El ejercicio de la elegancia.
Aunque se graduó de médico, Jacqueline Fumero tenía una innata vocación por la artesanía, el diseño…, que terminó canalizando a través de la moda, mundo al que entró fundamentalmente animada por la posibilidad de darle rienda suelta y satisfacer sus inquietudes creativas. La laboriosidad y constancia le han premiado con el reconocimiento: la artista es miembro del Proyecto Trinidad que auspicia la UNESCO para el rescate y conservación de ancestrales técnicas de bordado a mano y deshilado en esta ciudad del centro de Cuba, Patrimonio de la Humanidad; y sus diseños que incluyen pret-a-porter, trajes a la medida, vestidos de fiesta y accesorios como bolsos, carteras, collares, entre otros, son presencia constante en todos los eventos vinculados a las modas en la Isla, desde Exuberarte y FIMEA hasta FIART y Arte y Moda. «Al año lanzo dos colecciones con un promedio de 30 piezas cada una que se corresponden con dos líneas de trabajo fundamentales: vestidos de día, confeccionados con tejidos de fibras naturales como algodón, opal, y lino en los que se emplean diferentes técnicas artesanales como deshilado, bordado, pintado a mano, patchwork; y trajes de noche para ocasiones especiales confeccionados en seda, chifón, muselina, gasa, organza, tafetas y brocados, con gran manualidad. Además de que eventualmente utilizo elementos en plata, nácar, perlas, cristales de swarosvki, hueso y otros materiales como ornamentos», comenta a Excelencias. De conjunto con el pintor cubano Moisés Finalé, Jacqueline trabaja intensamente en una colección para las próximas ediciones de la Feria Internacional de Artesanía (FIART) y Arte y Moda, respectivamente, en La Habana; y acaba de participar en la jornada de la cultura cubana organizada en Barcelona, a donde acudió con una delegación de creadores de la Isla. El año pasado participó en la Feria de Lyon, Francia, con su muy elogiada colección Mis Orishas, maravillosa y elegante recreación de los colores y trajes típicos de las deidades del culto afrocubano de la Regla de Ocha, que presentó bajo la más rigurosa pauta del buen vestir.
Los diseños de Jacqueline Fumero, que incluyen pret-a-porter, trajes a la medida, vestidos de fiesta y accesorios como bolsos, carteras, collares, entre otros, son presencia constante en todos los eventos vinculados a las modas en Cuba