Un gigante olvidado
A mediados de la década del 50 del siglo pasado, la antigua Unión Soviética estaba necesitada de una aeronave de largo alcance que no solo le permitiera satisfacer la demanda de ese tipo de rutas, sino que también fuera eficaz para el traslado de personalidades del gobierno. Fue así como en 1955 la conocida empresa de defensa y aeronáutica rusa Tupolev recibió la encomienda de acometer de inmediato el proyecto, que se desarrolló sin inconvenientes.
Una de las maravillas del TU-114, heredada del TU-95, fue el ángulo de incidencia del ala (flecha) que portaba motores turbo-hélices; esta innovación, vista con escepticismo por especialistas occidentales, posibilitó una nada despreciable economía de consumo de combustible y una gran velocidad, gracias también a la presencia de los potentes Kuznetsov NK-12MV con hélices de ocho palas en contra rotación. Este elemento convirtió al TU-114 en el avión de pasajeros con estas características más rápido del mundo ya que podía alcanzar un Ground Speed por encima de los 850 km/h.
Su nueva cabina también se situó como precursora de las actuales aeronaves de fuselaje ancho, si bien la tecnología de aquellos tiempos no facilitaba este tipo de desarrollo. No obstante, hay que destacar que la del TU-114, capaz de transportar 220 pasajeros, es solo un 20% más estrecha que la de un B-767.
Un elemento en contra de la gigante aeronave fue que su entrada en servicio coincidió con el inicio de la era del reactor; en pocas palabras: nació atrasado. No obstante, en 1958, recibió un Grand Prix durante la Expo Mundial de Bruselas, y un año después fue presentado en Le Bourguet International Airshow, en París, donde causó una grata impresión. En septiembre de ese 1959 realizó su primer vuelo trasatlántico a Estados Unidos, con el Primer Ministro Nikita Khrushchev como uno de sus pasajeros, en su viaje a Washington.
En 1962 comenzó a volar regularmente en Aeroflot y fue ubicado en las rutas más largas, como Moscú-Jabarovsk y Moscú-La Habana. Asimismo, Japan Air Lines la utilizó en su itinerario Tokio-Moscú para luego continuar a otros destinos europeos.
El TU-114 se mantuvo activo durante 25 años. De los 31 aviones que entraron en servicio regular solo se tuvo que lamentar un accidente, debido al capricho de los funcionarios soviéticos. A 50 años de su entrada en el universo de la aviación, se continúa considerando por los expertos como una aeronave excepcional, a pesar de permanecer olvidada por muchos.