que aves de paso. Hoy se explotan en el lugar algunos centenares de excelentes habitaciones en varios hoteles de primera y sigue prevaleciendo la promesa de estar en un sitio que es todavía una réplica del alba de los tiempos. Cayo Largo tiene aeropuerto internacional y su marina es uno de los principales puertos turísticos de Cuba. Son una curiosidad local sus arenas oolíticas, de un grano tan fino que jamás se calientan y que cubren varios kilómetros de la ínsula, toda espectacular, toda paradisíaca, aunque especialmente bella en la porción donde se abre Playa Sirena, un paisaje seductor de colores verde, blanco y turquesa a la espera del tiempo, cuya presencia es una verdadera dicha para cualquiera que haya soñado con disfrutar de apacibles y eternos paseos en un lugar irrepetible del mundo.

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