QUIEN VIENE A SANTIAGO EN UN CRUCERO, TENDRÁ LA SORPRESA DE «CHOCAR» CON LA CONDICIÓN INSULAR DEL CARIBE Y VERÁ EL ESPECTÁCULO QUE OFRECE UNA MAJESTUOSA CIUDAD

Ya es habitual el arribo de cruceros a Santiago de Cuba, sin embargo, siempre causa cierta conmoción en la gente ver acercarse poco a poco a los atraques del puerto, las formidables embarcaciones que traen consigo los turistas dispuestos a emprender con interés el conocimiento y disfrute del Santiago monumental, y convivir además con lo cotidiano.
Quien viene a Santiago en un crucero, tendrá la sorpresa de «chocar» con la condición insular del Caribe y verá el espectáculo que ofrece la majestuosa Sierra Maestra que envuelve toda la cuenca donde se localiza la ciudad. Verá con curiosidad la habilidad para penetrar la estrecha bocana de la bahía donde se encuentra, como testigo mudo de épocas remotas, el Castillo del Morro San Pedro de la Roca, erigido desde el siglo XVII como protección y advertencia a corsarios y piratas que merodeaban por aquellas aguas.
Siguiendo el curso del canal de la bahía de algo más de 9 km se llega definitivamente al Paseo Marítimo de la ciudad de Santiago de Cuba, que permite la observación de una ciudad que se desliza a través de una ladera al mar, a modo de anfiteatro natural desde donde se percibe el conglomerado de edificios en contraste con las montañas que dibujan su silueta.
El turismo de cruceros brinda múltiples opciones. Una de ellas es simplemente desembarcar y dar una vuelta por la ciudad segura, hospitalaria y solidaria que tiene delante con la intención de descubrirla por sí mismo. Otros prefieren disfrutar de las ofertas para el conocimiento de los sitios de interés, organizadas en rutas y conducidas por guías profesionales.
Las opciones son múltiples y en verdad atractivas: unos se mueven por la ruta de la historia; están quienes prefieren las tradiciones culturales; en cualquier caso se convierten en imprescindibles de visitar, cuando se llega a la plaza fundacional de Santiago, el Parque Céspedes, donde se hallan la Catedral y el Palacio de Gobierno Municipal; la Casa de los Gobernadores, hoy convertida en Museo de Ambiente Histórico, y el Hotel Casa Granda. Es este un espacio singular de encuentro con el día a día del santiaguero y punto de partida para la conquista de la Ciudad Héroe, condición de excepcionalidad que posee Santiago por haber sido escenario principal de acontecimientos significativos del acontecer revolucionario del pueblo cubano, y por el papel trascendente de los hijos de esta tierra en ellos.
Tiene Santiago tres componentes del patrimonio mundial reconocidos por la UNESCO y 50 monumentos nacionales. Las diferentes rutas seguidas por los cruceristas, permiten el encuentro con algunos de ellos. Unos se dirigen al Cuartel Moncada para entender el papel de Fidel en los inicios de la etapa revolucionaria; a la Loma de San Juan, donde tuvo lugar una acción militar destacada de la Guerra Hispano Cubano Americana en 1898; algunos deciden incursionar en el Santuario Nacional de la Virgen de la Caridad del Cobre, verdadero paisaje cultural asociado a la minería, la esclavitud y la religión. Los más osados optan por subir a las cercanas montañas de la Gran Piedra y disfrutar de un buchito de café en el Museo Cafetal La Isabelica.
Los que se motivan por la cultura popular, tendrán el placer de entrar en contacto con lo más genuino de la música popular, pues esta es una ciudad donde todo el mundo canta y baila, una ciudad musical que cuenta con espacios increíbles como la Casa de la Trova, el Salón del Son, el Cafesón de la Loma, el Museo del Carnaval y el Rincón del Bolero.
Siempre será un placer llegar y adentrarse en esta urbe caribeña, plena de vida, alegre cada día y matizada por su buena comida y uno de los mejores rones del mundo. Venga y disfrute del encuentro casual con un paisaje único, con una historia trascendente, con un detalle inolvidable.