En un futuro no muy lejano Boca Grande debe convertirse en el paraíso de la fotografía submarina.

Desde mi punto de vista, el de un fotógrafo submarino, el área de Boca Grande representa la posibilidad envidiable de lograr imágenes espectaculares, tanto de fotografía como de video. Por supuesto que siempre es un reto conseguir buenas fotos subacuáticas, pues la naturaleza nos pone a prueba a cada instante, y son tantas las variables, que debemos considerar que nunca es fácil conseguir nuestra meta. Sin embargo, no podemos dejar de intentarlo, máxime cuando se trata de impresionantes arrecifes que están llenos de oportunidades.

En Boca Grande resulta común hacer una inmersión con más de 100 langostas; algunas de ellas, de gran tamaño, merodean por el arrecife fuera de su refugio. Los cardúmenes de sábalos (tarpons) sobrepasan los 100 individuos, especialmente en los meses de abril a junio, mientras que las rayas también son muy abundantes. Lo mismo podría decirse de las guasas, muy bien representadas, en ocasiones con ejemplares de 400 lb de peso.

Enormes concentraciones de jureles, pagualas, palometas, pompano africano –especie poco común y de gran tamaño– andan por doquier. En cada inmersión las cuberas, especie casi desaparecida en el Gran Caribe, especialmente en la Florida y cayos cercanos, siguen a los buceadores. Reconocidos como uno de los peces de mayor inteligencia en aguas del Caribe, puede sobrepasar las 100 lb.

Algunos arrecifes, como por ejemplo Rainbow Reef, constituyen el lugar perfecto para hacer fotos de ambiente con modelos o sin ellos, debido, sobre todo, a una proliferación impresionante de esponjas multicolores, coral negro, gorgonias de profundidad, corales pétreos de gran belleza, paredes y solapas, llenas de vida a solo 20 m de profundidad. Las parejas de angelote francés (French Angelfish) se pasean por todo este entorno, mientras que los angelotes Reina (Queen Angelfish) se acercan al buceador por curiosidad. Cangrejos inmensos, barracudas, rayas, morenas verdes y otras especies, terminan por adornar aún más ese sitio paradisiaco.

Los tiburones acostumbran a patrullar el borde del canto del veril, es casi imposible realizar alguna inmersión en las profundidades de esta zona y no ver alguno de arrecife (caribean reef shark) o algún jaquetón (silky shark). Ocasionalmente podemos ser visitados por un martillo o un cornuda de ley (great hammerhead shark), de más de 4 m de envergadura. También se han visto de las especies tigre (tiger shark) y zorro (thresher shark).

En los meses de invierno, de noviembre a enero, los cardúmenes de bonitos hacen su aparición –especialmente con luna llena y cuarto menguante– en las aguas más hondas, cercanas al canto del veril, saltando fuera en su festín alimenticio, tratando de capturar las manjúas o silver side fish, que se concentran en grupos y atraen también a otros depredadores, incluyendo diversas especies de tiburones, entre ellos el mayor de agua salada, al tiburón ballena (whale shark), con más de 10 m de longitud.

En la zona de Boca Grande aún queda mucho por descubrir, apenas hemos comenzado su exploración. Estamos seguros de que la naturaleza nos va a sorprender muchas veces, pues apenas hemos visto un 10% de lo que se puede encontrar. Nuestra expectativa es que en un futuro no muy lejano Boca Grande se convierta en el paraíso de la fotografía submarina, para el Gran Caribe y resto del mundo.