15 Feria Internacional Otdikh-Leisure. Gracias por la esperanza
La pregunta de hasta dónde se alargan las fronteras de la crisis económica mundial, que afecta también a la industria del ocio, tuvo una respuesta de esperanza en la 15 edición de la Feria Internacional de Turismo Otdikh-Leisure, celebrada entre los días 22 y 25 de septiembre en el moderno recinto ferial Krokus Expo, en las afueras de la capital rusa. Ekaterina Kohlhauser, directora de proyectos de la compañía Euroexpo Exhibitions & Congress Development Gmbh (de Viena), principal organizadora del evento, expresó en exclusiva para Excelencias, su satisfacción por los resultados de la feria, a la que asistieron más de 45 mil visitantes y 1 500 expositores de 57 países. Kohlhauser agradeció el apoyo y presencia del Grupo Excelencias, que, en su condición de media partner y encabezado por su presidente y editor, José Carlos de Santiago, presentó sus productos comunicativos en idioma ruso, en especial el tercer número de Excelencias Turísticas del Caribe & Américas, «la revista de la feria». Dijo sentir igualmente alegría por el constante crecimiento de la presencia de Latinoamérica y el Caribe en estas citas otoñales. Muchos países vinieron con sus propios stands como Argentina, Brasil, Cuba, República Dominicana, Guatemala, México y Venezuela; y compañías de forma independiente de Perú, Costa Rica, Jamaica, Ecuador y Chile, entre otras. Una fuerte presencia tuvieron los turoperadores rusos en los cuatro pabellones del recinto ferial dedicado a la Otdikh-Leisure. La posibilidad de intercambiar y negociar con sus colegas del mundo y de mostrar a los visitantes las posibilidades crecientes de la industria del ocio en este gran país, fue bien aprovechada en momentos cuando muchos rusos se debaten entre comprar un boleto al extranjero o quedarse a descansar y pasear dentro las fronteras nacionales. Parafraseando la frase «Crisis, gracias por mi nuevo trabajo», que se lee en miles de letreros distribuidos a lo largo de las estaciones del metro de Moscú, pudiera agradecérsele también a la crisis, por todos los esfuerzos e iniciativas que la industria turística mundial y la rusa en particular, han hecho para poner una luz en el fondo del túnel. La Otdikh-Leisure 2009 ha sido un buen ejemplo de ello.