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LA TECNOLOGÍA NOS HA CAMBIADO LA VIDA, SOLO QUE LA MAYORÍA DE LAS PERSONAS QUE HA SIDO TESTIGO DE ELLO NO SABRÍA RESPONDER SI ESE CAMBIO HA SIDO A MEJOR

Si hiciéramos una encuesta entre los atrevidos lectores que se detendrán en este artículo, estoy convencido de que la mayoría estaría de acuerdo conmigo al afirmar que la tecnología nos ha cambiado la vida. Sin embargo, no sé si recibiría el mismo apoyo de preguntarles si el cambio ha sido a mejor. 
Escribí sobre la materia hace algunos años, invitado también por mis amigos del Grupo Excelencias. Se trataba de un artículo que bajo el título «La revolución tecnológica en el turismo: nada de lo que es será», quise compartir mi punto de vista sobre cómo estaba afectando dicha revolución a un sector, el turístico, en permanente movimiento.
Cinco años después de aquel artículo, he de reconocer que el título fue de lo más acertado. Nada ha sido como pensamos que sería y seguramente tampoco lo será en el futuro, tal como lo concebimos ahora.
En esta ocasión el reto se atisba más complicado. Afirmar que en unos años incorporaremos a nuestro acerbo cotidiano expresiones como «turismo tecnológico» se me antoja, cuando menos, un poco atrevido. Por esta razón le he pedido a mi hija, de 17 años, que me diera el titular. Cuando se trata de tecnología y futuro apostar por los jóvenes es jugar a caballo ganador.
Más allá de la rapidez en su respuesta o lo acertado, creo que del titular «Los viajes tecnológicos del mañana» lo verdaderamente relevante ha sido la constatación del éxito del ejercicio de reflexión. Mientras en mi caso siguen persistiendo dudas al respecto, en el suyo no se vislumbra ninguna, dando por hecho que los viajes tecnológicos serán una opción más entre el portafolio de productos disponibles en el mercado de viajes. 
Llegados a este punto y si todos estamos de acuerdo en que los viajes tecnológicos formarán parte de nuestro día a día, me vienen a la cabeza algunas cuestiones que os traslado para vuestra consideración.
Si un viaje de turismo etnológico incluye una visita guiada a una bodega, ¿un viaje tecnológico incluiría una excursión de medio día a la NASA o un city tour de día completo con almuerzo en la Luna?
¿Ofrecerán los TTOO estos viajes tecnológicos en sus propuestas de lunas de miel para novios o qué productos incluiremos en nuestro folleto de viajes tecnológicos?
Demasiadas preguntas sin respuestas y se me acaba el máximo de palabras autorizadas para este artículo. Confío en que el futuro y los jóvenes nos ayuden a definir mejor cómo serán sus viajes tecnológicos del mañana.