Cartel por el Día Internacional del Jazz 2017, organizado por Unesco. /Poster of the International Jazz Day 2017 organized by Unesco.

LA HABANA SE CONVIERTE EN PRIMERA CIUDAD DE AMÉRICA LATINA Y EL CARIBE DONDE SE CELEBRA OFICIALMENTE EL DÍA INTERNACIONAL DEL JAZZ DESDE SU INSTITUCIÓN EN 2012, CON UN CONCIERTO QUE RESONÓ EN 190 PAÍSES DE LOS SIETE CONTINENTES

Jazz. Tan simple como eso. O no. Porque para quien la música libre sintoniza en lo más profundo de sus emociones, hablar del jazz es una pasión raigal, casi un llamado de guerra. En Cuba siempre conocimos que la savia creativa proveniente de estas tierras había nutrido más de una manera de afrontar la música a nivel internacional. Y de Estados Unidos bien se sabe que la trayectoria del blues y el jazz son parte indisoluble de su identidad. Sin embargo, aunque las conexiones eran un hecho y las influencias mutuas, fue la última semana de abril de 2017 la fecha elegida para marcar un antes y un después en esta historia.
En Cuba, en La Habana, se celebró por primera vez el Día Internacional del Jazz con una presencia extranjera sin precedentes. Herbie Hancock, Quincy Jones, Marcus Miller, Esperanza Spalding, entre otros, se apropiaron de los escenarios antillanos para traer a la Isla su innegable know-how; la experiencia conquistada a pulso y compás.
Por su parte, de la Mayor de las Antillas también irradió arte a borbotones con emblemas de la talla de Chucho Valdés, Gonzalo Rubalcaba, Bobby Carcasés, Roberto Fonseca, Orlando Valle “Maraca”, Jorge Reyes, Carlos Miyares, Ramsés Rodríguez, William Roblejo y toda una pléyade de importantes figuras del panorama nacional que amenizaron lo que fuera la primera semana dedicada íntegramente al jazz a nivel mundial.
Aun resuenan los ecos y permanece el gusto de este gran banquete cultural en donde el arte fue idioma universal, lenguaje sin fronteras. Al respecto, Excelencias Turísticas comparte declaraciones exclusivas.
“Esta es una celebración a la música de calidad, que motiva, que desarrolla y hace a las personas mejores en las más diversas direcciones. Las personas se tornan más organizadas, cuidadosas y sensibles, posibilitando que den una contribución maravillosa para la paz en el planeta, el fin de la intolerancia. Porque la música tiene un poder que muchos políticos no reconocen pero que aquí en Cuba sí se aprecia. En el resto del mundo es muy difícil encontrar otros gobiernos que realmente inviertan tanto en el arte como profesión. Y es que hay tres cosas esenciales en la vida que si terminaran, acabarían con la Tierra: el agua, el aire y la música. Cuba y su música son para mí una pasión.” Ivan Lins, uno de los más celebres pianistas y compositores brasileños.
“Muchos opinan que Cuba está abierta al mundo ahora, pero es justamente lo contrario, como lo ha demostrado este concierto: es el mundo quien se está abriendo a Cuba en estos momentos. Que se haya celebrado aquí esta festividad es algo muy bonito y significa una mayor visibilidad de los músicos cubanos y del gran talento y nivel artístico que hay en la Isla, lo cual me hace sentir aún más orgulloso de ser cubano”. Roberto Fonseca, pianista cubano y director del afamado grupo Temperamento.
“En los Estados Unidos siempre tuvimos un feeling de conexión musical con Cuba muy fuerte. Desde que comencé a estudiar y tocar jazz estuve en contacto con el jazz Afrocubano, tan importante para la historia del género. También conocí de las relaciones de Dizzy Gillespie con sus artistas y todos los músicos cubanos que trabajaron y se sacrificaron arduamente para visitarnos y tocar para nosotros. Por tanto siempre viví el sentimiento de tener que escuchar lo que se hacía en Cuba, que es increíble. Sabía que sucedería algún día y al fin pasó; conocí, compartí y toqué con los músicos cubanos y es tal como lo imaginaba, como me habían contado: pura pasión. En el mundo muchas personas trabajan con la música, sin embargo, no conectan desde el corazón con esta. Los cubanos no pueden tocar sin corazón, por tanto esta ha sido una increíble experiencia.
“Sin dudas habrá más intercambios por venir. Antes fue difícil pero ya las puertas están abiertas de ambos lados. A modo personal me encantaría hacer más colaboraciones con artistas cubanos. Estoy seguro de que todos los que vinimos haremos algo marcados por esta influencia. Yo esperaré, dejaré que cada cual haga lo suyo y el próximo año saldré y ¡bang!, seguro traeré algo nuevo, algo diferente”. Marcus Miller, estadounidense reconocido como un pionero del bajo moderno, súper influyente y prolífico musicalmente, nombrado Artista de la Paz por la Unesco.
“Esto que ha sucedido es algo muy especial, quizás el evento más importante de los últimos 40-50 años en lo que respecta al jazz. Es un intercambio tremendo entre todos los músicos no solo de Cuba y Estados Unidos, sino del mundo. Ha sido histórico. Estoy muy emocionado”. Chucho Valdés, codirector artístico del evento, cubano universal, pianista, compositor y arreglista ganador de numerosos premios Grammy.

 

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