- Universitarios de Estados Unidos descubren a Cuba.
Turismo Estudiantil
EN LA ISLA QUE HASTA HACE POCO TIEMPO ERA DESTINO PROHIBIDO PARA CUALQUIER CLASE DE VISITA, JÓVENES ESTUDIANTES DE ESTADOS UNIDOS EXPRESAN SU INTERÉS POR REGRESAR A CUBA PARA ESTANCIAS MÁS PROLONGADAS
Excursiones a Cuba de profesores y estudiantes de las más diversas universidades de Estados Unidos para explorar el sistema educacional de la Isla y el modo de vida de los cubanos arrojan los más curiosos resultados, a juzgar por sus narraciones.
Testimonios publicados a su regreso en medios de prensa académicos revelan, entre sus primeras conclusiones, el marcado interés por regresar para estancias más prolongadas por parte de quienes solo pudieron disfrutar algunos días en la vecina nación antillana, hasta hace poco tiempo destino prohibido para cualquier clase de visita.
Uno de los reportes más ilustrativos de esta tendencia apareció recientemente en BU Today, el sitio web de noticias e informaciones de la Universidad de Boston, bajo el titulo Cuban Culture Shapes a Spring Break Trip.
En su reseña, ilustrada por una veintena de fotos, el articulista Joel Brown subraya el efecto “transformador” que tuvo en los estudiantes “el encuentro con La Habana, la atención médica gratuita y sus sobresalientes centros culturales”.
Aun cuando Washington todavía prohibe a sus ciudadanos viajar a Cuba con fines turísticos, para disfrutar de sus legendarias playas de aguas turquesas, el choque con la realidad cubana, los fuertes contrastes entre “lo que esperaban ver y lo que se encuentran”, dejan a muchos visitantes con un irrefrenable deseo de contar su sorprendente aventura.
Andrew O’Brien, un joven de 21 años, residente en Massachusetts y estudiante de Lingüística y Comunicación Social de la Universidad de Georgetown, de Washington D.C., es uno de los cientos de universitarios estadounidenses que optó por una estancia de un semestre para comprobar con sus propios ojos las sugestivas historias que se contaban de la Isla.
O’Brien aceptó narrar su experiencia personal a Excelencias Turísticas en su residencia habanera, una casa particular donde disfruta una habitación con vista al famoso Malecón, alquilada por el programa de estudios concertado entre la Universidad de La Habana, Casa de las Américas y el Consortium for Advanced Studies Abroad (CASA).
El Consorcio CASA es una entidad sin fines de lucro, formada a raíz del restablecimiento de relaciones diplomáticas entre Cuba y Estados Unidos por 10 universidades líderes: Brown University, Columbia University, Cornell University, Dartmouth College, Harvard University, Johns Hopkins University, Northwestern University, Trinity College Dublin, The University of Pennsylvania y Vanderbilt University.
La Oficina de Programas Internacionales de la Brown University, que preside Kendall Brostuen, tiene un sitio web (http://casa.education/home) donde se informa sobre sus proyectos.
O’Brien nos relató que desde su llegada, el 23 de enero de 2017, recibió su primer impacto cubano, al descubrir que el área del edificio donde iba a residir se encontraba inundada por penetraciones del mar. Eso no impidió que su casera le encontrara alojamiento con la ayuda de una colega de las cercanías, hasta que se restableció la normalidad. La solución apareció como resultado de un gesto amistoso y solidario, en un momento crítico, dijo.
Ahora, a un mes de terminar su estancia, junto con otros 23 estudiantes, el joven estadounidense se declara satisfecho con el aprendizaje realizado en los cursos de Lenguas Romances y Pensamiento Latinoamericano, que sigue en la Universidad de La Habana, así como con los de Historia de las relaciones entre Cuba y Estados Unidos y Cine Cubano, que recibe en Casa de las Américas.
A propósito de las carencias encontradas en Cuba, O’Brien subrayó que aquí ha aprendido que quien hace mucho con poco, puede hacer algo más con mucho.
El viaje primaveral de la Boston University (BU), por ejemplo, le sirvió a Queentela Benjamin, una de las 13 estudiantes de Relaciones Internacionales que integró el grupo, para obtener puntos con un tema de clase llamado: “Conociendo a Cuba: Historia, Cultura y Política”.
Después de encontrarse en la Escuela Latinoamericana de Medicina (ELAM) con media docena de los 140 estudiantes estadounidenses que esperan graduarse aquí de médicos, sin pagar un centavo y comparar los sistemas de Salud en Cuba y su país, Benjamin declaró al reportero de la BU que “la visita le ha abierto los ojos”.
Entre los elogiosos comentarios recibidos por Brown tras la publicación de su reportaje (www.bu.edu/today/2017/cuban-culture-study-abroad/) por lo menos dos lectores, Dave Gagne y Skye Wentworth, expresaron su deseo e intención de visitar Cuba muy pronto.
Algo semejante ocurrió con la primera excursión cultural semestral de la Howard University, con el tema “Spanish for the News Media”, integrada por un grupo de 18 estudiantes y profesores de los departamentos de Español y Periodismo, que visitó La Habana a finales de 2016.
Según el reportaje de Jacinth Jones, durante una semana visitaron la Universidad de La Habana, donde intercambiaron con el profesor Max Barbosa; recorrieron el Castillo del Morro, la Plaza de la Revolución y la Casa-Museo Hemingway, al tiempo que emplearon las horas de comidas y asueto para practicar el idioma en todo momento.
A juicio de la profesora Monesha Woods, “conocer a Cuba de primera mano fue una experiencia que abre los ojos” porque “me permitió alcanzar toda una nueva perspectiva de la manera de vivir de los cubanos, que en gran medida desafió mis conocimientos previos”.
Hace unas semanas, Bob Blanton publicó en la Gaston Gazette detalles de un viaje ansiosamente preparado por un grupo de estudios del Gaston College, que realizaron en el crucero Adonia de la compañía Fathom, único procedente de Estados Unidos autorizado a visitar Santiago de Cuba, Cienfuegos y La Habana.
Blanton cuenta que, dadas las restricciones impuestas por Washington, no pudieron promover el viaje a Cuba como una excursión turística.
“Una vez a bordo, reveló Blanton, uno de nuestros inquisitivos pasajeros preguntó: ¿Cuál es la diferencia entre un turista y un viajero? Rápidamente le respondí que los turistas ‘ven’, pero los viajeros ‘aprenden’ mientras visitan nuevos destinos del mundo.”
Al término de nuestra conversación con O’Brien, el estudiante de la Universidad de Georgetown, Andrew, puntualizó enfáticamente: “Yo vine a Cuba para enfrentarme con ideas, criterios, puntos de vista y concepciones que no podría encontrar en mi propio país”.
A pesar de carecer de estadísticas sobre el número de universitarios que visitó el país el año pasado o en lo que va de 2017, salta a la vista su previsible efecto a largo plazo en uno de los segmentos de opinión cruciales para el crecimiento del mercado turístico entre Estados Unidos y Cuba.